‘Absence Revealed’ de María Martínez-Cañas: el mundo de los afectos con lenguaje poético

El exilio tiene muchas causas, sin embargo, de todas sus consecuencias hay una que es imperativa: el desarraigo. El desarraigo como esa “acción de arrancar raíces”, ese proceso que luego necesitamos invertir, es decir, arraigar, echar raíces allá donde se vaya. Porque no podemos vivir sin asirnos a una tierra, sin tener una memoria de lo que somos y, también de lo que hemos sido para poder entender el presente que nos viene encima sin apenas darnos cuenta. En esos territorios, en esas brumas entre el recuerdo y la historia, en esos intersticios entre lo ficticio y la realidad, entre el olvido y la memoria se mueve una muestra como “Absence Revealed” de María Martínez-Cañas (La Habana, 1960).

El cuerpo de obra, bajo el mismo título de la muestra, es un grupo de “collages” elaborados a partir de diferentes materiales. Por una parte, referencias a cosas pertenecientes a la madre de la arista, fallecida el 28 de diciembre 2020. Pertenencias que la madre había traído en 1960 de Cuba a su exilio en Miami. Por la otra, el descubrimiento del wallpaper original de la casa de Martínez-Cañas en Miami. Sobre estas dos circunstancias relacionadas con el espacio de la intimidad y lo privado hogareño, la artista elabora toda una narrativa visual sobre el mundo de los afectos con un lenguaje poético de gran poderío evocador. Obras con fondos negros planos sobre los que se recortan figuras de flores y hojas de plantas estampadas de diversas formas y colores, entretejiéndose, superponiéndose con encajes y tejidos de otras prendas hogareñas. Pero en obras como, por ejemplo, ‘Absence Revealed 07’ y ‘Absence Revealed 010’, a estos atributos florales y de tejidos, se incorpora la imagen de prendas de vestir femeninas, aumentando la sensación afectiva envuelta de fragilidad.

Estos trabajos de “Absence Revealed”, curada por Leilani Lynch, que están empleando tanto recursos expresivos de la fotografía como de la pintura, se mueven en una poética neofigurativa con ciertos tintes del Pop Art, por esas referencias al lenguaje de la estampación y la comunicación gráfica. Sin embargo, es una poética neofigurativa que en su lirismo explota también la naturaleza y el índice del lenguaje pictórico desde una opción conceptualista de la imagen en general, y de la imagen fotográfica en particular. Es un trabajo, por ejemplo, con las veladuras de las imágenes de flores (y otros objetos pictóricos), en color amarrillo terroso o verdes apastelados, que contrastan con imágenes del mismo índice visual pero plasmada, en cambio, con escalas de grises. Y en imágenes como estas, al decir de Martínez-Cañas, la fotografía no funciona para que el espectador “encuentre o lo vea todo”. Para ella: “Hay cosas en esta obra que se encuentran escondidas y la intención es esa”. Tal vez por ello, se respire en estas pinturas una contención de la expresión, un pulso sobre lo que ya ha dejado de ser, pero que por su cercanía afectuosa todavía nos negamos a aceptar el vacío que ha dejado su inexistencia.

Cuando el espectador repasa la muestra tendrá una familiaridad visual atravesada por todos estos atributos (flores, encajes, telas, vestidos…. y el permanente fondo negro de todas las obras), cuyas figuras remiten a un ajuar simbólico de los afectos, a una constelación de sentimientos que provocan sobrecogimiento. Y esta sensación viene dada porque estamos asistiendo a una especie de duelo, en palabras de Martínez-Caña, percibimos una “reacción a un evento en mi presente, donde el dolor, la ausencia y el sentido de familia lo representan todo”. De ahí esa calidez y a la vez desapacible aura que rodea a estas obras. También de ahí ese extraño e inquietante sabor donde se mezclan, de una parte, la vida maternal que colma de afectos el cuidado del hogar, el amor delicado y, de la otra, esa ausencia clamorosa, ese devastador sentimiento de extinción de algo esencial para que la existencia siga respirando.

Por tanto, estas obras no hablan de una recuperación de la memoria, no es tampoco una recuperación que salve nuestras vidas del olvido, aunque haya de todo ello en esta muestra, ¡no! Aquí de lo que se trata es de la recuperación de los afectos (maternales) y de su incombustible energía e inspiración insufladas hacia el espacio hogareño. Es la recuperación de su temperatura emocional en el momento en que, echados al mundo, toda nuestra educación sentimental solo tendrá sentido si están cuidados por esos afectos.

El exilio, volviendo al principio, es quedar a la intemperie material y espiritualmente y de eso sabe mucho el exilio cubano de principios de los años 1960. Es volver a constreñir la vida cuando ya la vida se había abierto paso y fluía dentro de un habitar marcado por los cuidados que otorga todo origen. En “Absence Revealed” de Martínez-Cañas, cuando desvelamos las ausencias estamos desvelando, de alguna manera, cierta orfandad sobre nuestros orígenes. Y no hay mayor orfandad que la ausencia material de un origen. Nada puede suplir esa ausencia, y cuando todo se nos hace intrascendente solo quedan los afectos, los afectos y nada más.

‘Absence Revealed’ de “María Martínez-Cañas en el Bass Museum, Miami, 21100, Collins Ave. Miami. Hasta el 23 de octubre.

Dennys Matos es crítico de arte y curador que reside y trabaja en Miami y Madrid.