Ashton Kutcher temió ser considerado sospechoso en asesinato

Con un bigote y traje y corbata, Ashton Kutcher ocupó el banquillo de testigos en el juicio contra el asesino en serie Mario Gargiulo. El acusado cobró a puñaladas las vidas de tres jóvenes, incluyendo una que estaba preparándose para una cita con el actor la noche de su muerte.

El relato del esposo de Mila Kunis se extendió por casi una hora en la que él indicó que había hecho planes de cena y tragos con Ashley Ellerin la noche del 21 de febrero de 2001. Él había conocido a la modelo y estudiante de moda unos meses antes cuando andaba ennoviado, al reencontrarse y ambos estar solteros hicieron planes.

Kutcher había hablado con Ellerin para confirmar los planes en la tarde, pero luego la llamó para decirle que estaba tarde que iría a ver los Premios Grammy en casa de unos amigos y ella estuvo de acuerdo. Cuando él volvió a llamarla para indicarle que seguía tarde, ella no contestó. Kutcher fue hasta la casa y tocó la puerta. Dijo que le extrañó ver todas las luces prendidas y que nadie contestara porque el auto de la chica estaba ahí. Él vio cierto desorden por la ventana, pero no le llamó la atención porque recién Ellerin se había mudado.

“Asumí que había salido con una amiga porque yo estaba tarde”, dijo. Los fiscales piensan que Ellerin ya había sido asesinado cuando él estuvo ahí. Al día siguiente cuando él se enteró de la muerte, acudió a la policía porque sabía que sus huellas digitales serían registradas.

El testimonio de Kutcher fue muy importante para establecer la cronología de eventos de esa noche en la que Ellerin fue asesinada. Él nunca figuró como sospechoso. Gargiulo fue identificado cuando intentó apuñalar a otra joven en 2008 y su ADN fue vinculado a sus previos crímenes.