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Abrupta salida de ministro de Economía de Argentina podría profundizar crisis del mercado

El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, posa para una foto antes de una entrevista con Reuters en el Ministerio de Economía, en Buenos Aires. Argentina

Por Jorge Otaola y Eliana Raszewski

BUENOS AIRES, 3 jul (Reuters) - La abrupta partida del ministro de Economía de Argentina y la falta de un sucesor claro podría amenazar con desestabilizar aún más una economía ya sacudida por una inflación muy alta, crecientes costos de la energía y latentes temores sobre posibles nuevos incumplimientos de deuda.

Martín Guzmán, el arquitecto del reciente acuerdo por 44.000 millones de dólares del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), renunció el sábado cuando las tensiones dentro del Gobierno aumentaron sobre cómo manejar la crisis económica en uno de los principales productores de granos del mundo.

Relativamente moderado, se había enfrentado con el ala más militante de la coalición peronista gobernante en torno a la poderosa vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien criticó públicamente a Guzmán y pidió más gasto público.

La renuncia, la de perfil más alto desde que el presidente Alberto Fernández asumió el cargo a fines de 2019, ha dejado al descubierto profundas grietas en el Gobierno, que amenazan con desbaratar la gestión económica del país.

"La renuncia del ministro Guzmán realmente descubre la ruptura interna en el Gobierno", dijo Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, y agregó que había sido un "ancla" de la política económica a pesar de sus dificultades.

"Desde el lado económico, amplifica la dinámica de incertidumbre en la que ya estaba Argentina", acotó.

Sobre la mesa ahora están las políticas en torno al peso argentino, que está protegido por estrictos controles de capital que han frenado tipos de cambio paralelos que duplican al valor oficial. Guzmán también supervisó los regímenes fiscales en torno a los granos y la política energética.

La inflación está por encima del 60% anual y se espera que aumente aún más, mientras que los altos costos de importación de energía han obstaculizado la capacidad del país para aumentar las agotadas reservas de divisas. Los bonos soberanos se han desplomado a paridades mínimas históricas.

Guzmán tenía previsto viajar a Francia para las conversaciones del 6 de julio con la idea de reestructurar una deuda de unos 2.000 millones de dólares con el Club de París de prestamistas soberanos, considerada clave para reabrir el acceso a la inversión extranjera directa necesaria para infraestructura y energía.

"VACÍO" ECONÓMICO

Daniel Marx, exsecretario de Hacienda y negociador de la deuda, dijo que la tarea para Guzmán se había vuelto insostenible en medio de una fuerte oposición dentro del Gobierno. La clave ahora sería quién lo reemplaza.

"Me parece importante ver cómo se llena el vacío", dijo Marx. "No solo la persona sino la dirección de la política económica para salir de todo el escepticismo y los problemas que vienen arrastrando desde hace bastante tiempo", añadió.

El domingo por la mañana no hubo noticias sobre un sucesor y el presidente Fernández aún no se había pronunciado públicamente sobre la salida, lo que sugiere que la renuncia tomó por sorpresa al Gobierno.

Algunos inversionistas estaban preocupados por cómo la salida afectaría la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones con el FMI, que incluyen objetivos de inflación, niveles de reserva y equilibrio fiscal, todo ya bajo presión.

"Esto no es bueno y confirma que hay un problema político", dijo Maria Castiglioni, economista de C&T Asesores, y agregó que plantea dudas sobre si el Gobierno podrá tomar las medidas necesarias para salir de la crisis.

Dentro del Palacio de Hacienda, donde también renunció gran parte del equipo de Guzmán, la sensación era que se había vuelto difícil hacer las cosas con eficacia.

"Cuando las cosas avanzaban a buen ritmo, las decisiones debían tomarse rápidamente. Cuando no tienes una decisión en la mesa de dinero, es difícil", dijo una fuente del Ministerio.

Horacio Larghi, economista y director de la consultora Invenómica, dijo que lo más importante será saber si el nuevo ministro de Economía tendrá licencia para actuar.

"En cuanto a quién lo reemplaza, el nombre no importa tanto. Lo que importa es si la persona tendrá o no el poder de hacer algo", afirmó.

(Reporte de Jorge Otaola y Eliana Raszewksi, colaboración de Jorgelina do Rosario en Londres y Hernán Nessi en Buenos Aires. Editado por Javier Leira)