Anuncios

Aunque seas tan rápido como Speedy Gonzales, no comas nada del suelo: la regla de los 5 segundos es falsa

Un nuevo estudio (y van varios) derriba esta arraigada creencia popular

“¡Bah! No pasa nada, sopla un poco y ya está, ¡a la boca! Si no le ha dado tiempo a contaminarse”. Craso error amigos. (Foto: Getty Images)

Cuando la comida se cae al suelo se contamina… ¡al instante! Da igual lo rápido que seas, que pases la mano por encima para retirar posibles restos que hayan quedado adheridos a la superficie o que soples para eliminar esas diminutas partículas de polvo que siempre están pululando por el ambiente (aunque no se vean), el daño ya está hecho.

Según un estudio de la Universidad Rutgers (Nueva Jersey), cuando un alimento entra en contacto con una superficie (contaminada), la transferencia de bacterias es inmediata.

image

¡No te comas esa tostada! La mantequilla y la mermelada la convierten en un ‘alimento tóxico’. (Foto: Thinstock)

Claro que la cosa varía en función del tipo de comida, su textura, y del lugar en el que caiga. Por ejemplo, los azulejos y la madera acumulan muchas más bacterias que las alfombras o la moqueta. ¿Increíble verdad?

De acuerdo con los resultados de esta investigación, publicados en Applied and Environmental Microbiology, la comida se contamina apenas cae. Pero hay factores que pueden empeorar o acelerar el proceso, como la humedad. Si se han derramado líquidos (leche, sopa, aceite, mantequilla), la transferencia es mucho más rápida, y mayor. El riesgo de contaminación aumenta cuanto más “pegajoso” sea un alimento.

Esto desmonta el mito de los ‘5 segundos’ que asegura que los alimentos que se caen al suelo, si se recogen rápidamente, son seguros y se pueden comer ya que las bacterias necesitan tiempo para transferirse.

image

Olvídate de recuperar los restos de comidas del suelo, aunque no se haya roto el plato. (Foto: Getty Images)

Para demostrar que se trata de un leyenda urbana, Donald Schaffner, autor de la investigación, y su equipo probaron lo que pasaría si cuatro alimentos diferentes (sandía, pan, pan y mantequilla, y gominolas) caían sobre cuatro superficies (acero inoxidable, baldosas de cerámica, madera y alfombras) previamente contaminadas con una bacteria (enterobacter aerogenes) similar a la Salmonella.

Además establecieron cuatro tipos de contacto: menos de un segundo, cinco, 30 y 300 segundos, y dejaron secar por completo los suelos antes de ‘tirar’ sobre ellas las muestras de alimentos.

En total se produjeron un total de 2.560 mediciones en 128 escenarios que se repitieron 20 veces cada uno. para determinar la contaminación, se analizaron tanto las muestras de alimentos como la post-transferencia.

“La transferencia de bacterias de las superficies a los alimentos parece estar afectada por la humedad”, explica Schaffner. “Las bacterias no tienen patas y se mueven con la humedad; cuánto más húmeda sea la comida, mayor será el riesgo de transferencia. Además, mayores tiempos de contacto suelen dar lugar a una transferencia de más bacterias de una superficie a los alimentos”.

image

En algunos casos, la transferencia se inicia en menos de un segundo. Por eso es importante extremar la higiene también durante la preparación de los alimentos. (Foto: Getty Images)

O sea que la sandía tiene mayor probabilidad de contaminarse que las gominolas. Además, el estudio concluyó que las bacterias se mueven más rápidos en baldosas y sobre acero inoxidable, que sobre las alfombras.

“La regla de ‘5 segundos’ es una simplificación significativa de lo que sucede realmente cuando las bacterias se transfieren desde una superficie a los alimentos. Las bacterias pueden contaminar de forma instantánea”, concluyó Schaffner.

Vamos que salvo que el lugar del ‘accidente’ esté completamente desinfectado, algún que otro ser microscópico se quedará enganchado en la superficie del alimento, aunque apenas hayan pasado unos segundos.

Fuente: ScienceAlert

También te puede interesar:

Deja de lavar el pollo (y los huevos) o conseguirás que las bacterias se extiendan por tu cocina

Cuanto antes lo enciendas más posibilidad tienes de desarrollar cáncer oral o de pulmón