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Betina O' Connell: "Me alejé del medio por una cuestión personal, pero siento que es tiempo de volver"

Quién no recuerda la dulce sonrisa de Paula en Montaña rusa, la exitosa tira del viejo Canal 13 que tuvo dos temporadas y que fue semillero de muchos actores que forjaron interesantes carreras en cine, televisión y teatro. Betina O'Connell dio sus primeros pasos en la pantalla chica en 1994 y continuó con otros éxitos como Ricos y famosos, Como vos y yo, Los médicos de hoy, Tiempo final, Kachorra, Culpable de este amor, Herencia de amor; también se probó como conductora de los ciclos Mi bebé y 3 deseos.

Sus últimos trabajos fueron en Somos familia (2014) y Kally' Mushup (2017), en Telefe y Nickelodeon. Hubo años en los que trabajó mucho y otros en los que su elección fue quedarse en casa, acompañando a sus hijos. Mamá de Julieta (14), Laura (13) y Cristóbal (8), Betina confiesa que se alejó del medio "por una decisión personal" pero hoy siente que es momento de retomar su trabajo y se lo cuenta a LA NACIÓN.

-¿Cómo llevan la cuarentena en tu familia?

-Los días se pasaron bastante rápido. No puedo creer que estamos ya a mitad de año. Estamos bien, sanos y eso es un montón. Mis hijos están de vacaciones ahora pero tuvieron el mismo ritmo que en tiempos normales, porque tenían clases todos los días de 8 a 16, como si fueran al colegio. Al que ayudo más con las tareas es a Cristóbal, porque las dos más grandes se arreglan solas y hacen todo perfecto. Con el chiquito hay que estar atenta, que no se salte ninguna tarea, que haga los zoom de clases a la mañana y a la tarde. Este es un trabajo en equipo de los chicos, los maestros y los padres, y así funciona.

-¿Qué hacés en los ratos que tenés para vos?

-Me queda muy poco tiempo, en realidad, entre hacer las cosas de la casa, estar con los chicos... Eso te lleva todo el día. Aprendí muchas tareas del hogar que no hacía. Es más, conocí mucho más mi casa y eso también tiene su parte linda. Yo no era de cocinar tanto y ahora cocinamos un montón. Vivimos una vida diferente. Antes estábamos más horas en la calle, con más actividades fuera de tu casa. Ahora la acción es adentro y toda energía la ponés en lo cotidiano, en cosas que nunca imaginaste que ibas a poner tanta intensidad. Si querés que tu casa esté impecable, te tenés que ocupar vos, tenés que cocinar todas las comidas en horario y todo tiene que estar perfecto y hecho por vos. De todas maneras, nos repartimos algunas tareas y todos tienen sus roles en esta cuarentena.

-Otro trabajo en equipo...

-Todos estamos aprendiendo. Esta cuarentena tiene cosas lindas también y es una forma diferente de vivirla. Antes de la pandemia, volviendo de las vacaciones, me acuerdo que pensaba que iba a ver poco a mis hijos, con el arranque del año y las clases y las actividades. Lo decía con un poco de tristeza porque me gusta estar con mi familia. Y pasó todo lo contrario: estoy todo el tiempo con ellos. Mi marido, Federico Leyría, es escribano y en el arranque de la cuarentena trabajó desde casa. En la fase 3 pudo volver a trabajar y ahora está de vuelta en casa, con la fase 1. Estamos un montón de tiempo todos juntos.

-Entonces, ¿no hay angustias?

-Personalmente, es una experiencia rara, distinta y saco lo mejor de todo esto. Creo que para los adolescentes es más difícil porque están en otra etapa, empezando a ser independientes, a compartir más tiempo con amigos y alejarse un poco de los papás, y les pasó al revés. De todas maneras, tengo mi tiempo para hacer gimnasia, empecé a estudiar italiano con algunas amigas porque me gustan los idiomas y hablo inglés y francés. Estoy leyendo mucho, vemos series, películas, muchos juegos de mesa que nunca jugábamos y desempolvamos. Lo más difícil es que mi mamá es grande y vive en Capital. Ha venido a casa y se ha quedado, pero creo que es lo más duro de esta cuarentena, que la gente mayor esté alejada de sus seres queridos. Y a nivel general hay muchas cosas que me angustian, porque hay gente que no la está pasando bien.

-¿Qué series te engancharon?

-Homeland, Split que es una serie inglesa. Y me encantó After life y Billions. También Las chicas del cable... Me gustan mucho las series españolas. Y vi la última temporada de Outlander. El año pasado viajamos con mi mamá a Irlanda y Escocia porque era una deuda pendiente que teníamos: nuestro apellido es irlandés. Y recorrimos muchos de los lugares que muestran en la serie, entonces verla me hizo recordar el viaje y estuvo buenísimo.

-Hiciste las dos temporadas de Kally's mashup, ¿sentís que es tiempo de volver a trabajar?

