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La acción de EPA impulsa la reducción de los 'químicos permanentes' tóxicos

ROMA, Georgia— Las bombas de entrada que en su día extraían 6 millones de galones de agua al día del río Oostanaula ahora están casi inactivas en esta ciudad del noroeste de Georgia.

Las autoridades locales sostienen que años de contaminación aguas arriba le han enviado sustancias tóxicas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, conocidas como PFAS, al suministro de agua de Rome, haciéndola potencialmente peligrosa para los aproximadamente 37,000 habitantes de la ciudad. El cambio de fuente de agua desde el Oostanaula y el tratamiento añadido han reducido los rastros de las sustancias químicas que corren por las llaves de los habitantes, pero no han eliminado los PFAS del suministro de agua de la comunidad.

Los resultados de las pruebas que detectaron la contaminación en Roma se han repetido en comunidades de todo el país, mientras los investigadores y los reguladores lidian con la preocupación por las implicaciones del consumo de estas sustancias químicas omnipresentes. Ahora, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) está acelerando el debate. En junio, EPA emitió nuevas advertencias acerca de los PFAS en el agua potable, que recortan el nivel que los reguladores consideran seguro para cuatro sustancias químicas de la familia, incluidas dos de las más comunes, el PFOA y el PFOS.

Las advertencias médicas de EPA no son legalmente exigibles, pero se espera que la agencia proponga este año nuevos límites de PFAS en los sistemas públicos de agua. Si esas normas relacionadas con el agua potable reflejan las últimas advertencias de EPA, los operadores de los sistemas de agua de todo el país tendrán que actuar para enfrentar la presencia de esas sustancias químicas.

"Es un mensaje muy importante", dijo el doctor Philippe Grandjean, experto en PFAS y profesor adjunto de salud ambiental en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. "Este material está en todas partes".

Environmental Working Group (EWG), una organización de investigación y defensa que hace un seguimiento de los PFAS, dijo que ha registrado más de 2,800 sitios en Estados Unidos que tienen contaminación por PFAS. Los registros públicos muestran que las sustancias químicas han aparecido en muestras de agua recogidas en pozos de agua domésticos, iglesias, escuelas, bases militares, residencias de ancianos y suministros municipales de agua en pueblos pequeños como Roma y grandes ciudades como Chicago.

También están presentes en la sangre de casi todos los estadounidenses, de acuerdo con los estudios, y algunos compuestos de PFAS se bioacumulan, lo que significa que las concentraciones químicas no se eliminan fácilmente en el organismo y, en cambio, aumentan con el tiempo a medida que las personas consumen pequeñas cantidades cada día.

En julio, un informe de National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (NASEM) afirmaba que las pruebas de PFAS deberían ofrecerse a las personas que probablemente hayan estado expuestas a altos niveles a través de sus trabajos o a las que viven en zonas con contaminación conocida por PFAS. Grandjean, quien ayudó a revisar el informe para NASEM, dijo que el comité concluyó que "las personas tienen derecho a conocer su nivel de exposición y a que se les ofrezca un seguimiento médico adecuado". Dijo que hacerlo es "muy importante y, en mi opinión, necesario".

Tanto los avisos de EPA como el informe de NASEM se producen después de los constantes esfuerzos populares para frenar las sustancias químicas de los PFAS, que se han usado en productos de consumo durante décadas. Desde su invención en la década de 1940, estos compuestos —conocidos con el apelativo de "productos químicos para siempre" porque no se descomponen rápidamente— se han aplicado ampliamente a productos domésticos e industriales, como alfombras, ropa impermeable y utensilios de cocina antiadherentes.

La presencia de los PFAS en la espuma contra incendios, en los envases de los alimentos e incluso en el hilo dental supone un reto constante. Y los esfuerzos por reducir los PFAS se asemejan a la campaña, a menudo frustrante y de varias décadas de duración, para eliminar otro peligro medioambiental —el plomo— de los hogares, el suelo y el agua.

"Se ha producido un aumento espectacular de la promoción y la concienciación pública respecto a los PFAS", dijo Alissa Cordner, experta en estas sustancias químicas y profesora de sociología medioambiental en Whitman College de Walla Walla, Washington.

En su informe, los investigadores de NASEM dijeron haber encontrado vínculos entre la exposición a los PFAS y cuatro condiciones de salud: disminución de la respuesta inmunitaria, elevación del colesterol, disminución del crecimiento infantil y fetal y aumento del riesgo de cáncer de riñón. El informe también halló una posible relación entre las sustancias químicas y el cáncer de mama, cambios en las enzimas hepáticas, mayor riesgo de cáncer testicular y enfermedades de la tiroides.

Y los funcionarios de EPA afirmaron que las últimas advertencias de la agencia se basan en nuevos datos científicos y tienen en cuenta indicios "de que pueden producirse algunos efectos negativos para la salud con concentraciones de los PFOA o PFOS en el agua cercanas a cero".

Sin embargo, la mayoría de los estados no regulan los PFAS.

Eso hace que los avisos de EPA sean importantes, dijo Jamie DeWitt, profesor de farmacología y toxicología de la Universidad de Carolina del Este (ECU). "El mensaje de EPA es que, si estos PFAS pueden detectarse en el agua potable, suponen un riesgo para la salud", dijo.

American Chemistry Council (ACC), un grupo comercial de la industria, se opuso a las advertencias y recientemente le pidió a un tribunal federal que las anulara, afirmando que el proceso de la agencia era "científicamente defectuoso y procedimentalmente incorrecto" y que establecía "normas imposiblemente bajas para el PFOA y el PFOS en el agua potable". En una declaración de junio, el consejo dijo que los PFAS tienen usos importantes, incluso en los esfuerzos de energía renovable y suministros médicos.

