12 viajes para correr

Si buscas algo diferente para tus vacaciones, ¿qué te parecería correr al lado del mar, en medio de la jungla africana, en los glaciares islandeses o en el corazón de alguna ciudad?

Panorámica del Parque Nacional de las Montañas Rocosas, en Colorado (Estados Unidos). (Foto: Getty)
Panorámica del Parque Nacional de las Montañas Rocosas, en Colorado (Estados Unidos). (Foto: Getty)

El running ocupa (con perdón del futbol) un lugar privilegiado en el ranking de deportes preferidos por los españoles. Cada vez más personas se deciden a empezar a correr porque son conscientes de sus grandes beneficios para la salud física y mental.

Por eso cada vez más paquetes turísticos incluyen destinos ideales para la práctica deportiva. En este caso corredores, aficionados al running y amantes de la naturaleza y el deporte son los afortunados porque acaba de publicarse una obra única de GeoPlaneta que recopila algunos de los sitios más espectaculares del mundo a los que casi resulta obligado ir a correr al menos una vez en la vida. Te proponemos 12 de ellos para que disfrutes a tope con cada zancada, ¡a por ellos!

El puente Verrazano, un clásico de cada año en el Maratón de Nueva York. (Foto: Getty)
El puente Verrazano, un clásico de cada año en el Maratón de Nueva York. (Foto: Getty)

1. EL MARATÓN DE NUEVA YORK

El santo grial del corredor de fondo. El maratón de Nueva York es mágico, cierto, pero también muy difícil. Con el desnivel de los puentes, las interminables y desalentadoras rectas, los montículos del Central Park en los últimos 5 km y, a veces, el gélido viento del norte soplando de cara, los profesionales acumulan un retraso de 2-3 min respecto a sus mejores marcas (5-7 min los aficionados). No es de extrañar que prefieran los recorridos llanos de las grandes ciudades europeas, a pesar de los 100.000 dólares de premio para el ganador.

El 13 de septiembre de 1970, Gary Muhrcke, de 31 años, ganó la primera edición del maratón de Nueva York. Después de pagar 1 US$ por inscribirse, este bombero de Long Island completó las cuatro vueltas a Central Park por delante de los otros 126 participantes que tomaron la salida (de los que solo 55 cruzaron la meta). Ganó un reloj y el derecho a participar el año siguiente, pero muy poco reconocimiento. Nadie podía imaginar entonces que este maratón se convertiría en el más famoso del mundo. Seis años más tarde, en pleno boom del running en EE.UU, el carismático fundador Fred Lebow se la jugó haciendo pasar el recorrido por los cinco distritos de la Gran Manzana, algunos de ellos considerados peligrosos en ciertas zonas. Lebow logró eludir hábilmente las reglas que prohibían pagar a un atleta por participar en una competición y atrajo a la flor y nata de los fondistas estadounidenses.

Cuarenta años más tarde, el maratón de Nueva York es seguido por casi dos millones de personas en las calles y es el Santo Grial de los corredores de todo el mundo; casi un 40 por ciento de los participantes son extranjeros. Impulsados por el público en este enorme decorado cinematográfico, todos ellos buscan un subidón de adrenalina y un ratito de gloria.

2. EL MEDIO MARATÓN DE LAS ROCOSAS (Colorado)

El Parque Nacional de las Montañas Rocosas tiene más de 550 km de pistas y senderos que recorren un parque lleno de grandes cimas, con alturas que van entre los 2300 y los 4300 m, con nieves casi eternas (hay 72 picos de más de 3.500 m), vistas panorámicas impresionantes y lagos que se descubren tras seguir pistas estrechas por las que parece que no ha pasado antes nadie. La sensación que tienen quienes corren por estos parajes es la de una absoluta libertad. No hay rutina ni aburrimiento en un recorrido en soledad por el parque pero si se quiere hacer de forma más organizada, se puede participar en el medio maratón, que es relativamente suave, con poco más de 250 m de desnivel en sus 21,095 km de recorridos. La dificultad puede estar en la altitud, pero merece la pena participar aunque solo sea para descubrir los bellísimos paisajes de las Rocosas americanas.

