Ataque cardíaco: la grasa acumulada en la barriga es más riesgosa de lo que crees

Foto: Mladen Zivkovic/istock
Foto: Mladen Zivkovic/istock

Son varios los factores de riesgo que te vuelven más propenso a ser víctima de un ataque cardíaco. Entre los más populares se encuentran: la obesidad, el estrés y el sedentarismo.

Asimismo, estos tres factores de riesgo tienen en común que se pueden manifestar en el cuerpo a través de la aparición de una barriga, es decir, de grasa acumulada en la zona del abdomen.

Ahora bien, un estudio reciente de origen sueco que fue publicado en el European Journal of Preventative Cardiology, halló que los sobrevivientes de ataques cardíacos que llevan peso extra alrededor del abdomen corren un mayor riesgo de sufrir otro ataque cardíaco. Así es, el sobrepeso en esta zona sería aún más riesgoso que los kilos de más en otras partes del cuerpo.

El estudio siguió a más de 22,000 pacientes suecos durante aproximadamente 3.8 años después de su primer ataque cardíaco y monitoreó su cintura para investigar cualquier correlación entre una gran barriga y otros problemas cardiovasculares.

Como mencionábamos antes, los expertos llegaron a la conclusión de que la grasa abdominal estaba asociada con ataques cardíacos independientemente de otros factores de riesgo como fumar, la diabetes y la hipertensión.

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El estudio demostró también que la correlación sería más fuerte para los hombres: a medida que aumentaba la grasa abdominal, también incrementaba la probabilidad de recurrencia de un ataque cardíaco.

En el caso de las damas, un estudio publicado en agosto de 2019 en Menopause, la revista de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS), encontró que la grasa abdominal sería más riesgosa que el sobrepeso general a la hora de padecer una enfermedad coronaria.

La investigación, realizada en alrededor de 700 mujeres coreanas demostró que la presencia de la enfermedad de la arteria coronaria obstructiva fue significativamente mayor en mujeres con obesidad centralizada.

Estos resultados son especialmente relevantes para las mujeres posmenopáusicas, pues la menopausia provoca un cambio en la distribución de la grasa corporal, especialmente en el área abdominal.

"No todas las grasas son iguales, y la obesidad central es particularmente peligrosa porque está asociada con el riesgo de enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte de las mujeres", sostiene la Dra. Stephanie Faubion, directora médica de NAMS.

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Mejor prevenir que curar

Nunca es demasiado tarde para tomar medidas para prevenir un ataque cardíaco, incluso si ya padeciste uno, informan desde la Clínica Mayo. Estas medidas podrían ayudarte:

  • Tomar medicamentos puede reducir el riesgo de padecer nuevamente un ataque cardíaco y ayuda a que el corazón dañado funcione mejor. Por lo tanto, lo mejor es seguir las indicaciones del médico y consultarle con qué frecuencia necesitas ser monitoreado.

  • Es clave mantener un peso saludable con una dieta saludable para el corazón, no fumar, hacer ejercicio regularmente, controlar el estrés y regular las condiciones que pueden provocar un ataque cardíaco, como presión arterial alta, colesterol alto y diabetes.

Si tienes dudas consulta con un especialista de la salud.