5 aspectos clave que debes conocer sobre la asexualidad

Silhouettes of people with LGBTQ flags as a concept of pride revolution, struggle for equality, homosexual society. Silhouette vector stock illustration with people or asexual
La bandera de la asexualidad fue creada en 2010 y sus colores representan la asexualidad total (negro), el ser sexual o asexual (gris), la sexualidad (blanco) y la comunidad LGBTQA+ (el morado). Getty Images.

Vivimos en un mundo hipersexualizado con un bombardeo constante de imágenes que incitan al sexo. Seductores labios carnosos, tonificados torsos masculinos desnudos, miradas y gestos lascivos inundan las imágenes del mundo publicitario y los videos de los cantantes de moda.

Las personas asexuales pueden sentir excitación al ver esas imágenes pero no sienten la necesidad de satisfacer sus deseos con otros. Y algunas son inmunes al impulsivo mundo de los deseos sexuales. ¿Te has preguntado si eres una de ellas?

Si nunca has sentido atracción sexual por otra persona no estás solo. Se calcula que el 1% de la población mundial es asexual. Pero eso no significa que los asexuales sean indiferentes a las relaciones humanas porque pueden sentir atracción romántica, estética o intelectual por personas de cualquier género.

Estos son los 5 aspectos clave que debes conocer sobre la asexualidad:

1. No es una patología es una orientación sexual

La asexualidad es una orientación sexual, al igual que la homosexualidad, la bisexualidad y la heterosexualidad. Una persona asexual se puede enamorar, sentir excitación genital, tener orgasmos, se masturban, se casan y tienen hijos.

El investigador sexual Anthony F. Bogaert, considera que sólo porque es poco común no significa que se trate de un problema. Para considerar la asexualidad una condición patológica tendría que causar daño a la persona que la vive y las investigaciones han demostrado que las personas que se identifican como asexuales no se sienten agobiados por su asexualidad.

Una publicación del Instituto Superior de Estudios Psicológicos de España explica que los pacientes que acuden a consulta por insistencia de sus parejas resisten a ser catalogados con diagnósticos médicos, como deseo sexual hipo-activo o trastorno por aversión al sexo, porque aseguran no sufrir por su condición de asexuales. “También rechazan interpretaciones psicológicas que explican su situación como el resultado de mecanismos de defensa como la represión, sublimación o desplazamiento del deseo hacia otros objetivos, debido a traumas, violencia, poca estimulación y exploración, educación sexual carente”.

El motivo es que los asexuales definen la asexualidad como una de las tantas formas de identidad y son congruentes con su forma de sentir.

2. No todos los asexuales son iguales

El espectro asexual tiene dos orientaciones definidas que son la orientación sexual y la orientación romántica. Algunos asexuales no desean tener contacto sexual con otros, algunos son indiferentes y otros acceden a tener sexo para alimentar una conexión emocional.

Los arrománticos es una orientación romántica, no sexual, en la que las personas no se sienten atraídas románticamente por otras personas y prefieren tener amigos cercanos que parejas. Algunos arrománticos mantienen relaciones platónicas o establecen alianzas para vivir juntas y tener hijos sin que esté vinculado ningún tipo de romanticismo.

Los demisexuales pueden sentir atracción romántica o sexual pero sólo cuando han formado una relación emocional muy cercana con otra persona. El deseo sexual solo surge después de que se consolida la relación afectiva.

Los gris-sexuales son individuos que se identifican con una orientación que está en el límite de lo sexual y lo asexual. Es un expectro muy amplio que incluye personas que experimentan ocasionalmente atracción romántica, personas que aveces sienten atracción sexual, personas que experimentan atracción sexual pero tienen una líbido baja, y personas que desean y disfrutan de la relaciones sexuales o románticas pero sólo en circunstancias muy específicas.

3. Asexualidad, libido y atracción sexual

Es importante entender las diferencias entre estos términos para comprender nuestra orientación sexual.

La libido es el impulso sexual. Su definición ha variado a través de la historia desde que fue acuñado por el fundador del psicoanálisis Sigmund Freud y utilizado por Carl G. Jung para denominar la energía psíquica que impulsa todos los procesos vitales. Y aunque en la actualidad existe consenso el consenso de que tiene un origen fundamentalmente biológico, también se cree que es influenciada por factores psicológicos y culturales. Los biólogos creen que es una fuerza importante que urge a las especes a procrear y pasar su material genético a las nuevas generaciones.

En sexualidad, la libido se trata de desear tener sexo, experimentar placer y orgasmos. Para muchos es una necesidad fisiológica, parecida al hambre.

La atracción sexual es el deseo de tener relaciones sexuales con otra persona que nos trae y nos despierta interés sexual. Nos sentimos atraídos por alguien en concreto porque posee características que nos gustan y que no podemos controlar a voluntad.

“El deseo sexual es algo que no siempre está presente y que no tiene por qué darse en presencia de algo que nos atraiga sexualmente”, explica la publicación especializada Psicología y Mente.

Un hombre o una mujer asexual puede sentirse atraído romántica o intelectualmente hacia otro hombre o mujer sin sentir atracción ni deseo sexual.

Muchas personas sexuales tienen una libido baja o pudieran no tener deseo sexual. De la misma forma, muchos asexuales tienen libido o experimentar deseo sexual y para satisfacerlo pueden masturbarse o tener sexo.

Eso significa que la sexualidad no está reñida con el sexo. Solo que las personas asexuales no sienten atracción sexual o es muy limitada.

4. La asexualidad no es sinónimo de celibato o abstinencia

La abstinencia es cuando no se tiene sexo por elección independientemente del deseo y suele ser temporal. El celibato es la decisión de abstenerse de tener sexo o de casarse por motivos religiosos o culturales y generalmente se mantiene durante toda la vida. El celibato y la abstinencia son elecciones mientras que la asexualidad no lo es. Una persona célibe siente atracción sexual pero se abstiene de tener relaciones sexuales. Una persona asexual puede tener sexo por razones distintas a la atracción sexual.

5. ¿Cómo saber si eres asexual?

Recuerda que la asexualidad es una orientación sexual. No es un problema, una elección ni una situación temporal. Generalmente una persona asexual siente muy poco interés por el contacto sexual con otras personas durante toda su vida. No es lo mismo que una persona que en algún momento de su vida pierde interés por el sexo o que decide no relacionarse sexualmente con otros.

No hay una fórmula para descubrir tu orientación sexual pero es interesante que te preguntes qué significa para ti la atracción sexual, cómo la experimentas, cómo te sientes cuando piensas en el sexo y tienes relaciones sexuales, si las personas te parecen atractivas y sientes deseo de tener sexo con ellas, si disfrutas del sexo o prefieres dar y sentir afecto sin contacto sexual.

No hay respuestas correctas o incorrectas. Lo importante es que conozcas y disfrutes plenamente de tu orientación sexual.

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