Trabajar desde casa puede estar pasando factura a tu cuerpo

Trabajar desde casa puede estar pasando factura a tu cuerpo

Quienes han comenzado a trabajar desde casa de un día para otro debido al confinamiento por el coronavirus han tenido que adaptarse a muchas cosas: crear una oficina con lo que pueden, averiguar cómo hacer ejercicio sin tener acceso a un gimnasio o simplemente estar atrapados dentro de casa. Aunque parezca menor, desde un punto de vista físico, ese cambio repentino de rutina y entorno puede estar haciendo estragos en tu cuerpo, dicen los expertos.

“El cuerpo está increíblemente interconectado y depende de múltiples circuitos de retroalimentación o líneas de comunicación para realizar todas sus funciones normales”, le explicó a Yahoo Life la doctora Leah Welsh, osteópata y especialista en medicina integrativa en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. “Eso incluye posturas físicas, actividad mental, apoyo emocional y estrés: el cuerpo registra todo lo que nos ocurre adentro y afuera”.

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Tu cuerpo se acostumbra a tener ciertos ritmos y rutinas, y, según indica Welsh, depende de un horario para funcionar bien. “Estos ritmos son muy diferentes en todos nosotros en este momento de quedarnos en casa”, dijo.

No todo es malo, señala: solo que hay algunos peligros comunes que pueden provocar un desfase en tu cuerpo. Ten estos factores en cuenta.

Te estás moviendo mucho menos

Si antes de esto trabajabas fuera de tu casa, el actual nivel de actividad, más bajo que el habitual, puede hacer que tu cuerpo se vea afectado. “Muchos no nos movemos tanto como lo haríamos normalmente: no caminamos para ir a trabajar, para ir de nuestro auto al trabajo, ni nos movemos por la oficina”, le comentó a Yahoo Life la doctora Jessalynn Adam, ortopedista en el Centro Médico Mercy de Baltimore.

“El camino entre la oficina que hiciste en tu casa y la cocina probablemente sea más corto que si estuvieras en tu lugar de trabajo. Es muy fácil moverse menos de lo normal, en términos de las actividades diarias que haces”.

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Esto puede conllevar una serie de problemas, incluidos dolor de espalda, dolor en las articulaciones y mialgia. Para combatirlo, Adam recomienda levantarse y caminar por el lugar en intervalos regulares; incluso puedes configurar una alarma para que te recuerde hacerlo, más o menos, cada hora. También puede ayudar variar el modo de trabajo, le indicó a Yahoo Life el doctor Arash Lavian, médico especialista en rehabilitación y tratamientos para el dolor en el Instituto Cedars-Sinai Kerlan-Jobe de Santa Mónica, California. “Te conviene limitar el tiempo que pasas sentado en el ordenador”, dijo. Lavian recomienda crear un espacio en el que puedas tener un escritorio para trabajar de pie (una isla de cocina o una pila de libros en la mesa de tu cocina pueden funcionar) y alternar unas horas trabajando sentado con otras trabajando de pie.

Estás encorvado frente a tu ordenador

La mayoría de las oficinas están diseñadas teniendo en cuenta criterios ergonómicos en el trabajo. Tu ordenador está (o debería estar) colocado para que puedas permanecer recto al mirarlo y la silla debe tener un buen respaldo, todo para que estés cómodo mientras trabajas. En tu casa puede que sea un poco más difícil lograr esto, especialmente si estás usando un portátil apoyado sobre tus piernas. Eso puede hacer que estés encorvado, lo cual no es ideal.

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“Estar encorvado en el escritorio generalmente causa un desequilibrio entre la parte frontal del pecho, los hombros, las costillas y la parte posterior de la cabeza, el cuello y la mandíbula”, señaló Welsh. “A muchos pacientes les hablo de esto”, a través de internet, con pacientes que se enfrentan a las consecuencias de estar encorvados en un ordenador. “He oído a muchos pacientes que sufren más dolores de cuello y de espalda”, comentó.

