El Banco Mundial dijo que es temprano para hablar de hiperinflación en la Argentina

Inflación en Argentina
Inflación en Argentina - Créditos: @JUAN MABROMATA

WASHINGTON.- El Banco Mundial dijo que “es temprano” para hablar de hiperinflación en la Argentina, aunque remarcó que el alza del costo de vida, que está muy por encima del resto de los países de América latina, continúa siendo una gran preocupación.

El Banco Mundial estimó que la Argentina crecerá un 4,2 por ciento este año –tres décimas por debajo del pronóstico que brindó a mitad de este año– y un 2 por ciento el año próximo, una desaceleración que reflejará el magro desempeño que tendrá América latina y el Caribe, anclada en un crecimiento anémico desde hace años. El Banco calcula que la región crecerá un 3% en 2022, y solo un 1,6% el año próximo.

William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América latina y el Caribe, presentó el panorama del banco para la región y respondió preguntas sobre las perspectivas del país en dos conferencias de prensa, una en inglés y otra en castellano. Sin brindar pronósticos o detalles sobre el panorama para la economía, Maloney dijo que la inflación sigue siendo una “gran preocupación” y el país debe mantener el rumbo fijado en el programa con el Fondo y “ver cómo sale”.

“Obviamente, la Argentina es uno de los países de la región con tasas de inflación más altas que el promedio, y eso ha sido así durante varios años y es una gran preocupación. Tenemos la esperanza de que el programa con el FMI se mantenga encaminado. Tienen que mantener el rumbo y ver cómo sale”, indicó Maloney, en su conferencia en inglés.

“La idea es bajar la inflación, mantener el presupuesto fiscal sano. Es temprano para hablar de hiperinflación” , agregó luego en su conferencia en castellano, en referencia al programa con el Fondo.

La inflación anual en la Argentina se acercó al 100% en los últimos meses, a pesar de que el Gobierno mantiene múltiples restricciones o “cepos” para controlar el dólar, postergó el ajuste en las tarifas del gas y la electricidad y el Banco Central comenzó a subir las tasas de interés. Economistas insisten en la necesidad de implementar un plan integral, más profundo, para estabilizar la economía y lograr una baja sostenida del costo de vida. El ministro de Economía, Sergio Massa, dijo al asumir que julio y agosto serían los dos meses más difíciles respecto de la inflación, pero septiembre habría dejado una inflación mensual cercana al 7%, según las primeras estimaciones privadas.

El informe del Banco Mundial también puso relieve un costo de largo plazo que dejó la pandemia del coronavirus: Maloney dijo que se perdieron alrededor de 1,5 años de educación presencial, lo que provocará una caída del 10% en el ingreso de por vida de los estudiantes que fueron privados de clases.

“A la fecha, alrededor de 170 millones de estudiantes de la región fueron privados de educación presencial durante aproximadamente la mitad de los días de escolaridad presencial que normalmente tendrían, algo que podría causar un descenso del 10 por ciento en los ingresos que percibirán durante sus vidas”, señala el informe del Banco Mundial.

Al hablar sobre el panorama para la región, Maloney dijo que no se sabe cuánto tiempo persistirá el actual brote inflacionario que surgió con la salida de la pandemia del coronavirus, y se agravó con la guerra en Ucrania. El aumento de la inflación es una de las principales causas de la suba de la pobreza. Maloney catalogó el crecimiento a mediano plazo en la región como “débil”, y dijo que se restaba regresando a niveles semejantes a la década de 2010.

“Tenemos un problema de crecimiento lento estructural y tenemos que pensar las reformas que tenemos que hacer para estimular el crecimiento”, indicó el economista.