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Antártida: evacuaron a nueve personas con coronavirus, no vacunadas, de la Base Esperanza

La Base Esperanza está ubicada en punta Foca (entre las caletas Choza y Águila) de la bahía Esperanza en la península Trinidad. Junto a la chilena Villa Las Estrellas (que desde 2018 cerró su escuela F-50, por lo que la única escuela para niños funcionando es la argentina) son los únicos establecimientos de la Antártida en donde había personal temporal cumpliendo funciones militares, científicas o de servicio acompañados de sus familias
Instituto Antártico Argentino

Nueve personas contagiadas de coronavirus, que no estaban aún vacunadas porque se encontraban trabajando en la Antártida desde 2020, fueron evacuadas de la Base Esperanza en una misión “muy exitosa y en tan solo 12 horas”, que incluyó una etapa en Río Gallegos hasta su llegada al aeropuerto bonaerense de El Palomar, informó a la agencia Télam Edgar Calandin, Comandante Conjunto Antártico.

Los contagios ocurrieron luego del recambio de dotaciones en la base, tras lo cual el miércoles de la semana pasada una persona comenzó a tener fiebre y dolor de cabeza -síntomas asociados al Covid-19-, y se dio orden de hacer un test de antígenos a todos los trabajadores del lugar.

Fue entonces que se detectó que 24 tenían coronavirus, pero nueve no habían sido aún inmunizados debido a que permanecían en la Base desde el 2020 -antes de que se iniciara la campaña de vacunación en la Argentina-, aunque todos eran asintomáticos.

“ En la Antártida se había decidido no vacunar para evitar posibles efectos adversos de la vacuna ”, indicó a Calandin.

Pero el pasado sábado el Estado Mayor Conjunto decidió llevar adelante la “operación de evacuación” con el objetivo de “evitar cualquier tipo de riesgo” a pesar de que “estaban asintomáticos”.

“La evacuación del personal fue exitosa. Salió en condiciones extremas porque la meteorología daba media hora para que puedan operar los helicópteros. Fue en el límite”, sumó Calandin.

El viernes, las condiciones meteorológicas no permitían desplegar el operativo por lo que la maniobra se postergó para el sábado último.

“Teníamos una ventana de tiempo de 4 horas el sábado aproximadamente a las 2 de la tarde”, introdujo el general de Brigada.

A las 10 de la mañana despegó desde la ciudad de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, el avión Hércules con destino a la Base Marambio, en cuya pista de aterrizaje subirían más tarde los nueve trabajadores contagiados para iniciar su regreso a Buenos Aires.

En simultáneo, le impartimos la orden al jefe de Marambio para que salga con dos helicópteros Bell-212 a buscar a la gente a la Base Esperanza. Tenían 45 minutos para ir a buscarlos y sobró el tiempo. Llegaron a Marambio y esperaron en la pista porque el avión venía en marcha. Cuando llegó, subieron, hicieron combustible en Río Gallegos, y de ahí fueron hacia El Palomar”, detalló el militar.

Desde allí, las personas fueron trasladadas “inmediatamente” al Hospital Militar, donde cinco permanecen internadas para cumplir con el aislamiento necesario, ya que, tienen residencia fuera la Ciudad y necesitan viajar.

“Todo eso tardó 12 horas, lo cual para nosotros es un éxito. Son pocos los países que pueden sacar la gente de la Antártida y ponerla en la capital de su país en ese tiempo”, expresó.

También señaló que una situación así “estaba prevista”.

“Nosotros habíamos contemplado en nuestro protocolo que podía pasar. Lo detectamos, lo pudimos controlar y lo más importante es que no se diseminó” el contagio, dijo.

El protocolo de Covid-19 se implementó en el territorio argentino de la Antártida por orden del Ministerio de Defensa en el año 2020 y luego se actualizó a medida que se diseñaban nuevas políticas sanitarias.

En este sentido, el protocolo establece que para viajar a la Antártida es necesario realizar un PCR y, en caso de ser negativo, se hace una cuarentena de 14 días en distintas instalaciones en Campo de Mayo, la cual finaliza con la realización de otro PCR y a partir de ese momento se autoriza el ingreso a través del avión Hércules o una unidad naval.

El militar informó que siempre se apunta a mejorar el protocolo y que ya se confeccionó “el informe ante el Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (Comnap) para indagar lo que ocurrió”.

El sábado en la Base Esperanza había 43 personas, entre quienes se encontraban 15 científicos y unos 22 familiares que disponen de instalaciones para transitar su vida cotidiana, las cuales fueron “fundamentales” para lograr el exitoso aislamiento de las personas contagiadas.

Normalmente la base tiene entre 80 y 100 personas porque ahí van las familias y hay una escuela (la N° 38 Raúl Ricardo Alfonsín). Pero es una etapa de mantenimiento y de ciencia exhaustiva porque hay una pingüinera con 200 mil ejemplares alrededor”, contó Calandin.

Los 15 contagiados que ya estaban vacunados porque eran recién llegados a la Base permanecen en ella, se encuentra aislados y sin síntomas, informó el Comandante.