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Adicciones sin drogas: cómo detectar el mayor problema de salud de los adolescentes

El alcohol, el tabaco o las drogas no son los únicos consumos problemáticos que afectan a los adolescentes. Expertos en adicciones nos cuentan cómo detectar el peligro

Las adicciones tecnológicas (a los dispositivos móviles, a videojuegos o a las apuestas online) son menos visibles pero igual de nocivas. (Foto: Getty)
Las adicciones tecnológicas (a los dispositivos móviles, a videojuegos o a las apuestas online) son menos visibles pero igual de nocivas. (Foto: Getty)

Más de 40 por ciento de los niños españoles empieza a jugar con el móvil o la consola nada más levantarse de la cama

Y en los últimos años, la presencia de adicciones “sin sustancia” se ha multiplicado, de forma que el Plan Nacional sobre Drogas, desde 2014, incluye preguntas relativas al uso de internet, y la última edición señala que el 21 por ciento de la población escolar de 14 a 18 años realiza un consumo abusivo, y hasta el 14 por ciento de los varones realiza apuestas online de manera habitual.

Son datos de la última encuesta ESTUDES, del Plan Nacional sobre Drogas, hechos públicos por los pediatras de Atención Primaria (AP) durante el 17º Congreso de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

Pasar más de 2 horas al día en las redes sociales aumenta el riesgo de trastornos psicológicos y de alimentación según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). (Foto: Getty)
Pasar más de 2 horas al día en las redes sociales aumenta el riesgo de trastornos psicológicos y de alimentación según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). (Foto: Getty)

Se normalizan los atracones

Un 31,7 por ciento de los alumnos de educación secundaria de entre 14 y 18 años en España asegura haber realizado un consumo abusivo de alcohol, con prácticas como el binge drinking o atracón en los últimos 15 días.

El porcentaje de los que aseguran haber bebido en el último año supera el 75 por ciento. Más de un 26 por ciento, además, admite haber consumido cannabis en los últimos 12 meses; y la edad de inicio para estas dos sustancias, además de para el tabaco, se sitúa en torno a los 14 años, aunque algunos estudios apuntan que, en el caso del alcohol, puede ser incluso anterior.

Y se combina con otros ‘vicios’

Especialmente preocupante es la evolución de estas “adicciones no químicas”. No sólo internet o las redes sociales pueden convertirse en adicción, sino que surgen nuevos problemas derivados de un uso inadecuado o abusivo, como el teléfono móvil, WhatsApp o los juegos de azar.

“Sorprenden las altas prevalencias pese a ser una actividad restringida a mayores de 18 años”, señala el Dr. Antonio Rial, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela

El especialista apunta que, aunque la encuesta ESTUDES indica que el 2,7 por ciento de los alumnos de enseñanza secundaria han apostado online en el último año, estudios de carácter regional revelan una prevalencia del juego del 8,4 por ciento entre adolescentes de 14 a 18 años, que se eleva al 14,2 por ciento en el caso de los varones.

Cualquier conducta obsesiva o compulsiva muestra predisposición a trastornos del comportamiento. (Foto: Getty)
Cualquier conducta obsesiva o compulsiva muestra predisposición a trastornos del comportamiento. (Foto: Getty)

Los signos de alarma

En todos los casos de adicción a las nuevas tecnología de la información y la comunicación (NTIC), existen indicios que pueden avisar del problema.

“El joven se distancia de forma progresiva de las relaciones familiares y sociales y la pérdida de control sobre el tiempo de uso hace que el pensamiento gire de forma permanente sobre temas relacionados con las tecnologías”, afirma el Dr. Antonio Terán, psiquiatra responsable del centro de Atención a Drogodependientes San Juan de Dios de Palencia y ponente del seminario sobre Ciberadicciones.

A esto se añaden problemas de sueño, mentiras y manipulación a sus allegados, y síntomas como ansiedad, inquietud, agitación, ira, agresividad, etc.

A la larga el daño es grave

Además, estas adicciones provocan síntomas físicos, como astenia, desnutrición, cefalea o fatiga ocular, y otros psicológicos, como inestabilidad emocional, depresión o problemas de aprendizaje.

“Especial relevancia adquiere el impacto sobre la salud entre los niños/as de menor edad, que provoca problemas del sueño, obesidad, trastorno de desarrollo psicomotor y lenguaje, etc.”, apunta el Dr. Terán.

Y es que estar sumergido en un entorno virtual favorece un estilo de vida sedentario, cuadros de sobrepeso, desnutrición, desajustes en los horarios de sueño y comidas, picoteo de alimentos altamente procesados ricos en grasas y azúcares.

Lo que ven en casa les marca

Para hacer frente a estos problemas, la detección precoz es fundamental. En este sentido los especialistas destacan el valor de ciertas herramientas como el sistema SBIRT (evaluación, intervención breve y remisión para tratamiento, por sus siglas en inglés), cuya principal referencia internacional es el Center for Adolescent Substance Abuse Research (CeASAR).

Implantar este sistema en España “permitiría detectar los acuciantes problemas de adicciones que afectan a los adolescentes en sus fases iniciales”, asegura el Dr. Rial. En paralelo, “contribuiría a encauzarlos, bien a través de un consejo o intervención breve basado en la evidencia, o bien a través de una ágil derivación a los servicios de salud correspondientes”.

De momento, este sistema sólo se ha aplicado en España en el Principado de Asturias donde, en los siete primeros meses, se han realizado unas 7.000 intervenciones en menores de entre 10 y 13 años, pero aún no se dispone de resultados acerca de la efectividad.

Además de los sistemas de detección temprana, el Dr. Terán destaca el papel de la familia, que debe realizar una supervisión, además de controlar el tiempo de uso y comprender el significado de los datos personales y los riesgos de compartirlos. Y, sobre todo, “predicar con el ejemplo”, con prácticas como situar el ordenador en espacios compartidos por la familia e intentar estar al día sobre nuevas tecnologías para tener los mismos conocimientos que los hijos.

Cuando pedir ayuda externa

Si ninguna medida funciona, las familias pueden apoyarse en la figura del mediador juvenil, jóvenes que trabajan con otros jóvenes en el tema del alcohol y las drogas trabajando con ellos el conocimiento del riesgo que soponen los fines de semana y las vacaciones así como regular la dispensación de alcohol en fiestas populares, peñas, bares o locales.

También se recomienda recurrir a las actividades que propone el Plan Provincial sobre Drogas con programas de ocio alternativo como el Click Joven, Talleres de Grafiti o juegos de escape con los se trata de prevenir por primera vez la adicción a redes sociales, juegos de azar y nuevas tecnologías.

“Debemos tener en cuenta que ponemos en manos de niños, adolescentes y jóvenes ‘máquinas’ no exentas de riesgos para su salud y desarrollo madurativo, que precisan de un período de formación y educación que guíen el uso responsable”, concluye el Dr. Terán.

¿Crees que no estamos lo suficientemente atentos a los que hacen los jóvenes en internet?

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