Yahoo Estilo La alemana que ha vuelto a eclipsar a todas las estrellas en Cannes
Desde hace un par de ediciones, el Festival de cine de Cannes parece haber sido tomado por las reinas de Instagram. Son cada vez más las influencers de todo el mundo que son invitadas al certamen con el objetivo de que este mantenga su alcance mediático entre las nuevas generaciones. Eso significa que, aunque la cuota de actrices siga siendo la más amplia, la de los nombres venidos de otros sectores también lo hace, lo que da lugar a una alfombra roja más plural acorde con los nuevos tiempos.
En lo que llevamos de edición en este 2022 esta dicotomía ha quedado meridianamente clara porque por la croisette han pasado ya estrellas de Hollywood como Julia Roberts, Anne Hathaway, Sharon Stone y Kristen Stewart; también modelos como Adriana Lima, Carla Bruni o Naomi Campbell; y hasta royals como Carlota Casiraghi. A estos grupos hay que sumar el de las creadoras de contenidos en redes sociales que también se han dejado ver estos días por la ciudad francesa. La española Marta Lozano es una de las que más ha dado de qué hablar gracias a un vestido flúor firmado por Vicky Martín Berrocal pero si hay una que ha logrado acaparar más flashes esa es, una vez más, Leonie Hanne.
La alemana ya demostró el año pasado lo bien que se desenvuelve en este terrero y en esta ocasión podríamos decir que ha tirado la casa por la ventana para tratar de superarse a si misma.
La primera de sus apariciones coincidió con la proyección de la película Top Gun: Maverick. Tom Cruise y Jennifer Connely eran las estrellas de la noche y, sin embargo, fue Leonie Hanne quien acaparó más flashes a su paso por la alfombra roja gracias a su fastuoso vestido rosa. Diseñado en exclusiva para ella por la firma nupcial Nicole + felicia con capas y capas de tul fucsias que dibujaban unas mangas cargadas de volumen, un escote en uve con aberturas en la cintura y una minifalda de la que salía una larga cola, la pieza escogida por la alemana era imposible que pasara desapercibida.
"Puede que necesite un apartamento nuevo para que me quede bien el vestido", bromeaba la propia insider en su perfil de Instagram instantes antes de aparecer ante los fotógrafos allí presentes subida en unas sandalias de tacón metalizadas como único complementos junto con las joyas.
Al día siguiente llegó el turno de las perlas porque estas eran las que aparecían multiplicadas por mil a lo largo de un vestido creado por el diseñador albano Valdrin Sahiti. En este caso la pieza era de silueta sirena que también terminaba en cola y en la zona del escote dejaba los hombros al aire creando con las cuentas una especie de enredadera y sus acompañantes eran unos finos guantes de casa sobre los que también había bordadas de forma salpicada algunas perlas.
Melena suelta peinada con raya en medio, pendientes en forma de lágrima y un collar tipo choker completaban otro estilismo difícilmente olvidable.
¿Cómo se podía superar aquello? Como lo hizo, cambiando una vez más radicalmente de propuesta, porque para su tercer posado por la alfombra roja de Cannes la alemana optó por convertirse en un hada de cuento con un look obra de Tony Ward. Este estaba formado por una sobrecola turquesa que incorporaba detalles brillantes en la parte de la cintura, la cual estaba unida al body de escote en uve cargado de pedrería.
El peinado también supuso un cambio de registro, una coleta baja bien pulida, como también lo fueron las sandalias a juego con el vestido, lo que no varió sorprendentemente fueron los pendientes, los mismos de Pomelatto que había llevado la noche anterior.
Aun le quedaba a la influencer un último as bajo la manga con el que eclipsar a los presentes en Cannes gracias a un nombre propio: Valentino. La firma italiana siempre es garantía de éxito en este tipo de contextos, de ahí que no sorprendiera en absoluto que su vaporoso vestido en tono lila con capa cargada de vuelo diera tan bien resultado sobre la alfombra roja.
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