Anuncios

Andrés García confirma que se divorcia de Margarita Portillo, después de 20 años de matrimonio

"Todo se acaba en esta vida, nada es para siempre, sólo el sol, las estrellas y la muerte, lo demás no dura para siempre", expresó Andrés García sobre su matrimonio con Margarita Portillo, con quien llevaba 20 años juntos.

Andrés García (Ultra Media)
Andrés García (Ultra Media)

En entrevista con el programa “Venga la Alegría”, el actor de 79 años detalló que está tramitando la demanda de divorcio, pero según dijo, la separación ya se había dado desde hace más de cinco años.

"Cuando una relación no tiene sonrisas, cariños y buena voluntad el uno hacia el otro, ya no tiene caso seguir. No funciona estar cerca el uno del otro, porque son puros pleitos", expresó.

Andrés y Margarita tienen en común un hijo, y aunque llevan una buena relación, como pareja ya no funcionaban.

"La separación era de facto hecha ya tenía años, y ya luego las pocas veces que nos veíamos era cada vez más incómodo, entonces fue cuando dije 'de una vez'", pero luego ella manifestó que no quería divorciarse, y luego dije 'si no se quiere divorciar, bueno, cada cuál hace su vida y se acabó'".

El actor expresó que aunque se llevaban bien así, él sintió que ella ya no estaba a gusto, por lo que interpuso la demanda de divorcio; García enfatizó que todo está en orden y que no hay pendientes ni problemas legales entre ellos.

"No está pidiendo nada, no hay pleito por dinero, propiedades o algo así, no hay pleito de este tipo; cuando pueda tendré otra pareja, ya no me podré casar si no me he divorciado, una pareja sin casarse, listo".

MÁS HISTORIAS QUE TE PUEDEN INTERESAR:

El cruel destino de Andrés García, el seductor y viril galán adinerado con el que todas querían estar

Miranda Rijnsburger, la mujer que enamoró a Julio Iglesias y lleva casi 30 años con él

Marichelo Puente, la hermana de Anahí, y su extraordinario cambio físico de 40 kilos menos

EN VIDEO: Sean Connery cumple 90 años, una leyenda viva del cine que llegó a ser actor por pura casualidad