A estas alturas es imposible no empatizar con María Teresa Campos

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Por Mike Medianoche. - Una cosa tenemos claro a estas alturas de la película: María Teresa Campos no se va a retirar nunca de los medios de comunicación, ni como comunicadora ni como personaje del mundo rosa. Sus ganas de seguir en activo a sus 80 años son enormes, aunque este 2021 se haya convertido probablemente en un annus horribilis para ella. Ha tenido tropiezos profesionales, vendió su casa de siempre para mudarse a un ático, ha tenido que ver cómo su vida sentimental pasada se desenterraba por enésima vez, y hasta ha presenciado cómo sus hijas y su nieta tenían desavenencias televisivas.

Un montón de circunstancias que nos han hecho empatizar plenamente con ella, y aunque no seamos parte de su familia, nos han hecho ponernos de su lado y pedir que la dejen un poco en paz, propios y extraños.

MADRID, ESPAÑA - 20 DE OCTUBRE: María Teresa Campos en el coche con su perro y su asistente Gustavo, el 20 de octubre de 2021, en Madrid, España. (Foto de Jose Ramon Hernando / Europa Press a través de Getty Images)
MADRID, ESPAÑA - 20 DE OCTUBRE: María Teresa Campos en el coche con su perro y su asistente Gustavo, el 20 de octubre de 2021, en Madrid, España. (Foto de Jose Ramon Hernando / Europa Press a través de Getty Images)

El 2021 empezó fuerte para ella. El 30 de diciembre se publicaba una entrevista que le hizo Isabel Gemio en su canal de YouTube, la cual tuvo su polémica en los primeros días de enero. En los primeros minutos del encuentro Isabel hablaba de la edad de la Campos, quien le respondía “eres una cerda”. La cosa fue a más cuando Teresa le afeó a su compañera que tuviese que leer la Wikipedia para la entrevista, tampoco le sentó bien que diese su carrera por terminada insistiendo en que el público quiere verla, y hasta le pidió que terminase la charla cuando empezó a sentirse más incómoda de la cuenta.

Ese mismo enero María Teresa se sentó en Sábado Deluxe para limar asperezas con Jorge Javier Vázquez, que había cargado contra ella tres meses antes. La entrevista fue un flaco favor a la de ¡Qué tiempo tan feliz!. Ella se esforzó en mostrarse como una mujer enrollada y divertida, que bailaba, que se reía de sí misma, pero solo provocó ternura porque estaba totalmente equivocada con su show.

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La primavera tampoco fue fácil para la madre de Terelu Campos. Rocío Carrasco, a quien siempre ha defendido y protegido, se convirtió en estrella de la televisión con su serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva. Allí la hija de Rocío Jurado narró su supuesto infierno junto a Antonio David Flores, desvelando la violencia vicaria que, según ella, el exguardia civil habría ejercido contra ella a través de sus hijos. De forma indirecta volvió a estar en el disparadero y muchos programas de televisión y radio quisieron contar con unas palabras suyas al respecto. “No quiero morirme sin que a ti se te haga justicia, no me puedo morir con todo el mundo pensando que tú no quieres a tus hijos”, dijo en el Deluxe, en mayo.

En marzo precisamente María Teresa estrenaba su último proyecto, hasta la fecha, en Telecinco: La Campos Móvil. Un formato de entrevistas en el que charlaría con personas del mundo de la cultura, la política o el deporte, mientras recorrían Madrid en un vehículo-plató. Pero el programa nació muerto: su primera entrevistada era Isabel Díaz Ayuso, y se emitió cuando la mandataria había dimitido y convocado elecciones. Todo lo que se hablaba allí estaba desactualizado.

Telecinco ni siquiera le ofreció un prime time: La Campos Móvil se emitió en la franja de Sálvame Tomate, fue un tropezón en audiencias, y el programa fue cancelado. Ni hubo deportistas, ni personajes del mundo de la cultura, ni nada de nada. Desde entonces, siempre que ha vuelto a un plató, ha sido como colaboradora. Tan solo fue protagonista absoluta en Lazos de sangre (donde volvió a hablar de Rocío Carrasco) y la audiencia no la respaldó. Es el programa menos visto en la historia del formato, con menos de 850.000 espectadores.

Tras el verano llega el nuevo curso Televisivo, y Mediaset azota fuerte a María Teresa. Y no solo por momentos de dudoso gusto, como el día que hicieron pintadas en Sálvame sobre su foto en los pasillos de la cadena. El grupo fichó a su expareja Edmundo Arrocet para el reality Secret Story: La casa de los secretos, y se volvió a abrir el cajón de la basura sentimental, con quién dejó a quién, de qué forma. Era desgarrador pensar que a una señora octogenaria le hiciesen pasar un nuevo quinario tan solo por la audiencia, y por tener contenidos en Sálvame y derivados. La prensa la perseguía por la calle en unas imágenes que daban mucha pena, nadie se merecía ese acoso a estas alturas. Hasta tuvo que salir Gustavo, su fiel chófer, a dar la cara por ella.

Viendo todo esto en una línea temporal de 12 meses nos hacen pensar que efectivamente este 2021 ha sido el peor año de María Teresa, porque no ha salido de una cuando ya le habían metido en otra. Y por eso no podemos dejar de tener empatía con ella, porque como ya analizamos en estas páginas, es el momento de que la dejemos en paz y que pueda vivir tranquila, tal como se merece.

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