El objetivo es mantener el cuerpo bien alineado y mantener una postura correcta mientras se trabaja. Adam recomienda asegurarse de que el ordenador esté colocado a una altura suficiente en la zona de trabajo para que no tengas que mirarlo desde arriba y que las rodillas estén situadas en un ángulo de 90 grados respecto al suelo. Si te acuerdas de echar para atrás los hombros varias veces al día también puede ayudar, dijo.

Estás frente a pantallas mucho más tiempo del habitual

Al no poder ir a restaurantes, tiendas o a cualquier parte, tienes mucho más tiempo libre del habitual. Entonces, es probable que pases largos períodos de tiempo frente al televisor y frente al teléfono, y eso puede ser duro para tus ojos.

“Pasar mucho tiempo frente a la pantalla puede aumentar síntomas como fatiga ocular, ojos secos y dolores de cabeza”, le contó a Yahoo Life la doctora Carolyn Duong, oftalmóloga en UCLA Health. “El sobreesfuerzo que implica usar mucho el ordenador se debe a que los ojos tienden a parpadear menos frente a pantallas, lo que también puede exacerbar los síntomas de ojos secos. El uso de dispositivos digitales que no se miran de frente (como el teléfono) o que se miran distancias inapropiadas puede aumentar los síntomas de fatiga ocular y sensibilidad a la luz”.

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Para mantener sanos tus ojos, la doctora recomienda aumentar el contraste de las pantallas para tratar de reducir el brillo. La regla de 20-20-20 (cada 20 minutos, mira a 20 pies de distancia durante 20 segundos) también puede ayudar a aliviar la fatiga ocular, indició. Y si sufres síntomas de ojos secos (incluida picazón, ardor o escozor en los ojos, ojos llorosos o visión borrosa, según la Asociación Estadounidense de Optometría ), Duong señala que recurrir a lágrimas artificiales puede ayudar.

No llevas zapatos puestos

Trabajar desde casa significa que puedes llevar puesto lo que quieras, o no llevarlo, pero si normalmente llevabas puestos zapatos antes de la pandemia, Levian comentó que no es buena idea estar descalzo todo el día.

“Tu cuerpo está acostumbrado a tener un soporte para el arco en los zapatos”, explicó. “Cuando de repente no tiene ese soporte porque siempre estás descalzo, eso puede afectar a tu postura”, lo cual puede provocar dolor en la cadera, la espalda, las rodillas y los pies, comentó. También puede provocar dolor en el talón y afecciones como la fascitis plantar, es decir, la inflamación del tejido que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies, señaló.

Eso no significa que no debas descalzarte; simplemente limita el tiempo. Adam dice que “una solución sencilla es ponerte un par de zapatillas de estar por casa y así darle algo de soporte al arco, mientras el talón descansa sobre una superficie acolchada para mantener el equilibrio al caminar por una superficie dura”.

Estás haciendo ejercicio sobre una superficie dura

En el gimnasio, probablemente hagas ejercicio sobre un suelo diseñado para absorber los impactos, dice Levian, pero no puedes disfrutar de esto si tienes un suelo de madera dura en tu casa. “Eso puede ser peor para tus músculos y articulaciones cuando hagas ejercicio”, comentó.

Por eso, Adam recomienda que te sigas preparando para hacer ejercicio de la misma manera que si fueras al gimnasio, poniéndote unas zapatillas que tengan un buen soporte y que amortigüen bien, en lugar de hacer ejercicio descalzo (a menos que estés haciendo yoga o pilates). Si tienes una, usa una alfombra o una esterilla de yoga. Levian dice que es buena idea hacer ejercicio sobre una esterilla porque ofrece un apoyo adicional. “Lo que buscas es recrear algunas de las superficies más blandas del gimnasio”, añadió.

Si de repente sufres dolor muscular o en las articulaciones, no dudes en llamar a tu médico para pedir consejo, pero los expertos aseguran que hacer estos pequeños cambios en tu rutina diaria puede ayudar. “Haz lo que puedas”, dice Adam.

Korin Miller