El impresionante complejo de Barrancas del Cobre en la Sierra Tarahumara consiste en seis cañones unidos, en el suroeste del estado de Chihuahua, hogar de indios tarahumaras ultra tradicionales.(Foto: Getty)
El impresionante complejo de Barrancas del Cobre en la Sierra Tarahumara consiste en seis cañones unidos, en el suroeste del estado de Chihuahua, hogar de indios tarahumaras ultra tradicionales.(Foto: Getty)

3. LA ULTRAMARATÓN DE LOS TARAHUMARAS EN LAS BARRANCAS DEL COBRE, MÉXICO

Si Central Park es el paraíso del runner urbano y el estadio olímpico de Atenas el templo sagrado de los maratonianos, las Barrancas del Cobre deberían de ser la meca de los aficionados a las pruebas del trail. Estas seis gargantas de la Sierra Madre Occidental al suroeste del estado de Chihuahua en México son el territorio de los tarahumaras, un pueblo indígena que desde el siglo XVI recorre corriendo estas barrancas, descalzos. Eran capaces de recorrer más de 60 km en carreras por equipos mucho antes de que se inventaran las carreras de trail. Esta tradición llamó la atención del corredor Icah True, que en los años 90 vivió en esta zona y entrenaba corriendo por los cañones. En 2003 decidió organizar una prueba de 80 kilómetros en la que se enfrentan desde entonces anualmente miembros de la comunidad de los tarahumaras y los mejores ultramaratonianos del mundo.

4. TRAIL BAJO LAS ESTRELLAS EN TROMSO (NORUEGA)

Desde finales del siglo XIX la ciudad noruega de Tromso es el punto de partida para los exploradores polares y ahora también para los “cazadores” de auroras boreales en los Alpes de Lyngen a unos 60 km al este. Aquí es posible sumergirnos en el mundo ártico siguiendo el recorrido del Midnight Sun Marathon, que se corre en junio bajo el sol de medianoche, siguiendo la línea del puerto y pasando por la estatua de Amundsen (que nació en esta zona), por el acuario lúdico-científico Polaria o por una zona casi salvaje de la isla. El trail hay que completarlo en 5 horas y media, desde las 20,30 que se da la salida en Tromso hasta las 2,00 h que es la hora límite de llegada.

Desde el 2016 se incluyen cuatro pruebas en el programa de la Tromsø Skyraces, creada en septiembre del 2014 por los coorganizadores Kilian Jornet, leyenda de los trails, y Emelie Forsberg, doble campeona del mundo de skyrunning. A la Hamperokken (50 km,+ 4400 m de desnivel y dos cumbres) y la Tromsdalstind (25 km, + 2000 m de desnivel) se añadieron el segundo año la Blamann (carrera vertical de 2,7 km, + 1044 m desnivel) y en la tercera edición, la Bøntuva Tour-race (10 km, + 770 m de desnivel).

El recorrido de esta carrera y su temperatura media (de entre 15 y 20º) son tan óptimas que en Berlín se han conseguido seis récords mundiales desde 1998. (Foto: Getty)
El recorrido de esta carrera y su temperatura media (de entre 15 y 20º) son tan óptimas que en Berlín se han conseguido seis récords mundiales desde 1998. (Foto: Getty)

5. MARATON DE BERLÍN: UNA DE LAS CITAS CLÁSICAS

El 16 de septiembre de este año se celebrará la 45 edición de la Maratón de Berlín, una de las carreras más clásicas en Europa y en la que los corredores profesionales suelen batir sus marcas. Ayuda la topografía llana de la ciudad y un circuito muy bien diseñado que permite además disfrutar de los grandes iconos arquitectónicos y urbanísticos de la ciudad. Junto con los maratones de Boston, Nueva York, Chicago, Tokio y Londres, la carrera berlinesa tiene la etiqueta Major que reconoce a las pruebas más importantes del mundo de 42,195 km. Aunque hay que inscribirse con tiempo, pasar por un sorteo y pagar más de 100 euros, cada año corren por Berlín más de 43.000 corredores.

La carrera parte de la puerta de Brandemburgo y vuelve a ella tras un recorrido circular y después de atravesar el barrio de Charlottenburg, dar una vuelta por el Tiergarten, el pulmón verde de la ciudad, y pasar junto al Reichstag, descubrir Potsdamer Platz con su muestrario de vanguardista arquitectura contemporánea, o pasar junto a la magnífica Konzerthaus (auditorio) de la ciudad.

