Debajo del miedo: la vida

Varias personas me habían recomendado la serie Call the midwife (Llamen a la partera), que ahora se puede ver a través de Netflix, pero no fue sino hasta hace un par de semanas que comencé a verla. Y no puedo parar. Además de ser un deleite visual, ejemplo de una producción cuidadosa, cada capítulo es una profunda lección sobre el sentido de la vida.

Jessica Raine personifica en Call the midwife a una joven y valiente partera / Foto: Express.co.uk
Jessica Raine personifica en Call the midwife a una joven y valiente partera / Foto: Express.co.uk

La serie está basada en las memorias de una partera británica de fines de los años 50, y en sus vivencias hay tanta sabiduría que me he sentado con lápiz y papel en mano para registrar las frases memorables. Una de ellas es: “Sólo hay dos motivos por los que la gente hace lo que hace, por amor o por miedo”. He estado pensando en esa frase varios días. Incluso he comenzado a ver el mundo a través de ella y me ha ayudado a ser más compasiva con los demás y conmigo misma.

Más que en otra época, vivimos en un estado de temor. Basta darse una vuelta por los noticieros para percibirlo. Quizás hayan visto un meme que circula por ahí: “Nos regalan miedo para vendernos seguridad”, miedo a las enfermedades, miedo a los demás, miedo a la vejez, miedo a ser atacados… ¿Se han fijado que hay un miedo para cada producto?

Ahora tengo muy claro que el miedo es el reverso del amor y, al igual que éste, es imposible negarlo cuando lo sentimos. Sin embargo, no podemos construir una vida a partir del miedo porque eso nos aísla, nos paraliza tanto como si quisiéramos funcionar sólo con la mitad de nuestro cuerpo.

El miedo es el reverso del amor / Foto: Thinkstock
El miedo es el reverso del amor / Foto: Thinkstock

El miedo tiene la función de advertirnos que algo malo puede suceder, generalmente es algo que ya nos ha ocurrido antes y cuyas consecuencias conocemos. Pero también puede tratarse de una situación desconocida. Si la vida fuera un auto, el miedo sería el foco rojo que se enciende para avisarnos que debemos revisar el motor. Y si fuera un escenario, sería como el círculo de luz que se posa sobre el personaje al que debemos dirigir nuestra atención

Debajo de cada miedo hay un inmenso deseo de vivir. Quien tiene miedo de hablar en público, desea ser aceptado; quien tiene miedo a la muerte, desea vivir muchos años y ser saludable; quien tiene miedo a ser despojado, desea confiar y vivir tranquilo. Negar que sentimos miedo sólo lo hace crecer, éste se convierte en el eje de nuestros días hasta que nos transformamos en la viva expresión de nuestros temores. Como un animalito asustado, atacamos, nos escondemos y corremos torpemente derribando o destruyendo todo.

Negar que sentimos miedo sólo lo hace crecer; reconocerlo, en cambio, es honrar nuestro deseo de vivir y ponernos en el camino del aprendizaje. Si en lugar de alinearnos con el miedo nos alineamos con el deseo que esconde, en lugar de ser un monstruo invisible, retoma su dimensión de advertencia y nos llama a la acción.

Es importante reconocer que esa acción es meramente práctica y no necesitamos hacer un enorme drama para llevarla a cabo. Cuando hemos identificado ese deseo vital y amoroso que yace debajo del miedo, dejamos de reaccionar agresiva o dramáticamente. Simplemente, dejamos de hacer eso que alimenta el miedo, modificamos nuestro comportamiento y tomamos las decisiones que nos llevan hacia la tranquilidad que deseamos. Cuando es profundo y auténtico, se convierte en una forma de valentía que no requiere dramatismo, aspavientos ni violencia.

Eve Hogan, terapeuta, escritora y colaboradora del sitio Spirituality & Health, recomienda hacernos estas preguntas cada vez que sintamos que el miedo comienza a asomarse:

Pregúntate esto cuando el miedo empiece a asomarse / Foto: Thinkstock
Pregúntate esto cuando el miedo empiece a asomarse / Foto: Thinkstock

• ¿Qué me está pasando ahora?

• ¿Ese miedo es real?

• ¿Mi miedo está basado en una evidencia, es imaginario? (Y yo añadiría, ¿es un miedo arcaico o heredado?)

• ¿Qué tesoro, qué deseo se esconde debajo de este miedo? ¿Qué es eso tan importante y por qué siento que está amenazado?

• Si me alineo con el miedo, ¿cómo será mi comportamiento?

• Si me alineo con mi deseo vital, desde la compasión y el amor, ¿cómo sería mi comportamiento?

• ¿Qué acciones sabias tengo que tomar?

Más que reaccionar ante el miedo, es mejor reconocerlo, acercarse a él y ver qué es eso tan querido que queremos proteger para actuar desde el amor y no desde el temor. Si pueden, vean la serie Call the midwife, déjense conmover y tomen de ella los aprendizajes que comparte.

 

@luzaenlinea

 

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