Yahoo Estilo 5 mitos sobre primeros auxilios (y cómo sí actuar en caso de emergencia)
Durante una emergencia, muchas personas sin entrenamiento en primeros auxilios podrían entrar en pánico. Por ello, y aún con las mejores intenciones, podrían cometer errores basados en mitos populares. Echa un vistazo a esas falsas creencias (para no seguirlas), y además, aprende cómo sí deberías actuar en caso de emergencia.
Los 5 mitos más comunes de los primeros auxilios
Mito 5. “Está en el suelo. Hay que intentar reincorporarlo o moverlo de sitio”
Nunca deberías mover a un paciente durante una emergencia, y menos, luego de un accidente de tránsito, explica Michael Van Rooyen, médico y profesor de emergencias médicas en la Escuela de Medicina de Harvard, a la revista Prevention.
“Una de las heridas más temidas, especialmente luego de un accidente vial, es la de la espina cervical o cuello“, dice el experto. “Mover a la persona sin inmovilizarla adecuadamente primero, podría producirle una parálisis“, continuó.
¿Qué hacer? Llama a emergencias y deja que se ocupen de ese aspecto. Mientras tanto, asegúrate de que la persona respire y esté cómoda. Dile que la ayuda está llegando y quédate hasta que aparezca la ambulancia.
Mito 4. “Hay que desinfectar la herida con alcohol”
Sí, hay que desinfectar las heridas, ¡pero no con antisépticos!, explica Van Rooyen y continúa: “No ayudan, y además podrían producir dolor”. Lo mismo cuenta para el agua oxigenada (peróxido de hidrógeno), el yodo y la iodopovidona. Estos elementos dañarían al tejido sano, y no dejarían actuar a las células responsables de curar heridas, señaló el especialista.
¿Cómo proceder? Abre el grifo y pon la herida debajo. Si sigue sangrando, aplica presión directa. Puedes dejar secar o colocar un vendaje suelto. El cuerpo, luego, movilizará a las células blancas para formar una costra que no deberías tocar. Esa cáscara es una cubierta estéril que permite que la herida se cure por dentro.
Mito 3. “Le sangra la nariz. ¡Que incline la cabeza hacia atrás!”
Al hacerlo, no ayudas a detener el sangrado. Solamente haces que se vaya hacia la garganta. Si tragas sangre, dice Van Rooyen, podrías vomitar pero no sabrás cuánto estás sangrando ni detendrás el sangrado.
¿Qué hacer? Deja la cabeza erguida, para bajar la presión sanguínea de las venas de la nariz, y usa tu pulgar y dedo índice para hacer hacer una pinza en ambas fosas nasales y cerrarlas por 15 minutos (respirando por la boca). Luego de ese tiempo, suéltalo, y si sigue sangrando, repite por otro cuarto de hora.
“La mayoría de los sangrados son benignos y se resuelven por sí solos”, dice Van Rooyen. Si no se detiene luego de 30 minutos, o si sucede luego de un accidente o golpe, llama a un médico.
Mito 2. “Se quemó, ¡hay que colocar mantequilla en la quemadura para aliviar el dolor!”
Si lo haces, podrías hacer que la herida se vuelva difícil de tratar y que aumenten las chances de una infección, se explica en el sitio de la Cruz Roja Americana.
Mejor, trata la quemadura con agua fría. Si es una gran quemadura y comienza a ampollarse, llama a un médico. Mientras tanto, mantén el área limpia y envuelta ligeramente con un paño seco y estéril.
Mito 1. “La mejor forma de tratar el sangrado de una extremidad es aplicar un torniquete”
Lo habrás visto en las películas, pero no sirve siempre. Es que, la técnica de envolver con presión una extremidad que sangra mucho, podría producir un daño permanente a la misma, explica la Cruz Roja. Deben usarse solamente en caso de último recurso y de sangrado grave.
Lo mejor, es dar palmadas suaves con una gasa estéril en la herida, aplicar presión directa y envolverla. Busca ayuda inmediata si la herida no frena o si comienza a abrirse, ensuciarse, o fue causada por la mordida de un animal.
Siempre consulta con un médico o llama a emergencias si no sabes cómo proceder en caso de accidente, herida y otras urgencias médicas.
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