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Amonita: sensible y enigmática pintura de un amor entre mujeres en la conservadora Inglaterra del siglo XIX

Kate Winslet y Saoirse Ronan en Amonita
Kate Winslet y Saoirse Ronan en Amonita

Amonita (Ammonite, Reino Unido/Australia/Estados Unidos, 2020). Dirección y guion: Francis Lee. Fotografía: Stéphane Fontaine. Música: Volker Bertelmann y Dustin O’Halloran. Edición: Chris Wyatt. Elenco: Kate Winslet, Saoirse Ronan, Gemma Jones, Fiona Shaw, James McArdle, Alec Secareanu. Duración: 120 minutos. Disponible para alquiler en Flow. Nuestra opinión: muy buena.

Amonita tuvo su estreno mundial en Toronto 2020 y a partir de allí hizo durante el último tramo del año pasado un amplio recorrido por festivales internacionales relevantes. A la vez fue uno de los títulos de la “selección oficial” de Cannes, un sello otorgado a aquellas películas que seguramente hubiesen formado parte hace casi un año de la programación de la muestra cancelada por la pandemia.

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Esos pergaminos no le alcanzaron para sumarse, como muchos pensaron hace unos meses, a la última temporada de premios. Las fuertes restricciones sanitarias locales también impidieron su llegada a los cines argentinos, como estaba previsto a principios de este año. Lo mismo había ocurrido en los momentos iniciales de la pandemia con Retrato de una mujer en llamas, de Celine Sciamma, presentada en la competencia oficial de Cannes 2019 y que tiene con Amonita más de un punto esencial en común. Las dos películas cuentan historias de amor lésbico, las dos son relatos de época y las dos tienen el acabado característico del cine más cuidado y académico, con marcas de autor.

Kate Winslet y Saoirse Ronan, grandes protagonistas de un interesante relato de época
Kate Winslet y Saoirse Ronan, grandes protagonistas de un interesante relato de época


Kate Winslet y Saoirse Ronan, grandes protagonistas de un interesante relato de época

Los hechos narrados en Amonita (nombre de una piedra fósil en cuya superficie pueden verse grabadas las líneas de un molusco ya extinto) tienen sustento en hechos reales, aunque los vínculos entre las protagonistas puedan ser producto de la imaginación del autor y director Francis Lee. Mary Anning (otro extraordinario aporte de Kate Winslet a su magnífica carrera) fue una paleontóloga inglesa experta en fósiles que desarrolló su vida y su carrera a mediados del siglo XIX dentro de la pequeña localidad de Lyme Regis, en la fría y ventosa costa del Canal de la Mancha. De vida austera y más bien modesta, su figura quedó oculta detrás de grandes hallazgos de testimonios prehistóricos que hizo en las rocosas playas del lugar. El crédito que merecía quedó en manos de los científicos de la época, poco y nada acostumbrados a reconocer el talento de una mujer en un escenario tan conservador.

Anning encontrará de la mano de Charlotte Murchison (la siempre excelente Saoirse Ronan), una mujer mucho más joven, casada y perteneciente a la alta sociedad, la posibilidad de escapar de una existencia marcada por la represión afectiva. Entre ambas va creciendo un romance apasionado que no parece tener más que un destino fugaz. Lee muestra suficiente sensibilidad como para mostrarnos sin apuro, como si nos asomáramos por el ojo de una cerradura, la evolución de un vínculo tan inevitable como elusivo.

Winslet y Ronan protagonizan una historia de amor entre mujeres en el siglo XIX
Winslet y Ronan protagonizan una historia de amor entre mujeres en el siglo XIX


Winslet y Ronan protagonizan una historia de amor entre mujeres en el siglo XIX

La narración, expuesta casi siempre desde el punto de vista del personaje de Winslet, vuelve todo el tiempo al mismo interrogante: si el duro corazón de Anning (siempre custodiado en silencio por su estoica madre) terminará ablandándose y si Charlotte muestra o no todas sus cartas mientras fortalece sus debilidades físicas y de carácter al lado de la mujer que le ayuda a revelar su verdadero ser. De la mano de dos enormes actrices esa incógnita va adquiriendo contornos cada vez más profundos, transparentes y poéticos. Y un misterio que perdura más allá del final.