'Autosexuales': ¿orientación sexual real o una simple moda?

Acabo de toparme con el término ‘autosexual’ por primera vez y me ha picado la curiosidad. Resulta que hay una chica, Ghia Vitale, que desde 2017 está prometida consigo misma, algo que me parece antropológicamente apasionante. Lo primero que pensé es que el nivel de narcisismo de Vitale es directamente proporcional a la cantidad de limpiacristales que usa para sacarle brillo a su espejo. Los labios deben dejar marca. Después decidí explorar sus redes sociales para poner rostro a esta tendencia sexual tan novedosa para mí.

“Es oficial: ¡Estoy prometida conmigo misma!”, escribió hace dos mayos.

Parte de mí quiere hacer la broma fácil del ‘hasta que la muerte nos separe’; mi otro yo llama a la mesura. ¿Es la ‘autosexualidad’ cosa de Vitale o representa la identidad de más personas?

Indago. Me doy cuenta de que no hay estudios concretos al respecto, aunque hay quien hace referencia al psicólogo, Bernard Apfelbaum, como el primero en acuñar el término. Lo que sí veo son foros tanto en inglés como en español, que llevan años hablando de este concepto. Encuentro una definición interesante en el blog Amino.

“El deseo por uno mismo no es síntoma de tener un ego gigantesco sino que se considera una orientación sexual en la que una persona no necesita de nadie más para satisfacer sus fantasías. El ‘autosexual’ no es que tenga carencia de deseo sexual. Todo lo contrario. Lo tiene y claramente identificado. Lo que ocurre es que únicamente él mismo puede despertarlo y satisfacerlo”.

Entiendo entonces que la persona que se considera ‘autosexual’ se masturba con la idea de sí misma, que mantiene una relación de ‘autorromanticismo’, de autoerotismo, que se excita con su propio desnudo y que las mariposas en el estómago aparecen cuando piensa en ella. Quién mejor que Vitale para explicarlo.

“Mis primeras memorias de mirarme al espejo y sentir atracción sucedieron a los siete años de edad”, afirmó a Metro. “No aprendí el término de ‘autosexual’ hasta que me gradué de la universidad en 2013. El sentir atracción por mí misma me confundió en ocasiones pero cuando aprendí lo que era la ‘autosexualidad’ me congratulé de que existiera una palabra para mi experiencia. Considero que estuve en una relación conmigo misma desde la universidad. Antes de eso tuve experiencias sexuales y románticas conmigo, pero siempre asumí que las relaciones debían ser con otras personas para que fueran válidas. Ahora me doy cuenta de que la relación que tengo conmigo misma es tan válida como cualquier otra”, agregó.

Vivimos en la era de las identidades y todas deben ser respetadas por poco convencionales que parezcan. Es apasionante descubrir la variedad de sentimientos y cómo éstos se introducen en la etimología. Uno trata de acostumbrarse y se pregunta cuál es el orden de los factores en esto de la ‘autosexualidad’. Si la identidad en sí o la falta de identidad per se. Si la genética creó al ‘autosexual’ o si es simplemente una moda producto de alguien que no se siente identificado o identificada con las etiquetas que existen en la actualidad. ¿Una tendencia millennial? ¿Se trata de una preferencia o una orientación sexual? ¿Acaso es una consecuencia que tiene su origen en el rechazo?

Muchas preguntas para tan pocos casos y estudios en comparación con otras identidades sexuales que todavía luchan por ser aceptadas. En el caso de la ‘autosexualidad’ no se pone sobre la mesa el debate de género, sino el de una relación unidimensional que propina una bofetada al concepto binario del amor en pareja.

Mucho fuelle para tan poca tela.

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