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Beneficios de ejercitarte y caminar descalza

Esta actividad ha sido realizada desde tiempos ancestrales, por ejemplo, los chinos la practicaban. Actualmente continúa en uso como terapias alternativa alrededor del mundo.

Nuestros pies están llenos de terminaciones nerviosas que estimulan órganos vitales como hígado, riñones, corazón y estomago, entre otros. Es por eso, la presión que se ejerce al pisar con el pie descalzo, sobre diversas superficies, mejora el funcionamiento de esos órganos. Por ejemplo, a través de la reflexología se tocan puntos específicos de la planta del pie para estimular a nivel neurológico diferentes estructuras orgánicas del cuerpo.

 



La Dra. Emily Splichal, de la Facultad de Medicina Podológica de Nueva York y con más de 10 años de experiencia en la industria del fitness, se ha dedicado al estudio del movimiento humano, la alineación postural del cuerpo y su relación con la fuerza así como con posición del pie. La especialista comenta que mediante el ejercicio con pies descalzos trabajas el sentido del equilibrio, mejoras la alineación de los músculos y reduces dolores y posibles lesiones.

De manera innata, nuestros pies poseen un sistema de absorción natural del impacto, que se ha vuelto perezoso. Nuestro pie se encuentra diseñado para absorber los golpes. Los zapatos que utilizamos, que se encuentran diseñados con tecnología moderna, se encargan de arruinar esa estabilidad que naturalmente poseemos, así que terminamos trabajando el doble para hacer frente a esa inestabilidad”, comenta Splichal.

Hacer ejercicio con los pies descalzos brinda beneficios, como:

• Aumentar la conciencia de tu cuerpo a nivel de integración; se trabaja el equilibrio.
•  Ajustar el mecanismo del pie. Ayuda a que éste tome una posición adecuada y natural, por lo tanto automáticamente mejora la forma de andar y la postura.
•  Caminar o correr sin zapatos ayuda a desarrollar más fuerza en los músculos de pies, piernas y caderas.
•  Incrementa la circulación, de tus pies, mientras mejora la oxigenación de estos y facilita la eliminación de toxinas al tener contacto con diferentes superficies.
•  Mejora la flexibilidad de las venas.
•  Disminuye el estrés, los estados depresivos y neuróticos porque fortalece el sistema nervioso.
•  Brinda mayor fuerza a las piernas y resistencia venosa, además previene la aparición de várices.

¡Haz la prueba!

Antes de hacer la prueba y quitarte los zapatos, busca superficies o lugares que estimulen tus sentidos. Aquí algunas opciones:

En el pasto: te conecta con la madre tierra, recuperarás energía, fuerza, estabilidad, coherencia, solidez y equilibrio. Si lo puedes hacer por la mañana, cuando el pasto esté fresco, la sensación será aún más energizante.

En un camino empedrado: moja un poco las piedras con agua fría y trata de caminar guardando el equilibrio. Hazlo con cuidado para no resbalar. Verás cuan beneficioso resulta el masaje que estás dando a tus pies.

En arena: si tienes la oportunidad de ir a una playa, esta caminata activará tu sistema cardiovascular y tonificará tus músculos. El contacto del pie con la arena favorece la relajación y ayuda a liberar el estrés. Incluso, es un excelente exfoliante natural.

Si no tienes ninguna de las opciones anteriores, no te desanimes. Trata de ser creativa con lo que haya en tu casa: rueda tus pies en limones, sobre un palo o semillas.

La recomendación es que si comienzas a hacer alguna actividad descalza, lo hagas poco a poco. Inicia caminando por algunos minutos y aumenta el tiempo. De esta forma, fortalecerás los músculos de pies y tobillos. Al elegir la superficie en donde caminarás, aplica el sentido común: evita zonas peligrosas y utiliza protector solar.

Hoy mismo, al llegar a tu casa cansada de trabajar, avienta los zapatos y libera tus pies; notarás un alivio instantáneo.

¡Recuerda…tú generas el cambio!

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