El motivo por el que la Reina Isabel II celebra su cumpleaños dos veces al año

Este mes es el cumpleaños de la Reina Isabel de Inglaterra. El 21 de abril de un lejano ya 1926 vino al mundo Elizabeth Alexandra Mary, una niña que traía ya bajo el brazo el título de princesa. Y ahora la Reina cumplirá unos magníficos 92 años. La monarca más longeva. Sin embargo, el próximo 21 de abril Isabel II celebrará su cumpleaños de manera muy discreta, en la intimidad de la familia, porque el cumpleaños de la Reina que se celebra en público, y con grades festejos, será en junio. Así es, hay dos celebraciones de un mismo cumpleaños. Pero, ¿cuál es la razón de esta extraña manera de festejar por duplicado el cumpleaños?. El motivo es de lo más extravagante. Pero, empecemos por el principio.

Aunque Isabel nació siendo princesa, no estaba previsto que llegara nunca a reinar. No era una heredera directa al trono británico. Sin embargo, alguien cambió por completo su destino: su tío el Rey Eduardo VII. El Rey Eduardo VII abdicó y así el príncipe Alberto, el padre de Isabel, se convirtió en Rey y ella en heredera. El padre de Isabel murió joven y en 1956, con sólo 20 años, la joven se convirtió en Reina de los británicos. En cuanto la joven Isabel subió al trono se descubrió el carácter audaz y terminante de la nueva Reina. Tomaba decisiones sin dudar y pronto resolvió que sería una férrea defensora de las tradiciones de sus antepasados.

Y, precisamente, fue uno de sus antepasados el “culpable” de que la Reina Isabel II celebre siempre su cumpleaños dos veces en lugar de una sola vez, como el resto de los mortales, y hasta como el resto de los monarcas. Nos tenemos que ir hasta un frío mes de noviembre de 1748 para entenderlo. Vamos allá: Reinaba Jorge II de Gran Bretaña y su cumpleaños era el 9 de noviembre. El Rey cumplía 65 años, una edad que ya se consideraba avanzada para aquella época y los duros años de reinado habían hecho mella en su estado físico, pues fue el último monarca británico que dirigió personalmente a sus soldados en las batallas. El Rey quería dejar de guerrear y continuar su reinado de manera pacífica y centrándose en temas más ociosos.

Entre los temas que le interesaban al cano Rey estaba la celebración de su cumpleaños. Pero la fecha de su nacimiento caía en una época muy fría. El mes de noviembre en Gran Bretaña no tenía el clima apropiado para festejos en las calles. El Rey quería que sus súbditos salieran a la calle para festejar el cumpleaños de su soberano, pero la gente se resguardaba en casa del frío mes de invierno. Fue entonces, en aquel noviembre de 1748 cuando Jorge II tuvo una idea bastante extravagante, pero eficaz: cambiaría la fecha de celebración de su cumpleaños. El asunto estaba en situar la celebración oficial de su cumpleaños en un mes cálido y de esa forma tendría asegurado que el pueblo saldría a festejar en la calle el día que el Rey vino al mundo, aunque lo celebraran en día y mes distinto. El día elegido por Jorge II para institucionalizar su nueva fecha de cumpleaños fue el 9 de junio coincidiendo con un desfile militar que tenía lugar cada verano. Para esa fecha el clima mejoraba considerablemente en las islas británicas y de esa forma el Rey consiguió que el pueblo se echara a las calles para vitorearle, que se hicieran fiestas en su nombre y que sus soldados desfilaran en su honor, sin miedo a quedarse congelados.

Y de aquella extravagante, pero práctica idea, de Jorge II le viene a la Reina Isabel II que este mes de abril sólo celebre su cumpleaños en la intimidad y que sea el próximo 9 de junio cuando la Reina de Inglaterra festeje su cumpleaños oficial en público. Lo hará, como manda la tradición. Isabel II saldrá al balcón del Palacio de Buckingham para saludar a los 1.500 soldados y los 400 músicos que compondrán el gran desfile que se hará en Londres conocido como Trooping The Colour. De aquel primer cumpleaños oficial de Jorge II a este cumpleaños oficial de la Reina Isabel habrán pasado 271 años, nada más y nada menos. La Reina Isabel demuestra así su pasión por las tradiciones, al menos por la tradición de tener dos cumpleaños, eso queda claro.