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Este no es el bizcocho de fresas que ya conoces

Galletas de mantequilla con fresas y crema batida, en Nueva York, el 2 de junio de 2020. Estilista de alimentos: Simon Andrews. (Ryan Liebe/The New York Times)
Galletas de mantequilla con fresas y crema batida, en Nueva York, el 2 de junio de 2020. Estilista de alimentos: Simon Andrews. (Ryan Liebe/The New York Times)
Galletas de mantequilla para un postre de bizcocho de fresas con crema batida, en Nueva York, el 2 de junio de 2020. Estilista de alimentos: Simon Andrews. (Ryan Liebe/The New York Times)
Galletas de mantequilla para un postre de bizcocho de fresas con crema batida, en Nueva York, el 2 de junio de 2020. Estilista de alimentos: Simon Andrews. (Ryan Liebe/The New York Times)

Quizá esta sea una postura controvertida en el mundo de los postres, pero yo creo que las fresas y la crema batida combinan mejor con una galleta bien crujiente que con los bollos suaves del clásico postre de Nueva Inglaterra llamado “strawberry shortcake”, o bizcocho de fresa.

Adoro los bizcochos, pero, en mi opinión, son pan, no pastel, y es mejor comerlos en el desayuno, no en el postre.

Las galletas son indudablemente dulces y crujientes, además ofrecen un contraste de textura con toda esa fruta confitada y crema suave. También son más convenientes. Puedes hornear las galletas con unos días de antelación, mientras que los bollos deben comerse a las pocas horas de hornearse.

Para hacer estas galletas más crujientes, añadí un poco más de azúcar de la que normalmente usaría para un bizcocho. También usé mantequilla cultivada para hacerlas aún más sustanciosas. Pero la mantequilla normal funciona perfectamente bien, así que usa la que tengas. Incluso podrías usar mantequilla con sal. Solo reduce la sal de la lista de ingredientes a 1/4 de cucharadita.

Sin embargo, una advertencia: la masa es muy pegajosa. La forma más fácil de tratarla es aplastar la masa para formar un tronco (o dos), envolverla en plástico, luego enfriarla, rebanarla y hornearla.

Me gusta hornearlas hasta que presenten un anillo marrón oscuro en la circunferencia y adquieran un sabor ligeramente caramelizado. A mi marido le gustan horneadas hasta que la parte superior se ve como oro pálido y saben más a vainilla. Para que ambos seamos felices saco una bandeja del horno antes que la otra. Haz lo que funcione en tu casa.

Como las galletas son más bien dulces, no necesitarás mucho azúcar para las bayas. Si tienes la suerte de conseguir fresas tan maduras que sueltan un jugo escarlata cuando las cortas, espolvoréalas solo con un poco de azúcar, como si las sazonaras con sal. Las fresas que están menos maduras quizá necesiten un poco más, pero usa solo lo suficiente para hacerlas más jugosas.

Luego sirve la crema batida, las fresas y las galletas en platos separados y deja que cada quien las combine en sus tazones, agregando crema o bayas al gusto.

Me gusta usar las galletas en lugar de una cuchara para agarrar las fresas y la crema e ir saboreando poco a poco. Verás que con un bizcocho eso no se puede hacer.

RECETA:Galletas de mantequilla con fresas y crema batida

Rinde: 4 porciones, y masa extra

Tiempo total de preparación: 1 hora, más el enfriamiento

Ingredientes:

Para la masa de mantequilla:

1 taza / 225 gramos de mantequilla sin sal (2 barritas), preferiblemente cultivada (al estilo europeo), a temperatura ambiente.

3/4 de taza / 150 gramos de azúcar

1 yema de huevo

1/2 cucharadita de sal marina fina

1 vaina de vainilla, cortada a lo largo, quítale las semillas con la punta de un cuchillo, o bien, 1 cucharada de extracto de vainilla

1/2 cucharadita de agua de azahar o cáscara de naranja rallada (opcional)

2 tazas / 255 gramos de harina para todo uso

Para servir:

475 gramos de fresas, en rodajas

Azúcar, al gusto

1 taza / 240 mililitros de crema para batir

Preparación:

1. Usa una batidora eléctrica de pedestal con el accesorio de la paleta, o una batidora eléctrica manual, para batir la mantequilla con el azúcar durante unos 2 minutos hasta que esté ligera y esponjosa. Incorpora batiendo la yema de huevo, sal, vainilla y agua de azahar, si se utiliza. Luego, incorpora la harina hasta que esté suave, y raspa los lados del tazón con una espátula de goma.

2. Reúne la masa y colócala en un pliego de plástico para envolver de 30 centímetros de largo y forma un tronco de 4 centímetros de diámetro. La masa estará muy pegajosa, así que ayúdate del plástico para formar el tronco (o haz dos troncos más cortos si es más fácil). Luego envuélvelo y mételo en el refrigerador hasta que esté completamente frío, al menos 3 horas (y hasta 5 días).

3. Cuando todo esté listo para hornear, calienta el horno a 176 grados Celsius y cubre dos bandejas para hornear con papel pergamino o forros antiadherentes.

4. Desenvuelve el tronco de masa y córtalo en rodajas de 6 milímetros de grosor. Colócalas en las bandejas preparadas y hornea hasta que las galletas estén doradas en los bordes, de 10 a 15 minutos. Transfiere las bandejas de hornear a una rejilla de alambre para que se enfríen completamente. Las galletas pueden hornearse hasta 4 días antes y almacenarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente.

5. Cuando estén listas para servir, espolvorea las fresas con un poco de azúcar y déjalas reposar durante 15 minutos para que suelten su jugo.

6. Usa una batidora eléctrica con el accesorio del batidor, o un globo para batir y el sudor de tu frente, para batir la crema, añadiendo una o dos cucharaditas de azúcar, si quieres. Ten en cuenta que las galletas son muy dulces, por lo que es posible que no quieras añadir nada de azúcar.

7. Coloca las fresas en tazones para servir y ponles la crema batida encima. Rocía el jugo de las fresas sobre la crema. Mete una o dos galletas en cada tazón y sirve con cucharas.

© 2020 The New York Times Company