La 'abducción' de Anabel Dueñas por Rocío Carrasco: ¿por qué se ha alejado de su entorno más cercano?

Su sonrisa, su desparpajo y su voz de tonadillera conquistaron a muchos espectadores nada más ver aparecer en pantalla a Anabel Dueñas en OT 2008, cuando Jesús Vázquez aún presentaba el talent show musical en Telecinco. La joven conquistó al público y demostró tener un chorro de voz ideal para cantar lo que se le pusiera por delante, aunque no consiguió hacerse con el triunfo en el programa. Estos días, su nombre vuelve a la primera plana porque desde Socialité aseguran que la cantante está, de manera metafórica, “secuestrada” por Rocío Carrasco, después de que la hija de la más grande la eligiera como protagonista del musical con las canciones de su madre, Qué no daría yo por ser Rocío Jurado.

MADRID, SPAIN - JANUARY 31: Rocio Carrasco (L) and singer Anabel Duenas (R) attend 'Que No Daria Yo Por Ser Rocio Jurado' theatre play presentation on January 31, 2020 in Madrid, Spain. (Photo by Carlos R. Alvarez/WireImage)
MADRID, SPAIN - JANUARY 31: Rocio Carrasco (L) and singer Anabel Duenas (R) attend 'Que No Daria Yo Por Ser Rocio Jurado' theatre play presentation on January 31, 2020 in Madrid, Spain. (Photo by Carlos R. Alvarez/WireImage)

“Anabel Dueñas está desaparecida”. Esta es la frase más escuchada en los últimos días en programas de Telecinco. Desde Sálvame aseguraban este miércoles, que la cantante ha roto con todo su entorno y que vive encerrada en la casa de Rocío Carrasco y Fidel Albiac. Pero vayamos por partes. Tras su paso por Operación Triunfo, Anabel Dueñas fichó por el programa de María Teresa Campos ¡Qué tiempo tan feliz!. Allí formó parte del grupo musical Super Singles, que se dedicaba a hacer versiones de temas archiconocidos con mayor o menor gusto, según se mire. Con Anabel estaban otros exconcursantes del talent show, como Fran Dieli, Jon Allende y Mercedes Durán.

Los cuatro ponían música a las tardes del fin de semana y recordaban viejos temas para presentar al invitado de cada día que luego entrevistaría la Campos desde su silloncito. El éxito de la banda no fue la bomba, pero fue el suficiente para que siguieran en el programa hasta el final en abril de 2017, fecha en la que Telecinco decidió poner fin al programa de Teresa por la bajada de audiencia y el agotamiento del formato tras ocho años en antena. Los Super Singles habían hecho bastantes bolos en todo ese tiempo y su presencia era requerida en verbenas y fiestas populares.

Pero entre ellos, una voz sobresalía entre las demás. Pese a que ‘rivalizaba’ en voz de tonadillera con su compañera Mercedes, ambas insistían en que eran íntimas amigas, algo que ahora parece que no era así. Durante los años que formó parte de los Super Singles, Anabel interpretó más de una vez canciones de Rocío Jurado, su ídolo desde que era pequeña y Rocío Carrasco le manifestó, a través de María Teresa, lo orgullosa que estaba de ella y que le encantaba cómo ponía voz a las canciones de su madre. Tanto le gustó que, según revelaba María Patiño en Sálvame, la Campos invitaba a Anabel a sus fiestas de cumpleaños en su casa y allí la tenían “como un mono de feria. Le decían: “Niña, baila. Niña, canta”. Y Anabel hacía lo propio, aunque parecía encantada”.

En esas fiestas surgió una buena amistad entre la joven intérprete y la hija de Rocío Jurado. Una amistad que se convirtió en algo profesional cuando Carrasco eligió a Anabel como protagonista para el musical Qué no daría yo por ser Rocío Jurado, basado en las canciones de la artista y que le rinde homenaje. Anabel dejó Super Singles de manera repentina, les dejó literalmente colgados sin previo aviso y sin dar más explicaciones. "Vi por última vez a Anabel en julio de hace tres años. Cuando recibió la oferta de Rocío Carrasco fue a su casa, hizo las maletas y se instaló en casa de Rocío y Fidel hasta el día de hoy”, explicaba en Socialité su excompañera Mercedes Durán.

