Yahoo Estilo Keira Knightley asegura que se sintió atrapada tras ser sexualizada en Piratas del Caribe
Keira Knightley encontró la fama de manera inesperada e inmediata con el estreno de Piratas del Caribe: La Maldición del Perla Negra (79%), y aunque algunos esperaban que ella se convirtiera en una de esas figuras protagonistas de franquicias multimillonarias, lo cierto es que la actriz rápidamente regresó a Inglaterra y comenzó a tomar roles distintos y más retadores. Ahora que el tiempo ha pasado, la intérprete es capaz de hablar sobre estos años en los que no sabía muy bien cómo responder a la constante sexualización que implicó la cinta y cómo se sintió atrapada en este mundo que le pedía estar constantemente bajo la mirada masculina.
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Piratas del Caribe fue un gran trampolín para Knightley y también para Orlando Bloom, quien ya había encontrado cierta fama con El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo (91%), pero el que realmente se ganó la lotería con la franquicia fue Johnny Depp, quien a la fecha se asocia con la imagen y figura de Jack Sparrow. De hecho, cuando se anunció que Margot Robbie desarrollaría una nueva entrega, el público se molestó mucho por la ausencia del personaje y tras el juicio con Amber Heard exigieron que regresara al papel a pesar de que él ya ha comentado en varias ocasiones que no lo desea.
Como el enfoque está en el famoso pirata, algunos olvidan lo que la franquicia significó para los otros protagonistas. En el caso de Bloom, las películas le permitieron hacerse de un lugar en Hollywood, pero el caso de Knightley es más complicado, pues ella siempre tuvo un problema con el papel de Elizabeth Swan y su poco desarrollo en las secuelas, donde básicamente existía únicamente como interés amoroso de todo el elenco masculino.
En la primera entrega, Elizabeth Swan es una joven rebelde, enamorada de su amigo de la infancia y obsesionada con el mundo de los piratas. Jack Sparrow no sólo le ofrece un vistazo a la vida de estas figuras, también la seduce para seguir esa misma línea llena de peligros, incertidumbre y muerte. Aunque el corazón de la chica está con Will Turner, el triángulo amoroso fue base para Piratas del Caribe: El Cofre de la Muerte (54%) y Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo (45%).
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Keira Knightley ya ha hablado con anterioridad sobre lo incómodo que fue llamar la atención de los hombres a tan temprana edad, y hace unos años incluso confirmó que ya no filmaría escenas sexuales porque simplemente ya no se sentía segura. La actriz lleva años tomando roles donde el personaje femenino, aunque sea menor, es más relevante, profundo y complejo, y no necesita ser expotada desde su sexualidad. Ahora, durante la promoción de Boston Strangler, la intérprete volvió a tocar el tema durante una entrevista para Harper´s Bazaar UK (vía IndieWire):
[Elizabeth] era el objeto de la lujuria de todos. No es que ella no tenga mucha lucha en ella. Pero fue interesante pasar de ser realmente marimacha a proyectarse como todo lo contrario.
Tuve una entrada bastante interesante en la vida adulta, un aterrizaje forzoso por la experiencia de la fama a una edad muy temprana. Existe un lugar divertido donde las mujeres supuestamente deben sentarse en público, y nunca me sentí cómoda con eso. Fue una gran sacudida. Estaba siendo juzgada por lo que estaba proyectando.
La actriz reconoce que los siguientes años hizo lo posible por romper con la etiqueta que le estaban dejando y eso la llevó a entregar todo en cintas como Orgullo y Prejuicio (85%), y Expiación, Deseo y Pecado (83%):
Me sentí muy limitada. Me sentí atascada. Así que los papeles posteriores era para tratar de salir de eso. No tenía idea de cómo articularlo. Se sentía como si estuviera enjaulada en algo que no entendía.
Otro de los puntos que tuvo que superar fue la autocritica que la llevó a pensar que era muy mala actriz y que nunca daría el ancho para proyectos importantes. Al tratar de hacer todo perfecto, Keira Knightley asegura que a los veinte ya estaba agotada y desgastada, así que aunque admira la fortaleza con la que logró seguir adelante hace años, es algo que a estas alturas no puede ni desea volver a hacer.
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