Anuncios

Ángela Torres y la "conexión" Lolita: "Siempre tuve una relación mágica con mi abuela"

Como un nombre de la tradición sagrada indígena, de tribu matriarcal, el álter ego de Ángela Torres se erige así: como una súper heroína que mixtura tradiciones. Ella es La niña de fuego, que también será el nombre de su próximo y primer EP (de seis canciones) y que, a su vez, se reconoce en la herencia familiar porque así se llama también un tema y una película de su abuela, Lolita Torres.

Entonces, ¿dónde está el cruce, la superposición e hibridación? En la propuesta urbana y reggaetonera del primer corte ("Aló"), en el plan futurista del video con estética animé, en la herencia españolizante de su abuela y en la producción españolizada de Alizzz y del brasileño Ibere Forte.

La artista de 21 años tiene trayectoria en diversos ámbitos y con diversas facetas, sobre todo, sus dos principales: la de ser actriz y la de ser cantante. Viene de circular desde muy chica por películas (como Gilda, no me arrepiento de este amor, en la que encarnaba a la protagonista en su adolescencia), por novelas como Esperanza mía y Simona, por reality shows como Tu Cara me suena o Bailando por un sueño, por obras de teatro como Criatura emocional y por la música (en bandas de sonido o en una serie de sencillos). Y ahora le llega el turno a la casi exclusividad en su vocación de cantante y compositora.

Desde su casa en Palermo, donde cumple con la cuarentena, Ángela cuenta: "Fue re loco, hace más de dos años me fui al sur de mochilera y se me dio por escuchar a mi abuela en ese viaje, cosa que no hago tan seguido. No es algo tan cotidiano en mi vida. Si me pongo a escucharla es como 'el momento de escuchar a mi abuela'. En cambio, en el viaje se me dio por escuchar sus discos, sus canciones. Quería estar tranquila y en contacto con ella. Yo estaba en un proceso re importante de ver qué iba a hacer con mi música de verdad, pensaba dejar de actuar un tiempo".

-¿Por qué la elección específica del tema "La niña de fuego" o de la película con el mismo nombre?

-Estaba armando mi primer disco y no sabía muy bien por dónde ir: fui a las montañas a buscar inspiración. Siempre tuve una relación mágica con mi abuela, entonces dije ´seguramente alguna data me va a bajar´. Escuché "La niña de fuego" y me volví loca. La escuché durante todo el viaje. Y me lo empecé a anotar en mis agendas, o en la mano. Soy medio del 'poder de atracción' y se me dio por creer que esto iba a culminar en algo. Y así fue: a los dos años terminé yéndome a España a hacer las canciones con Alizzz. Habíamos estado buscando trabajar con él, antes tuvimos que mandarle material mío a ver si el chabón se copaba en producirme a mí. Y dijo que sí después de mucho, mucho esfuerzo.

-¿Cómo fue el trabajo en España, con Alizzz?

-Fue una conexión muy grande la que tuve con él. Y también me pareció muy loco terminar haciendo mi primer EP en España: mi abuela estaba muy, muy conectada con el mundo español, el baile, las castañuelas, lo andaluz. Cuando llegué les mostré a Alizzz y a Ibere Forte cosas de mi abuela y les tiré el concepto de niña de fuego y les expliqué por qué me sentía identificada con esa forma de llamarme. Y eso nos alineó a los tres muy mágicamente. De ahí salieron seis canciones, que voy a ir sacando de a poquito. Mi abuela terminó estando involucrada. Hay canciones en el EP donde ella va a sonar, es decir, está todo bendecido por ella.

-Hablaste de la identificación, ¿en qué específicamente te sentís una niña de fuego?

-Mi signo es de fuego. Y sentí que me interpelaba muchísimo. Tengo bastante carácter y suelo ser valiente en ciertas circunstancias. Y yo estaba como en esa búsqueda. Y escuchaba que todas las chicas en las canciones dicen sus nombres pero yo no iba a hacer que entre Ángela, no quería hacer la canción demasiado personal. Ya es bastante mía como para agregarle un 'Angela'. Entonces me gustó imaginar a las pibas cantando "la niña de fuego" e interpelándose con esa forma de autollamarse.

-Sos de Leo...

-Sí, del 13 de agosto, parece que lo paso encerrada.

-¿Cómo transcurren tus días de cuarentena?

-Muy poco productivos. No soy de las que se autodescubrieron siendo grandes cocineras. Yo duermo mucho. Cuando salgo a la vida me pongo más activa, en mi casa me gusta ver pelis, ver una serie, comer algo rico. Estar en la camita. Si tengo que trabajar, bueno, le dedico un día al trabajo, participo de un par de reuniones pero estoy más tranca, escucho mucha música, dibujo un poco. Mucha tranquilidad.

-Con respecto a "Aló", ¿cómo estableciste el vínculo entre este legado de tu abuela y el reggaetón?