“Se cree que es la reencarnación de la Jurado”

“Me llamó después de dos meses para decirme que dejaba el grupo, que había dejado a su novio y que nos veríamos. Lo he pasado muy mal, me he llevado un año llorando porque es una decepción muy grande. Para mí era mi hermana y de pronto me deja por un musical. Yo le di todo mi amor y mi confianza y ella me traicionó”, recalcaba la cantante que en Sálvame añadía ya con cierto resquemor hacia Anabel: “Ella es muy ambiciosa. Pienso que se creía la reencarnación de Rocío Jurado. Desapareció porque no quería ninguna sombra a su alrededor que le hiciera mal. Lo mismo ella pensaba que yo era de otra manera o yo que iba a pelear por detrás para llevarme el papel. Con todo esto ahora yo sé que ya estoy en la lista negra de Rocío Carrasco”.

Además, Mercedes aseguró que el buen rollo que aparentaban tener en el plató de ¡Qué tiempo tan feliz! no era tal cuando se apagaban los focos. “Ella ha hecho cosas feas. Firmar contratos a escondidas, mentirnos, hizo un single a escondidas, hacía bolos… Jon Allende dejó el grupo unas semanas antes de que terminara el programa porque no podía más. No compartía nada con ella y era: o mi salud o el grupo con Anabel”, aseveró. “Nosotros nos hemos perjudicado muchas veces a la hora de hacer cualquier cosa, como por ejemplo cantar en directo en ‘¡QTTF!’. Nos quitaron cantar en directo porque había gente que no estudiaba”, dejó caer aludiendo a la falta de profesionalidad de su compañera pero sin nombrarla.

Una dura condición por parte de Rocío Carrasco

Anabel estrenó con orgullo el musical de la mano de Rocío Carrasco, aunque fue esta la que se hizo cargo de hablar con los medios el día de la presentación. “No la dejó ni hablar, algo raro porque ella era la protagonista”, ha dicho Patiño. Y es que parece que la hija de la Jurado ha querido que Anabel no esté en el ojo del huracán desde el principio para “tenerla controlada”. Según explican, Rocío y Fidel habrían puesto a la joven artista una durísima condición para poder convertirse en la protagonista del musical: alejarse por completo de su entorno y, más concretamente, de todas esas amigas que tuvieran algo que ver con Telecinco o con Sálvame.

Así, Anabel dejó de hablar con Anabel Pantoja, con la que tenía una estupenda relación desde hacía años y con la que había hecho viajes y había disfrutado de fiestas y cenas en Madrid. Y también se alejó de Amor Romeira porque, según ella misma ha dicho, Amor es íntima de Gloria Camila, hermana de Rocío Carrasco con la que ella no se habla desde hace años. Pero Dueñas no sólo dejó de lado a sus amigas televisivas, según cuentan, también dejó a su novio, con el que llevaba varios años, y se instaló a vivir en casa de Rocío y Fidel Albiac en La Moraleja. “Igual es que cuando acababa de ensayar ya era tarde y por eso dormía en su casa”, trataba de explicar Anabel Pantoja, a lo que Jorge Javier Vázquez contestaba con lógica: “A ver, que unos ensayos no terminan a las tres de la mañana...”. También Kiko Hernández apuntaba: “Es muy raro que viva con ellos. Yo no lo entiendo, ya que ella además tenía su casa en Madrid”.

Sea como fuere, lo cierto es que Anabel Dueñas está ‘desaparecida’ del mapa (el martes ni siquiera cogió el teléfono ni contestó al mensaje que le envió Anabel Pantoja) y en los últimos dos años solo se la ha visto en público junto a Rocío Carrasco, con la que además ha hecho algunos viajes profesionales. Anabel sólo mantiene relación con su familia y visita su tierra natal, Córdoba, con cierta frecuencia. Ni una foto en sus redes con sus antiguos compañeros, ni una con sus antiguas amigas y nada que tenga que ver con su ‘vida anterior’.

Anabel lo ha dejado todo por amor a Rocío Jurado, a su ídolo de la infancia, la persona más importante de su vida profesional y también personal desde hace tres años. Todo indica que Anabel Dueñas está sólo centrada en volver a los escenarios, cuando la pandemia lo permita, y seguir con su gira del musical homenaje a Rocío Jurado (pese a que las críticas no fueron demasiado buenas y tampoco llenaron los teatros por los que pasaron), algo que ella siempre soñó con hacer desde niña.

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