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Alimentos congelados. Los ganadores del mayor consumo hogareño

Fuente: Archivo
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Del freezer al horno y del horno a la mesa. En pocos minutos, un alimento congelado se transforma en el almuerzo o la cena, con un alto nivel de practicidad que seduce a quienes tienen jornadas laborales ajetreadas. Esta es una de las razones por las que su consumo creció desde el inicio de la pandemia, tanto en la compra en supermercados como directo a firmas especializadas en este segmento. Incluso, muchos restaurantes se reinventaron para ofrecer el servicio de platos ya freezados.

Así, según la consultora Scentia, las comidas preparadas congeladas aumentaron su facturación en supermercados un casi un 60% en el acumulado entre septiembre de 2019 y el mismo mes de este año. Dentro de la categoría, los que más crecieron fueron los vegetales congelados, que subieron un 75% su facturación en el mismo período.

Reinención: la comida congelada apuesta al mundo gourmet

"En lo que va del año, observamos un incremento en las unidades vendidas en algunas familias de la categoría de congelados. Los productos que más crecimiento presentaron son las comidas listas congeladas, helados y, en segunda instancia, las hamburguesas y los prefritos", aseguran desde Carrefour Argentina.

Desde la cadena francesa sostienen que esto se debe a que las familias apostaron al stockeo al inicio de la cuarentena y, al estar más tiempo en sus casa, este tipo de productos les brindan practicidad a la hora de resolver una comida o, incluso, darse un gusto sin salir del hogar.

"Los alimentos congelados crecieron durante la cuarentena prácticamente en todas sus categorías por varias razones: primero, la gente acopió pensando que no iba a poder salir por un tiempo prudente. Y, después, porque durante los primeros 30 días de la pandemia la gente estaba con la novedad de cocinar, pero con el tiempo fue perdiendo las ganas y empezó a comprar productos congelados, preparados o partes congeladas de alguna de las recetas a elaborar", analiza Sergio Stalman, gerente comercial de Noble Gourmet.

Los alimentos congelados están ganando participación en las góndolas de los supermercados argentinos, aunque todavía el consumo local sigue muy lejos de los niveles de los países del Primer Mundo
Fuente: LA NACION

Para este especialista, el crecimiento viene no solo por un principio de cambio de hábitos, sino también porque aumentó la distribución. "Hay más autoservicios, comercios chicos que los venden. Y también hay más clientes que se animaron al congelado y entendieron que es una ventaja, es práctico y es bueno", afirma, reconociendo que lo más vendido son dos clásicos: hamburguesas y papas fritas.

Cuestión de pesos

Ahora bien, los congelados tienen una gran contra: su costo. Sus precios más elevados se vinculan con la cadena comercial, el costo de logística y el tener que sumar el transporte en frío.

Seis mitos y verdades sobre los alimentos congelados

En nuestro país, este punto siempre alejó a muchos clientes de la categoría. Es así que en la Argentina apenas se consumen, por persona, dos kilos de congelados por año, según un estudio de Kantar World Panel. Tan solo la mitad del promedio anual de lo que se come en América Latina.

Pero distinto es lo que pasa en Alemania, Estados Unidos y Europa, donde el mercado está completamente consolidado. En el territorio germano es donde más se comen congelados, con un promedio de 45 kilos por persona al año, seguido por Estados Unidos, con unos 27 kilos anuales, y España cierra el podio, con 19 kilos.

Analizando estos datos es que Adolfo Rouillon pensó desarrollar un modelo más directo entre el producto y el cliente. Así, junto a José Robledo invirtieron US$8 millones e iniciaron Frizata en Rosario, pero ya están presentes en la ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, La Plata y Córdoba. Además, sus planes incluyen el desembarco en Brasil y Chile, exportando productos listos desde la Argentina.

"Había que entender y trabajar sobre los conceptos de salud, sustentabilidad y de mayor calidad. Y la pandemia aceleró esto. Muchos tienen asociados los congelados como productos que son caros y de poca calidad, cuando en realidad el congelado es una tecnología que te permite no agregar conservantes a los alimentos para conservarlos. Claro que si congelás algo de mala calidad, el resultado es malo", aclara Adolfo Rouillon.

Nuevos jugadores

Frizata nació en 2019, y desde diciembre multiplicó 15 veces sus ventas, duplicándolas cada mes. Su facturación anual se estima que llegará a ser de $700 millones. "Se da por el boca en boca y porque tenemos una gran variedad de productos. Además, nos distingue que como la gente nos compra directo, a través de nuestra página, los precios son más convenientes, y manejamos nuestro propio delivery para asegurar la calidad. No tenés ni que ir al súper, y prácticamente podés comer a la carta, porque cada integrante de la familia puede elegir qué quiere ese día", suma Rouillon.

Otro efecto que está haciendo crecer al sector es que muchas empresas suplieron el beneficio del comedor por gift cards para que puedan comprar menús o productos congelados, y así resolver la comida durante la jornada laboral, aunque sea en modo remoto.

Cómo cambió el consumo de los argentinos con la cuarentena

Buscando salud

El universo de congelados también tiene en cuenta a quienes buscan una dieta variada, saludable, con más vegetales que proteínas de origen animal e, incluso, ya tiene ofertas veganas.

Es el caso de NotCo, cuyos hits en la categoría son las NotBurger y el NotIceCream, todo elaborado solo a base de vegetales. "Tenemos todo tipo de consumidores, que sobre todo compran en el retail, pero cada vez van ganando mucho más lugar las ventas online, tanto en dietéticas, supermercados y apps", detalla Belén Braun Solanet, head de Marketing de la marca para Argentina y Uruguay.

"A su vez, con el lanzamiento de la NotBurger en hamburgueserías pudimos entrar en toda la parte de gastronomía de las apps, como Rappi y Pedidos Ya. Próximamente estamos planeando incorporar nuestra tienda de NotIceCreams y lanzar por primera vez un e-commerce", añade Braun Solanet.

"Las milanesas saludables crecieron a doble dígito durante el primer semestre del año. Por otro lado, durante 2020 se potenció el consumo de nuestras Veggies, un lanzamiento que realizamos a fines de 2019 y que ya llegó a más de 500.000 hogares", destaca Gonzalo Guerra, gerente de Marketing de Congelados y Refrigerados de Molinos Río de la Plata, firma que también vio crecer la venta de sus vegetales congelados.

Reinventarse

La alternativa de los congelados no solo alivió el día a día de más de una familia, sino también de varios restaurantes que se vieron ante el desafío de reinventarse. Es el caso de Crisol, que pasó de tener un modelo de negocios basado en franquicias a que al inicio de la pandemia estuvieran completamente frenadas y, por consiguiente, se cayeran 5 de las 6 que estaban activas.

"Tuvimos que repensar el negocio y como teníamos el equipamiento hicimos una capacitación con profesores del IAC. Así nació nuestro cartera de productos congelados, que cada mes tiene un menú nuevo, siempre con productos de estación", cuenta Hernán Berardi, uno de los socios de Crisol.

¿Qué ofrece el restaurante? Por su puesto, sus clásicos de pastelería, como chocotorta, cheesecake o lemon pie, entre otras opciones. Pero además se pueden disfrutar platos que vienen congelados y van directo al horno, como risotto de espárragos con queso de cabra o hamburguesas veggies napolitanas.

"Esta modalidad tuvo un pico exponencial de crecimiento en el segundo mes de la cuarentena y ahora se estabilizó. Estamos aprendiendo, este es un lindo negocio, en el que le damos al cliente la interna de cómo es la cocina, porque le indicamos cómo emplatar, por ejemplo", resume Berardi.