-La verdad que nunca me puse a comparar. Siempre estuve muy atenta a encontrar la música que a mi me saliera del corazón. Mi abuela, mi tío (Diego Torres) o mi madre (Gloria Carrá) y mi familia funcionan como método de inspiración, de empuje, pero no de comparación. En este momento lo urbano aparece en todos lados, me encanta bailarlo y cantarlo. Y lo lindo del EP es que dentro del pop nos permite abordar un montón de otros géneros. Se nota que es una búsqueda muy grande conmigo misma, y a la vez muy genuina. No es todo el EP de reggaetón, ni de trap ni de pop. Me tiene bastante ilusionada porque no me quedo encerrada en nada.

-¿Cómo definiste en "Aló" la pronunciación latina? ¿Tiene que ver con tus consumos culturales o apuntaron a un mercado posible?

-Es algo muy natural. Desde los quince años que yo estoy viendo qué quiero hacer con mi música. Estuve en esa búsqueda siempre en un segundo plano porque trabajé mucho actuando, entonces lo otro quedaba en una listita de espera. Hasta que me animé y me metí de lleno. Y dediqué toda mi energía a esto. Y cuando llegué a España hubo mucha inspiración en el estudio, salió del corazón. No es una búsqueda de lo que suena en otros lados, ésta es mi voz y son los ritmos que me acompañan.

-Tenías pensada una producción distinta para el video, ¿cómo te volcaste por esta mezcla de animé y Black Mirror?

-Teníamos una idea en la cabeza que era completamente diferente. Estábamos a punto de ponernos a grabar el video y unos diez días antes nos encerraron, y tuvimos que armarlo de cero. Fue un experimento. Y está bueno porque terminó siendo algo medio Black Mirror, como de una realidad virtual. No fue nada fácil, lo grabé desde mi casa con el teléfono.

-La intención del tema y, sobre todo, la frase "vacilando y tú a llorar" se puede enmarcar en tu compromiso feminista. ¿Cómo es tu vínculo con estas causas?

-Me siento muy interpelada por el hecho de que soy mujer. Y hay algo que nos une a todas, ¿viste? Todas en algún punto nos entendemos. Entonces sí, en estos últimos años hubo un despertar muy grande con todo el movimiento feminista o todo el movimiento por el aborto. Con todas las marchas, donde lo que sucede es increíble, te llena de fuerza y esperanza que nos contagiamos entre nosotras. A la vez pasan cosas terribles todo el tiempo. Y cada vez estamos más cansadas de eso que pasa. Y somos más las que vemos que eso que pasa está mal y tenemos ganas de cambiar, de salir a pedir por nuestros derechos básicos. Así que imaginate que si yo, desde mi canción, puedo alentar desde alguna forma el empoderamiento de alguna mujer, bienvenido sea.

-Hace unas semanas Lali se expresó por la cantidad de femicidios durante la cuarentena y también habló en Instagram de la maternidad, del miedo a tener una hija mujer. ¿Te identificás con esto?

-Sí, estamos en un momento del mundo medio apocalíptico. Yo no puedo ni pensar en tener una hija, o un hijo de ningún sexo, porque el mundo está dañado. Y no me siento lo suficientemente fuerte como para dar un hogar lleno de amor y con pocas inseguridades. Ahora también estoy desordenada. Y el mundo da miedo. Si a mí me da miedo salir a la calle y que me violen, imaginate el miedo que me daría tener una niña más pequeña y saber que esas cosas horribles le pueden pasar.

-Admirás a Ariana Grande, ¿cierto?

-Sí, desde muy chiquita

-¿Cómo viviste el atentado de Manchester?

-Yo sufrí como si fuera ella. Soy una fan muy leal de Ariana y la sigo desde que tengo trece años. Ella también era muy muy bebé. Hay algo que a mí me ceba un poco en este fanatismo que tengo por ella, la veo crecer y me entanta cómo va pasando de un género al otro. Tiene la mejor voz del mundo. Principalmente eso fue lo que me obnubiló de ella. Lo que le pasó en los atentados fue terrible. Además también le pasó que se murió su novio de toda la vida. Pero ella se muestra muy fuerte.

-¿Y Rosalía?

-La amo. Es mi segunda artista prefe.

-Se suele hablar de que te fuiste de Twitter, pero volviste...

-Twitter es sentimientos encontrados para todes. Hay mucha agresión. Y es muy instantáneo lo rápido que te contestan las chicas que te siguen o la gente que te tira buena onda y ya. Entonces también está ese lado positivo de comunidad twittera, donde están los que te 'bancan los trapos'. O con los que podés intercambiar ideas para sentirte más cerca. Yo siento que volví porque me hice súper, súper inmune al bardeo en Twitter o en Instagram, que es algo a lo que no le presto atención real, no me afecta ni me pone mal. Una se va armando una coraza.