-Me alejé bastante por una decisión personal de querer estar con mi familia. La verdad es que cuando me separo de ellos no la paso bien, los extraño y siento que mi deber es acompañarlos. Lo siento en el alma. No es una obligación sino un sentimiento. A veces, cuando trabajaba, sentía que no estaba en el lugar en el que tenía que estar, que era con mi familia, acompañando a mis hijos en su crecimiento. Ahora los chicos son más grandes y quiero volver a trabajar porque, además, es una manera de mostrarles que se necesita trabajar por el dinero y por uno mismo.

-¿Qué es lo que extrañas de tu trabajo como actriz?

-Pasé muchas cosas hermosas trabajando, me gusta mi profesión, conocí gente muy linda. La idea es volver cuando todo se reactive, después de esta pandemia. Antes de ser mama trabajé muchísimo, hice teatro, televisión. Cuando nació Julieta bajé el ritmo y cuando nació Laura también, aunque hice conducción Mi bebé, en Utilísima. Hice cosas que pude combinar con la maternidad en estos años. Somos una familia numerosa y me gusta estar con ellos y atenta a las cosas que les pasa, acompañarlos. Fui eligiendo ese camino. Pero el trabajo es de uno, como un mundo propio, mío. Es también tener tu independencia. Eso es lo que extraño, a veces. Pasé momentos muy lindos trabajando. Por Instagram todavía me hablan de Montaña rusa, quizá porque hace unos años la están repitiendo por Volver. Todos los de mi generación me hacen referencia a ese programa.

-Hace unos años que los actores de Montaña rusa se juntan para compartir asados. ¿De qué charlan en esos encuentros?

-Somos diez actores que nos queremos muchísimo, nos llevamos muy bien y vernos es una emoción enorme, como si volviéramos a ser adolescentes. Somos Nancy Dupláa, Gastón Pauls, Claudia de la Calle, Esteban Prol, Eric Grimberg, Celeste Pisapia, Diego Ramos, Malena Solda, Sebastián de Caro y yo. En esas reuniones hablamos de todo, de la vida, recordamos anécdotas, conversamos sobre lo que nos pasa hoy, nos reímos mucho. Algunos se acuerdan de anécdotas que otros ni registran y nos reímos de eso también, o de las grabaciones... Para todos fueron nuestros comienzos y vivíamos la experiencia del primer trabajo, de pasar muchas horas juntos, del boom del teatro. Fue muy impresionante lo que vivimos. Como grupo siempre nos contuvimos mucho y nos llevamos bien. Algunos nos seguimos viendo a lo largo de los años y un día nos volvimos a juntar todos y fue increíble. Ahora tenemos chat muy activo, hacemos encuentros por zoom.

-¿Recordás alguna anécdota de Montaña Rusa en particular?

-Algo que nos pasó a las chicas y fue muy gracioso. Celeste había sacado el registro de conducir y tenía un autito. Grabábamos en Canal 13, en los estudios de San Juan y Lima, y como teníamos un rato libre nos fuimos a pasear con ella en el auto, con Nancy. De golpe estábamos en la 9 de Julio pero al revés, en contramano y todos los autos se nos venían encima. Celeste hizo un giro en U, casi chocamos, nos paró un policía para hacernos una multa y Nancy dijo: "Disculpe, pero somos de Montaña rusa". ¡Qué tendría que ver! [Risas]. Pero nos perdonó, era muy simpático.

-Travesuras adolescentes...

-Vivíamos una adolescencia constante. Recuerdo que viajamos a Bariloche a grabar el viaje de egresados y también lo vivimos así nosotros. Momentos muy divertidos. Tuve muchos grupos de trabajo y nos llevábamos bien pero ninguno fue tan fraternal como el de Montaña rusa, quizá porque todos teníamos más o menos la misma edad y nos pasaban las mismas cosas. También guardo recuerdos lindos de Como vos y yo, porque nos hicimos muy amigas con Eleonora Wexler. Compartíamos camarín y pasábamos muchas horas juntas; el camarín era como tu casa.

-Cuando empezaste a trabajar como actriz estudiabas Derecho, ¿pensaste en terminar la carrera?

-La verdad que no. Hice tres años y me gustaba mucho, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que no era para mí. Terminé el secundario y me anoté en Derecho en la UBA. Al mismo tiempo hacía publicidades para ganar mi plata y un día me convocaron para hacer el video de Luis Miguel, "Suave", con Mariana Fabbiani. Viajé a México y ya de vuelta, me llamaron de varios programas. La verdad es que no había pensado en llevar mi carrera para el lado de la actuación, pero hice el casting para Montaña rusa, me eligieron y fue todo un cambio en mi vida. Durante los dos años del programa seguí yendo a la facultad y después dejé para estudiar actuación. Entré a Canal 9 en la época de Alejandro Romay y hacíamos una novela detrás de la otra. No había tiempo para otra cosa.