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Boca tiene urgencias internas y a Carlos Tevez de visita: otra noche de fuertes emociones a la espera de reacciones

Hugo Ibarra y un desafío con varios frentes en el presente inmediato de Boca
Hugo Ibarra y un desafío con varios frentes en el presente inmediato de Boca - Créditos: @ALEJANDRO PAGNI

Boca vuelve a la Bombonera como se acostumbró desde que Hugo Ibarra fue ratificado como el entrenador del club: con la espalda y la cabeza cargadas por la sucesión de penurias en condición de visitante. En este caso, ya no producto de un rendimiento colectivo decepcionante (algo que mantuvo, igualmente, durante 70 minutos ante Racing), sino porque el nerviosismo que se respira podría condicionar al equipo para jugar ante Rosario Central.

La tensión vivida por los golpes de puño que se repartieron Darío Benedetto y Carlos Zambrano no se despeja, más allá de que ambos hayan sido sancionados. Las palabras que ayer ofreció Juan Román Riquelme tampoco acercaron calma. Y además, el marco promete más emociones por la vuelta de Carlos Tevez, técnico de los rosarinos, a su verdadera casa.

Vale afirmar que, de alguna manera, el conjunto xeneize ya se acopló bien a semejante conflicto cuando debió salir a jugar el segundo tiempo ante la Academia: si bien le siguió costando, las modificaciones activaron a un equipo que pudo haberse llevado los tres puntos, pero debió conformarse con lograr el primer punto en territorio ajeno del ciclo interino.

No obstante, ahora saldrá a jugar ante su gente con el peso del post: Riquelme visitó inmediatamente la concentración para bajar línea a todos los jugadores (“Le faltaron el respeto al escudo. Son jugadores, no boxeadores”, les dijo) y las sanciones que ya fueron impuestas sobre el delantero y el zaguero: no serán considerados para esta noche ni para visitar a Defensa y Justicia el fin de semana próximo. Habrá que ver qué efecto genera todo el combo transcurrido.

Una situación así exigía que alguien saliera en los medios a darle algunas explicaciones a los hinchas. Quién mejor que Riquelme, el vicepresidente segundo y –aunque no lo reconozca– el que lleva los hilos del Consejo de Fútbol. Con su tono amigable y sereno habló de la cuestión, pero sin dramatizar demasiado –en los diversos temas– para que la polémica no sea inmensa. Tan así es que el “no pasa nada, ya está” predominó en respuestas vinculadas a los golpes y en otros temas.

“Fui jugador de fútbol y, mayormente, las discusiones entre compañeros se dan en los entrenamientos. En algún fútbol reducido hay una patada y aparece un insulto. En un partido oficial es raro, porque ahí, en realidad, te terminás peleando con el contrario, no con tu compañero. Por eso es momento de que los chicos piensen, reflexionen y ya está ”, fue lo más profundo que ofreció de medio de semejante papelón.

De hecho, lo que más bronca le genera diariamente, según lo que expuso en palabras y sonrisas irónicas, son las filtraciones de las cosas que suceden. “Yo no estuve ahí adentro, así que no sé por qué se llegó a eso. Y si hubiese estado, respondería lo mismo. Las cosas que pasan adentro deberían quedar ahí. Me sorprende que ustedes se enteren de todo. Hasta de cuando hay una charla: yo fui al hotel muy tarde y no había nadie, ja ”, comenzó a acusar, de manera simpática, lo rápido que en el plantel hacen trascender lo que pasa.

“Ahora se cuenta todo, ja. No deja de ser raro porque cuando hablo con uno solo de ellos no sale en ningún lado, pero cuando hablo con todos alguien cuenta las cosas. Vamos a tener un poquito de cuidado, pero no pasa nada”, concluyó con un mensaje directo al vestuario. Con eso también deberán salir a enfrentar a Rosario Central: el hombre de pocas pulgas, sutilmente, hizo algo más que llamarles la atención.

Recepción y ¿homenaje?

Viendo las acciones desde el banco de suplentes rival estará Tevez. Desde la institución de la Ribera no pasará desapercibido, aun con las diferencias que existieron mientras fue jugador del club durante esta gestión, y la dirigencia le está preparando un reconocimiento que prefieren mantener en silencio como parte de una sorpresa.

Varios hinchas ya colgaron pasacalles en las inmediaciones de la Bombonera para darle al ídolo una nueva bienvenida al barrio. “Vuelve a su casa, la Bombonera. Con la gente lo vamos a tratar con mucho cariño y amor. No somos amigos, pero lo quiero mucho” , aceptó Riquelme.

El 26 de mayo de 2021 fue su última actuación en el estadio que lo ovacionará (3-0 a The Strongest, por la Copa Libertadores), aunque el calor de la hinchada quedó lejana por la pandemia: la última vez que lo vivió fue el 10 de marzo de 2020 en el 3-0 a Independiente Medellín, también por el certamen subcontinental, tres días después de colgarse del alambrado para gritar su gol que le dio a Boca la Superliga 2019/2020.

Noche de emociones, pero también de incertidumbre. ¿Boca volverá a mostrarse fuerte tras las piñas y, ahora, las sanciones?