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10 cambios que debes hacer ya para que la Operación Bikini funcione

Aunque parece que falta un mundo todavía, las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Apenas 50 días separan a los más afortunados de remojarse en la playa. Otros tendrán que esperar un poco más, pero conviene no apurar con la Operación Bikini y empezar los cambios ya. Estos son 10 que pueden ayudar a que la misión llegue a buen puerto.

(Foto: Pexels)
(Foto: Pexels)

Duerme al menos siete horas. Aunque parezca que es un consejo únicamente enfocado a conseguir más descanso, lo cierto es que incide en nuestro apetito. Con menos horas de sueño sentiremos más hambre y se incrementarán las hormonas que almacenan grasas.

Mastica más despacio. Una recomendación típica y que siempre suele funcionar: masticar más despacio los ingredientes no solo ayuda a la digestión, sino que también echa una mano con el control de las porciones que tomamos.

(Foto: Flickr)
(Foto: Flickr)

Lávate los dientes después de cenar. Un método tan tontorrón como efectivo. Una de los momentos ‘danger-danger’ en toda dieta es el picoteo entre comidas. En el caso de la cena, con nuestro metabolismo ralentizado, el riesgo es doble. Si pasamos por el baño y hacemos la limpieza dental habitual ganaremos en salud y también evitaremos el ‘snacking ‘ postcena.

Sáltate el desayuno dos veces a la semana. “¿Cómo?”, diréis. No era que el desayuno es la comida más importante del mundo. Pues sí, pero si nos quitamos el desayuno practicaremos el ayuno intermitente, que permite pasar un puñado de horas sin comer y que ha demostrado su eficacia en el control del apetito.

Come grasas… pero buenas. Sabemos que el cuerpo a veces pide grasa, pero démosle las que son buenas para él. Fuera las saturadas de la bollería industrial y arriba las de salmón, aguacate o frutos secos. Todo con medida, claro está.

(Foto: Corbis/Getty Images).
(Foto: Corbis/Getty Images).

Dile hola a los probióticos. Presentes en yogures o en fermentados, permiten un control más efectivo del apetito, refuerzan el sistema inmune e incluso ponen de mejor humor. Todo son ventajas en estos casos así que un yogurcito al día puede ser de mucha ayuda.

No hagas la compra con hambre. Calcula cuántas veces tendrás que hacer la compra en las próximas semanas y eso te dará una idea de lo importante que es cumplir esta máxima. Acudir sin hambre ayuda a no adquirir productos procesados y a no meter en el carro más de lo que realmente necesitas.

Huele la comida. Ojo a este truco que puede ayudarte a no pasarte todo el día comiendo. Estudios científicos han demostrado que podemos engañar a nuestro cerebro simplemente con el olor de la comida. De esa manera, tendrá la sensación de que está ingiriendo comida en lugar de solo aspirando aromas.

(Foto: Wikipedia)
(Foto: Wikipedia)

Nada de cenas románticas a media luz. Que sí, que molan mucho. Pero la falta de visibilidad induce a comer más de la cuenta. Mejor fijarse en lo que hay en el plato para ser conscientes de la cantidad de comida que se está tomando y así controlar mejor las cantidades.

Deja las pantallas mientras comes. Móvil boca abajo. Tele apagada. No hay nada más contraproducente con comer de manera consciente que hacerlo mientras se está embobado viendo un programa o los mensajes que entran por Whatsapp. Mucho mejor tomarse un descanso y dedicarse a lo importante en este caso: comer.