Uno de los productores de los PFAS, 3M, dijo en un comunicado que la empresa "actuó responsablemente en relación con los productos que contienen los PFAS y defenderá enérgicamente su historial de administración ambiental".

El desarrollo de los compuestos despegó con los éxitos iniciales del teflón y, posteriormente, de Scotchgard. En la actualidad existen 12,000 variaciones de estos compuestos, pero solo unos 150 están siendo estudiados por los científicos y las agencias gubernamentales, dijo DeWitt.

Los fabricantes estadounidenses eliminaron voluntariamente los PFOS y PFOA, los dos más producidos, pero aún se encuentran en el agua potable. La ciudad de Rome se encuentra entre las 10 comunidades del norte de Georgia en las que se han encontrado PFOS o PFOA en los suministros de agua potable a niveles superiores a los que los avisos de EPA declaran seguros, de acuerdo con la agencia reguladora del medio ambiente del estado.

Hace seis años, las autoridades de Roma se vieron obligadas a cambiar el suministro de agua de la ciudad del Oostanaula al cercano río Etowah, un afluente de color marrón que se une al Oostanaula cerca de un puente del centro. Años de contaminación química en el Oostanaula que, de acuerdo con los funcionarios de Roma, comienza docenas de millas río arriba en Dalton, hicieron que el agua fuera potencialmente peligrosa. Dijeron que en Dalton, epicentro de la fabricación de alfombras en Estados Unidos, los residuos industriales que contienen PFAS se han filtrado al río Conasauga, que desemboca en el Oostanaula.

Las autoridades de Roma tienen previsto construir un sistema de filtrado por ósmosis inversa de 100 millones de dólares para eliminar las sustancias químicas del suministro de agua de la ciudad. Los contribuyentes pagarán la factura, aunque una demanda presentada por la ciudad contra los fabricantes de alfombras y sus proveedores de productos químicos pretende recuperar esos costes. Otra demanda presentada por un habitante de Roma y un contribuyente formula acusaciones similares contra las empresas que suministran el agua. Los demandados en las dos demandas de Roma han negado las acusaciones.

EPA anunció una subvención de 1,000 millones de dólares para que los estados puedan enfrentar los PFAS y otros contaminantes del agua potable. Pero es probable que las modificaciones en los sistemas públicos de agua de todo el país superen rápidamente esa asignación.

Aguas abajo de Roma, las autoridades de las ciudades de Centre y Gadsden, en Alabama, denunciaron altos niveles de PFAS en el río Coosa y presentaron demandas contra los fabricantes de alfombras. Se espera que la demanda de Gadsden llegue a juicio en octubre.

Las sustancias químicas han provocado una oleada de litigios en las dos últimas décadas. Un análisis de Bloomberg Law encontró más de 6,400 demandas relacionadas con los PFAS presentadas en los tribunales federales entre julio de 2005 y marzo de 2022.

Se han producido importantes pagos. DuPont y Chemours, que fabricaron productos con PFAS durante décadas, resolvieron más de 3,500 demandas en 2017 por más de 670 millones de dólares. Ambas empresas negaron haber actuado mal. Y 3M resolvió una demanda del estado de Minnesota por 850 millones de dólares. La misma empresa resolvió un litigio en el área de Decatur, Alabama, por 98 millones de dólares.

De acuerdo con Cordner, EPA ahora debería ampliar la red para tener en cuenta la gran variedad de sustancias químicas. "La persistencia de los PFAS significa que nos enfrentaremos a ellos durante mucho tiempo", dijo. "Debido a su gran cantidad, tenemos que tratar los PFAS como una clase. No podemos ir producto químico por producto químico".

El portavoz de EPA, Tim Carroll, le dijo en un correo electrónico a KHN que la agencia está trabajando para dividir la gran clase de PFAS en categorías más pequeñas basadas en similitudes como la estructura química, las propiedades físicas, químicas y toxicológicas. Ese trabajo, dijo, "acelerará la eficacia de las regulaciones, las acciones de aplicación y las herramientas y tecnologías necesarias para eliminar los PFAS del aire, la tierra y el agua".

Mientras tanto, algunas empresas y el ejército decidieron dejar de usar estas sustancias químicas.

Green Science Policy Institute, un grupo de defensa del medio ambiente, elaboró una lista de productos libres de PFAS, entre los que se incluyen prendas de vestir para la lluvia, calzado, productos para bebés, cosméticos e hilo dental.

Hace dos años, Home Depot y Lowe's dijeron que no venderían alfombras o moquetas con PFAS. Este año, el fabricante textil Milliken dijo que eliminaría todos los PFAS de sus instalaciones para finales de 2022.

Un puñado de empresas de revestimientos de suelos han seguido su ejemplo. Shaw Industries, con sede en Dalton y demandada en Roma, declaró que dejó de usar PFAS en los tratamientos de suelos y manchas de las alfombras residenciales y comerciales.

Coosa River Basin Initiative (CRBI), una organización de defensa del medio ambiente con sede en Roma, ha seguido de cerca la cuestión de los PFAS. Su director ejecutivo, Jesse Demonbreun-Chapman, dijo que EPA se ha movido "a la velocidad del rayo'' en cuanto a los PFAS, en comparación con otras acciones de la agencia.

Pero a menos que la normativa final sea exhaustiva y las limpiezas extensas, dijo, "nosotros, el pueblo, seremos los conejillos de indias de los problemas de salud relacionados con los PFAS".