6. EL MARATÓN MÁS TURÍSTICO DEL MUNDO: ROMA

Correr en un escenario de más de 3.000 años de historia es algo muy excepcional. En Roma, su popular maratón sale y llega del excepcional anfiteatro del Coliseo donde casi escuchamos el rugir de los romanos animando a los gladiadores (o a nosotros). Pero es solo el punto de arranque: la carrera trascurre por los puntos más emblemáticos de la ciudad, como la Piazza del Popolo, la Piazza Navona con sus tres fuentes, sus terrazas y su arquitectura barroca o la Piazza de España con sus escaleras y sus tonos cálidos, la Piazza Venezia o la Fontana de Trevi. Se puede hacer el recorrido largo pero si queremos disfrutar también del “circuito monumental”, tenemos la opción de recorrer solo 10 km desde Piazza Navona (Castell de Sant’Agelo, Piazza del Popolo, Piazza de España, fontana de Trevi, Via dei Fori Imperiali, Circo Massimo, barrio judío para regresar al punto de salida.

Cada año más de 50.000 corredores deciden ir a la ciudad de la luz para completar los 42 kilómetros que ofrecen las calles parisienses. (Foto: Getty)
Cada año más de 50.000 corredores deciden ir a la ciudad de la luz para completar los 42 kilómetros que ofrecen las calles parisienses. (Foto: Getty)

7. PARÍS: CORRIENDO POR UN MUSEO

El 8 de abril de 2018 se celebrará una edición más de la maratón de París, una de las pruebas más famosas del mundo, junto con la de Nueva York o la de Berlín. Todo comenzó en 1896 cuando casi 200 participantes decidieron rememorar la famosa prueba clásica desde Porte Maillot. En los años 70 la competición comenzó a hacerse masiva y los aficionados comenzaron a participar junto a los especialistas. Hoy es una de las maratones más clásicas, con 42.195 kilómetros que van desde la Rue de Rivoli hasta el muelle del Sena pasando por los monumentos más representativos de la ciudad. En otros tiempos pasaba por todos los barrios pero hoy se desarrolla exclusivamente en la orilla derecha del Sena y su trazado es sencillo, de forma que más de 40.000 participantes terminan la carrera. Desde los Campos Elíseos y la Avenue Foch, pasa por la Bastilla, atraviesa el bosque de Vincennes, el Trocadero, las Tullería y el bosque de Bolonia. Es como recorrer un museo al aire libre.

En realidad, en París no hace falta esperar al Maratón para disfrutar corriendo. Casi todos los barrios son perfectos para correr y algunos celebran pruebas monumentales, como la Diagonal de los Locos, en las famosas escaleras de Montmartre, o el ascenso a la Torre Eiffel. Y lo que siempre tendremos a mano son los muelles del Sena, en especial en la zona peatonal de la orilla izquierda. Lo mejor es olvidarnos de batir marcas y levantar la mirada para admirar y descubrir París entre zancada y zancada.

8. EL MARATÓN ORIGINAL: ATENAS

Para ir al inicio de todo este mundo de carreras épicas hay que remontarse a un día 13 de septiembre del año 490 A.C. Según cuenta la leyenda, contada por Herodoto, los atenienses, que luchaban contra los persas en la Primera Guerra Médica lograron rechazar un intento de invasión persa en Maratón, ciudad situada 40 km al noreste de Atenas. Fue entonces cuando el general ateniense, Milcíades, envía al soldado Filípides a anunciar la noticia a la ciudad. Tras cuatro horas de carrera, el mensajero alcanza su objetivo pero muere de agotamiento en el ágora, al pie de la Acrópolis. Esta es la historia que inspiró a Pierre de Coubertin para “inventar” el maratón con ocasión de los primeros Juegos Olímpicos modernos, en 1896. Más de un siglo después, esta carrera se celebra cada año con el mismo recorrido que hizo Milcíades, el mismo día que se celebra la maratón de Nueva York. El de Atenas es un maratón duro, pero es un maravilloso viaje en el tiempo que culmina con la llegada al estadio Panathinaikós, casi idéntico al de la Antigüedad.

9. EL ULTRAMARATON DE REUNIÓN, UNA LEYENDA DEL TRAIL

Si la de Nueva York es la prueba mítica para los corredores de asfalto, La Diagonal de los Locos de la isla Reunión es el equivalente para los amantes del Trail. Es una prueba a través de la isla de 166 km y más de 9900 m de desnivel, aunque el trazado varía cada año. Es todo un desafío que hay que terminar en menos de 66 h y son muchos que lo intentan. Este Gran Raid nació en 1989 y es la competición más veterana de los Ultra-Trails, después del Maratón de las Arenas de Marruecos y la Western States 100 de California. En ella han participado las grandes estrellas de la competición como el español Kilian Jornet.

