Se anunció la reapertura del Teatro Argentino con un homenaje a Norma Aleandro
La voz de Norma Aleandro, emocionada, sensible, consiguió un silencio absoluto de los presentes. Lo que no es poco a juzgar por la gran cantidad de gente que colmaba el salón dorado del Teatro Colón anoche. “Qué alegría, queridos míos, un teatro abre nuevamente sus puertas. Agradezco la idea de ponerle mi nombre a la sala. Un abrazo muy grande, muy grande para todos. Viva el teatro. Viva”, se escuchó decir a la actriz en un video (del que también participaron Ricardo Darín, Andrea Pietra, Adrián Suar y Marcos Montes, entre otros). Si bien, y a pesar de lo anunciado, la actriz no pudo estar presente, todos coincidieron que su espíritu deambuló entre aquellos que estuvieron la noche del miércoles, asistiendo a un acontecimiento tan inusual como simbólico: el anuncio de la reapertura del Teatro Argentino.
Fue otro estreno, el 2 de mayo de 1973, el que quedó trunco y selló el destino de la sala de Bartolomé Mitre 1444, propiedad de Alejandro Romay. El mismo día en el que debutaría una puesta de la controvertida Jesucristo Superstar, protagonizada por Susan Ferrer, Rubén Greco y Carlos Wibratt, un grupo comando ultrareligioso hizo estallar 25 bombas molotov, que destruyeron la sala por completo. Quienes se adjudicaron el hecho se identificaron como miembros del Movimiento Nacional Argentino. Romay nunca pudo reponerse de la pérdida económica, y el sueño del Teatro Argentino quedó tapado por los escombros. Hasta ahora.
La ley 14.800, promulgada en enero de 1959, señala que cuando se demuele un teatro, el propietario del terreno tiene la obligación de construir otro de características semejantes en su lugar.
Con esa condición llegó una idea de negocio al escritorio del empresario en desarrollo inmobiliario, Mariano Maioli, quien lo pensó por un momento y dijo: “¿Por qué no?”. Y así el renacer del Teatro Argentino pasó de utopía a realidad. “Fue mi principal motivación, incluso antes de conocer a Alejandro Romay, yo ya me imaginaba la torre, el edificio, el teatro, todo. No fue fácil, todo fue bastante complejo porque no se trata de una sala. También tenemos previsto tener un sector gastronómico, que es una terraza espectacular a cielo abierto”. La construcción se completará con un foyer que funcionará también como galería de arte, que podrá albergar hasta 250 personas en simultáneo“.
Quien estará a cargo de la dirección artística de la nueva sala es Diego Sebastián Oria, quien remarcó: “Buscamos encontrar un público que, tal vez, todavía no llegó al teatro, que tal vez no sabe de su existencia. Y reafirmar, junto con tantos popes, creadores, dramaturgos y dramaturgas de nuestra hermosa cultura, una unión. Esa unión para que cada espectador primerizo, o con excelencia en su mirada, pueda sentir que haya una caricia al alma. Va a ser un espacio multipropósito, para que cada creador pueda venir con su idea y llevarla adelante. Nuestros pilares son el entusiasmo, la disciplina y la voluntad de equipo”.
Aunque no se dieron precisiones sobre la fecha de inauguración (programada para algún momento de 2025), o detalles sobre la programación del renovado Teatro Argentino, si quedó claro, en palabras de Gabriela Ricardes, ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, la importancia de que se sume un nuevo espacio artístico a la oferta local: “ Honrados y felices de que se abra un nuevo teatro, y que además la sala lleve el nombre de Norma, y de darle la bienvenida en esta ciudad capital, cultural, global, conocida por su teatro en el mundo. En nombre del Jefe de Gobierno, nuestro agradecimiento y nuestro apoyo a todos aquellos que decidan emprender en esta ciudad y generar trabajo de calidad, porque sabemos que esos recursos siempre vuelven a la Ciudad de Buenos Aires”.
El cierre musical, entre la ilusión y el entusiasmo de los presentes por los anuncios, estuvo a cargo de Sandra Mihanovich, acompañada en el piano, como de costumbre, por su hermano Vane. La cantante, también aprovechó para agradecer la iniciativa y remarcar: “Es un honor, un placer y una alegría inmensa, que nuestra cultura vuelva a surgir en la ciudad de Buenos Aires. ¿Qué más podemos pedir? Es algo maravilloso”.