Barbara Carrera, la primera chica Bond latina de la que nunca más se supo

Barbara Carrera rompió barreras al convertirse en la primera chica Bond latina,. Fue en los años 80, en la película Nunca digas nunca jamás con Sean Connery, un logro que llegó después de emigrar a Estados Unidos, convertirse en una prestigiosa modelo y comenzar a abrirse hueco en el cine hasta el punto de ser incluso nominada a los Globos de Oro en 1975 por la película The Master Gunfighter. Sin embargo, tras coprotagonizar esta entrega del agente 007 su carrera se fue a pique.

Salvo excepciones como La bruja de mi madre con Bette Davis, entre finales de los 80, los 90 y principios de los 2000 tuvo que conformarse con papeles en thrillers de acción de serie B y comedias que resultaron un fracaso. Y ante las pocas oportunidades que se le abrían, decidió finalmente dejar la actuación tras trabajar en la película Paradise en 2005. Desde entonces, apenas se ha vuelto a saber de ella. Sin embargo, nunca se ha cerrado a la prensa y sigue abierta a participar en entrevistas y documentales.

De esta forma, hemos podido conocer que Barbara Carrera sigue ganándose la vida en el mundo del arte como pintora, viviendo de la venta de sus cuadros y de la realización de exposiciones. Sin embargo, en todo este tiempo no ha tenido una vida fácil. Según contó en una entrevista con El País en 2015, en 2011 fue diagnosticada de un cáncer de mama y se enfrentó a una dura lucha contra la enfermedad. No obstante, Carrera contaba cómo esta difícil experiencia le ha ayudado a apreciar más la vida y las cosas pequeñas, por lo que ahora, a sus 75 años, disfruta de una vida plena y feliz.

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