Lo mejor sin duda es el escenario en el que tiene lugar: una isla volcánica con los circos naturales de Cilaos y Mafate y el Pitón de la Fournaise que son por si mismos la verdadera selección de los corredores que se atreven con este desafío. Los organizadores no dejan de recordar que es preciso tener cuidado en cada zancada y es que la llamada Diagonal de los Locos se ha cobrado incluso alguna vida.

El próximo reto: del 18 al 21 de octubre de 2018.

10. LA MURALLA CHINA

Por algo la llaman gran muralla, es impresionante, y esta carrera realmente le hace justicia. La ruta, que incluye 5.164 escalones de piedra, no es para nada un paseíto, pero las vistas de los montes y aldeas que la rodean y de la propia muralla, la hacen más llevadera.

Los que han corrido en la muralla dicen que pese a la dureza de la prueba tiene un aire muy festivo. (Foto: <a href="http://great-wall-marathon.com/" rel="nofollow noopener" target="_blank" data-ylk="slk:Great Wall Marathon;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas" class="link ">Great Wall Marathon</a>)
Los que han corrido en la muralla dicen que pese a la dureza de la prueba tiene un aire muy festivo. (Foto: Great Wall Marathon)

En el caso de esta prueba, a los 42,195 km se añade la dificultad de los más de 5.000 escalones bastante irregulares que hay que subir. Desde luego, es una de las pruebas más originales que existen por el escenario en el que se desarrolla pero también se puede correr por la famosa muralla sin esperar al día de la carrera. En el tramo de Badaling, el más popular, la dificultad añadida son los turistas que deambulan por la muralla y que hacen imposible el ritmo. Para correr es mejor ir a Mutianyu, entre un bosque exuberante, y con muchos miradores.

11. EL MARATÓN MÁS ALTO DEL MUNDO: LADAKH, INDIA

Desde el año 2012, el primer o segundo sábado de septiembre se disputa el maratón más alto del mundo. Es el Maratón de Ladakh, que en poco tiempo, se ha colocado entre las pruebas míticas del calendario del running a nivel mundial exclusivamente por la altitud, que es todo un reto: el recorrido transcurre entre los 3.000 y los 5.359 m. La carrera recorre una de las zonas más complejas del mundo, en la región de Ladakh, y más concretamente en el valle del Indo, en el estado de Jammu y Cachemira, al norte de la India. La altitud es ya un primer hándicap pero además, las condiciones topográficas y ambientales son muy difíciles, tanto que los organizadores recomiendan a los participantes que lleguen por lo menos una semana antes de la carrera para aclimatarse y evitar los desfallecimientos, que no son infrecuentes. Cada vez son mas los que opinan que a pesar de las dificultades (o tal vez precisamente por ellas) merece la pena correr al menos una vez en la vida el maratón más alto del mundo.

12. EL SENDERO MÁS LARGO DEL MUNDO: TE ARAROA TRAIL, NUEVA ZELANDA

En Nueva Zelanda todo está pensado para caminar. Y quien dice caminar, puede decir también acelerar un poco el paso y correr. Aquí encontramos por ejemplo el sendero señalizado más largo del mundo, el Te Araroa Trail, inaugurado en diciembre del 2011 y todavía poco frecuentado.

Necesitaremos ir con precaución y con un navegador por si nos despistamos, pero la experiencia es magnífica. Arranca en el cabo Rienga, el lugar en el que se unen el Pacífico y el Mar de Tasmania y donde dicen los maorís que las almas de los muertos se lanzan al océano. Desde la isla Norte (1600 km) hasta la isla Sur (1400 km) el recorrido nos permitirá ver toda la diversidad del país, con sus playas interminables, sus cumbres volcánicas y sus géiseres, los bosques húmedos, e incluso alguna que otra llanura. La aventura puede durar entre cuatro y seis meses o también se puede elegir solo un tramo. Son más de 3.000 kilómetros para elegir en qué lugar en lugar de caminar nos ponemos a correr.

Por supuesto no es necesario correr para visitar estos lugares espectaculares. Ir a cualquiera de ellos es una decisión acertada porque podrás gozar de su extraordinario legado monumental y cultural que no deja indiferente a nadie.

¿Conocías estas carreras? ¿Te gustaría participar en alguna? ¿Cuál es tu favorita y cuál añadirías a la lista?

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