Hace 50 años jugaron golf en la Luna ¡y apenas encontraron la pelota perdida!

Alan Shepard no sólo fue el primer estadounidense que viajó al espacio, sino que también fue la primera persona que jugó golf en la Luna.

Durante la misión Apolo 14 (el tercer viaje exitoso a la Luna), Alan Shepard -un ávido fan del golf- se preparó para hacer un pequeño experimento sobre la gravedad lunar.

Así que sin avisarle a la NASA, Shepard armó un palo de golf improvisado con herramientas para recoger rocas lunares y se llevó dos pelotas para ver qué tan lejos llegarían con un buen swing.

El problema es que el traje espacial era tan incómodo que Shepard no pudo pegarle a las pelotas de golf como en verdad quería.

Su primer intento fue un fracaso, ya que la bola sólo voló un poco y se quedó atorada en un cráter lunar.

Peeero el segundo golpe, según él, fue mucho más exitoso y dijo que la bola de golf voló “millas y millas”.

Durante 50 años la ubicación de esa pelota de golf en la Luna era desconocida, pero ahora, gracias a la tecnología, ya sabemos dónde aterrizó.

Como cuenta la BBC, Andy Saunders, un especialista en imágenes, logró mejorar digitalmente las fotos y videos del viaje tomados por la tripulación, lo que reveló el misterio de la ubicación de ambas pelotas.

Saunders, quien trabajó con la Asociación de Golf de Estados Unidos para este proyecto, dijo que a pesar de la icónica frase de Shepard, la bola no estuvo ni cerca de volar por millas y millas, sino que sólo viajó algunas yardas.

“Pudimos determinar de forma precisa que la bola número uno viajó 24 yardas (21.9 metros) y la bola número dos voló 40 yardas (36.5 metros)”, señaló el experto.

Sin embargo, Saunders explica que a pesar de que la bola no viajo tanto como se creía, lo que hizo Shepard (el quinto hombre en pisar la Luna) fue toda una hazaña que no cualquiera hubiera podido realizar.

“Su traje presurizado restringía su movimiento y el visor del casco no le permitía ver hacia abajo”, mencionó.

Por último, señaló que Shepard sólo pudo ocupar un brazo para golpear la bola y la tracción gravitacional en la Luna también complicaba el movimiento.

“El simple hecho de que Shepard logró hacer contacto y mandó la bola por los aires es extremadamente impresionante”, finalizó Saunders.