Un año del crimen de Gales: la historia de una amistad rota y una herencia multimillonaria
Se cumple un año de la tragedia que ocurrió en Llandaff, Cardiff, en Gales. Un crimen que conmocionó a Reino Unido y que, con el tiempo, se ha sabido era una historia de una amistad rota y una herencia multimillonaria. El protagonista, Dylan Thomas, un joven de 24 años, heredero de una de las fortunas más grandes de Gales, vinculado al imperio empresarial de una icónica marca de comida, era amigo y compañero de piso de William Bush. Una relación que acabó de la peor manera imaginable.
Una amistad rota
Dylan y William se conocieron en el colegio privado Christ College Brecon, en el sur de Gales. Desde entonces, la amistad entre ellos había sido cercana, forjada en las aulas y reforzada por los lazos de convivencia que los unían en la casa que compartían en Llandaff. A sus 23 años, Dylan había decidido irse a vivir con su novia, Ella Jeffries; motivo por el que empezó a crecer la tensión entre los dos amigos.
La de la víspera de Navidad de 2023, Dylan atacó a su amigo y compañero de piso con dos cuchillos, causándole 37 heridas. La mayor parte de los cortes se concentraron en la zona del cuello, donde Dylan cortó una arteria principal, provocando que William se desangrara en cuestión de minutos.
Alegó que fue en defensa propia
Al ser interrogado por la policía, Dylan explicó que había actuado en defensa propia, alegando que William había tenido un “episodio” de locura. Según el periódico Daily Mail, el fiscal Greg Bull describió el crimen como “un ataque frenético”. De hecho, en los meses anteriores al asesinato, Dylan había intentado hacer cosas extrañas, como escalar la cerca del Palacio de Buckingham en Londres, lo que resultó en su arresto.
Detenido por escalar la valla del Palacio de Buckingham
Es este último episodio, en el que también acabó detenido, en la que intentó entrar en la residencia real, también fue presentada como un indicio de la psicosis que sufría. En el juicio, que aún sigue sin ninguna sentencia definitiva, el tribunal escuchó los testimonios de la familia y amigos de William, quienes lo describieron como un hombre tranquilo, leal y sin inclinaciones violentas. “Era el mejor amigo de Dylan, y Dylan era su único amigo”, comentó el abogado defensor, refiriéndose a la relación entre ambos. La figura de Dylan, un joven solitario, comenzó a perfilarse ante los ojos del jurado, mientras que la psicopatología de su comportamiento se convertía en el eje central de la defensa.