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Así le sienta a tu cuerpo escuchar 30 minutos diarios de música

Unas ‘píldoras’ diarias de melodías pop, clásicas o jazz pueden hacer mucho por tu salud

La música es capaz de Foto: Getty
La música tiene efectos positivos sobre las emociones, que a su vez se traducen en cambios biológicos como la disminución de hormonas de estrés, la reducción de la frecuencia cardíaca o la reducción de la tensión arterial. (Foto: Getty)

La música forma parte de nuestra vida, es buena para la salud y, sin importar la cultura, es un elemento inherente al ser humano. Numerosos estudios e investigaciones han puesto de manifiesto los efectos positivos de la música para nuestro bienestar físico y emocional.

Por ejemplo, la ciencia ha constatado que la música puede reducir el dolor de algunas enfermedades crónicas como, por ejemplo, la artrosis, y se ha demostrado que puede servir como terapia ante dolencias neuronales como Alzheimer, Parkinson o Autismo ya que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del cerebro.

Por otro lado, una investigación de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión, en Nueva Orleans, asegura que escuchar 30 minutos de música clásica, celta o raga a diario puede reducir significativamente la presión arterial alta.

Pero si lo que te gusta el jazz, pues genial, porque además de deleitarte con sus acordes contribuyes a reducir tus niveles de estrés; y tiene una relación muy directa con la emoción más primaria del hombre, ya que cuando se escucha, bien se conozca su historia o no, conecta con la parte más emocional y humana de las personas.

Otro estudio (del Ministerio de Salud de Sri Lanka publicado en el International Journal of Clinical Medicina) asegura que escuchar música clásica al menos dos veces al día aumenta la calidad de vida de las personas que padecen ciertas enfermedades cardiovasculares, específicamente angina de pecho.

Otro informe, de la universidad de Ohio, Estados Unidos, llegó a la conclusión que la música puede provocar cambios significativos en la frecuencia cardíaca del corazón. Para ello, los investigadores sometieron a 24 alumnos de instituto a sesiones musicales de diferentes estilos musicales. Los participantes escucharon 30 segundos de música clásica, electrónica, jazz, folk, rhythm and blues y rock. Tras cada una de las sesiones se evaluó la frecuencia cardíaca y se observó que tras las audiciones de música clásica se producía un significativo descenso de la frecuencia cardíaca mientras que ésta incrementaba tras escuchar la sesión de rock o el género musical preferido de cada uno de los participantes en el estudio.

La música mejora la capacidad de lenguaje de los bebés
La música mejora la capacidad de lenguaje de los bebés. (Foto: Getty)

Además escuchar música mientras trabajas o estudias potencia el aprendizaje y la memoria. Así lo asegura un grupo de científicos de la Universidad de Helsinki que demostró que la música de Mozart activa tanto la parte derecha como la izquierda del cerebro, lo que maximiza el aprendizaje y la retención de información.

Por si esto fuera poco, la música es capaz de reducir en nuestro cuerpo los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés y la ansiedad; y combate el dolor de cabeza y la depresión. Incluso algunas canciones pueden provocar el aumento de varios neurotransmisores en el cerebro como la dopamina, que disminuye el dolor y la intensidad de la cefalea.

Además, según un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, tocar un instrumento musical reduce los efectos del deterioro mental asociado al envejecimiento.

No hay duda, la música es el vehículo emocional más profundo que tenemos, haciendo que podamos trasladarnos al pasado, suscitar emociones, o incluso cambiar nuestro estado de ánimo.

Al escuchar tu música favorita mientras practicas ejercicio podrías estar multiplicando los beneficios de la actividad física sobre tus arterias y corazón. (Foto: Getty)
Al escuchar tu música favorita mientras practicas ejercicio podrías estar multiplicando los beneficios de la actividad física sobre tus arterias y corazón. (Foto: Getty)

¿Y por qué te cuento todo esto? Pues porque como cada 22 de noviembre, se acaba de celebrar una festividad que ha estado vigente desde el siglo XVI. Santa Cecilia, patrona de los músicos y de la Música, tenía una vida, según cuentan los escritos que se conservan de la época, aparentemente poco relacionada con la música. Sin embargo, se presupone que tocara algún instrumento, como la lira, la cítara o el arpa, tal y como hacían las damas de la sociedad romana.

Sea como fuere, lo cierto es que el Papa Gregorio XIII canoniza en 1594 a Cecilia de Roma y conmemora el día de su muerte, 22 de noviembre, como la festividad para los músicos y el arte.

Por eso, de la mano de Hoteles Center, una de las cadenas de hoteles más exclusivas de España que lleva más de once años viviendo una cita jazzística imprescindible, y congrega a sus clientes y amigos en Casa Fuster completando la velada con una oferta gastronómica elaboradora para disfrute de todos los sentidos, compartimos contigo algunas de las curiosidades de la música que seguramente no conocías, y con las que ahora podrás explicarte algún fenómeno aparentemente sin explicación, que has vivido…

  1. Efecto de la música en las pulsaciones cardíacas: el corazón adapta sus latidos a la música que estás escuchando; la música incluye en la presión arterial.

  2. Gusano musical, así se conoce al fenómeno de tener en la cabeza todo el tiempo una misma canción.

  3. Los gimnasios silenciosos están condenados al fracaso, ya que la resistencia física de las personas puede llegar a aumentar incluso un 15 por ciento si están emitiendo música rock o pop, o con ritmo.

  4. La razón y la memoria tienen una relación muy estrecha con la música, ya que puede ayudarnos en procesos de razonamiento, recuerdos (de hecho, se utiliza como terapia en enfermedades degenerativas, como el Alzheimer), y gestión de relaciones.

  5. Música para el cuerpo. Al igual que es bueno entrenar físicamente con música, al escucharla, el cuerpo libera dopamina… la misma hormona que se libera en el cerebro con las actividades más excitantes o placenteras.

  6. Música y sentidos. Si la música está muy alta, el cuerpo reacciona necesitando beber líquido mucho más rápido de lo habitual… ¿Entiendes por qué las discotecas tienen un volumen tan alto?

  7. Todo un jardinero. Las flores y las plantas crecen más rápido y son capaces de sanar de enfermedades con más facilidad si se les habla, pero también, si hay música cerca…

  8. El arte de la oratoria. Si tocas algún instrumento, estás invirtiendo también en mejorar tu comunicación verbal.

  9. Dibuja impresiones. La forma en la que concebimos el mundo depende en gran manera de la música que escuchamos. Además, condiciona la forma de relacionarnos, de vestir, incluso también nuestras aspiraciones.

  10. El cerebro trabaja. Escuchar música es de las únicas actividades que obliga a que el cerebro haga trabajar todas sus partes y hemisferios. Incluso, hay géneros musicales que hacen que estimule esas zonas con más profundidad que otras, como es el caso del jazz.

Así que hay mucho motivos para escuchar música cada día. Tal y como reflexionó Victor Hugo, “La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”. ¡Feliz día del Músico!

¿Trabajas, estudias o entrenas con música? ¿Has hecho terapia musical alguna vez? ¿Te sirvió?

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