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Brucelosis: la enfermedad vinculada a la leche cruda despunta en EEUU

Según la comunidad científica, muchos microorganismos, como la <em>Listeria, </em>la <em>Salmonella,</em>la <em>Escherichia coli o </em>el <em>Campylobacter, </em>entre otros, pueden contaminar la leche y provocar infecciones gastrointestinales que, en grupos de riesgo (embarazadas, personas inmunodeprimidas, niños, etc.), pueden tener complicaciones importantes.(Foto: Getty)

Nos estamos jugando la vida, literalmente, y aún así son muchos los que todavía se aferran con uñas y dientes a la moda de los alimentos antiprogreso llevando al extremo la teoría de que comer natural y huir de los alimentos procesados nos mantiene sanos y lejos de las enfermedades.

Pero el desconocimiento del riesgo preocupa a médicos y expertos sanitarios que hace años que alertaron del peligro de consumir leche cruda. Sin embargo, esta tendencia ha seguido ganando adeptos y ahora nos enfrentamos al ‘primer’ brote mundial de brucelosis.

Aún no se sabe el número exacto de afectados pero una nota urgente de la CNN informaba de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la FDA están investigando posibles exposiciones a la cepa RB51 (brucelosis) en 19 estados, relacionados con el consumo de leche cruda (sin pasteurizar) procedentes de la granja Miller’s Biodiversity Farm en Quarryville (Pensilvania).

Se trata de una bacteria resistente que provoca brucelosis, un virus infeccioso puede contagiarse de animales a humanos por contacto directo o a través del consumo de productos contaminados (como ha sido el caso). Los síntomas incluyen fiebre, sudoración, pérdida de apetito, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y articulares, y complicaciones potencialmente más graves.

Un ganadero ordeña una cabra en una granja tradicional.

Los expertos señalan que cientos de personas puede haber estado expuestas a RB51 por beber la leche de esta granja. Este tipo de cepa es resistente a los medicamentos de primera línea y puede ser difícil de diagnosticar debido a las limitadas opciones de prueba y al hecho de que los síntomas tempranos de brucelosis son similares a los de las enfermedades más comunes, como la gripe.

Los síntomas pueden aparecer hasta seis meses después de la exposición. En casos severos, pueden ocurrir infecciones del sistema nervioso central o del revestimiento del corazón

No es a primera vez. Los CDC ya dieron la alerta por brucelosis en otros ocasiones. La última, en enero, cuando emitieron un informe que implicaba a esa misma granja después de que se diagnosticara brucelosis a un residente de Nueva York en noviembre.

Esta vez los estados afectados son: Alabama, California, Connecticut, Florida, Georgia, Iowa, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Mississippi, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Rhode Island, Carolina del Sur y Virginia.

Puede llevar a la muerte o al aborto

Han sido numerosas las voces de expertos vinculados al mundo de la ciencia y la medicina que alertaban sobre la posibilidad de que la leche cruda sea el medio de transmisión de microorganismos patógenos como Escherichia coli, Listeria, Salmonella o Campylobacter que provocan infecciones gastrointestinales de distinta consideración. También de otros patógenos que pueden dar lugar a enfermedades mucho más graves como la brucelosis o la hepatitis A.

Si no se trata, la infección por Brucella RB51 puede causar complicaciones a largo plazo como artritis; problemas cardíacos, agrandamiento del bazo o del hígado; y, en raras ocasiones, problemas del sistema nervioso como la meningitis. Además, la cepa RB51 puede causar enfermedad grave en las personas con el sistema inmunitario debilitado y aborto espontáneo en las mujeres embarazadas.

Un informe de 2015 del Comité Científico de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advertía que “la leche cruda puede vehicular microorganismos patógenos y que el riesgo puede ser reducido, pero no eliminado por el uso extremado de prácticas higiénicas”.

Y es que la leche cruda no ha pasado ningún proceso de esterilización o pasteurización, por lo que, si el consumidor no la hierve en casa antes de ingerirla, corre el riesgo de exponerse a numerosos patógenos.

Los riesgos de tomar leche cruda
Nunca deben tomar leche sin pasteurizar ni mujeres embarazadas, ni niños, inmunodeprimidos o ancianos (Foto: Getty/istock)

“La pasteurización sigue salvando vidas. No veo sentido ni necesidad de comercializar la leche cruda. Es como volver a la edad de piedra”, comenta al País el profesor Víctor Briones, catedrático del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid.

Y es que beber leche sin pasteurizar supone “graves riesgos” que pueden llevar incluso a la muerte o el aborto en el caso de mujeres embarazadas, tal y como cuenta a la Ser el director General de Salud y Adicciones, José Carlos Vicente.

También lo explicó es este hilo de Twitter Miguel Ángel Lureña, autor de Gominolas de Petróleo y doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos: Algunos de los virus que contiene la leche cruda pueden provocar desde una gastroenteritis hasta la muerte. El 81 por ciento de los brotes de EEUU se registran en Estados donde su venta es legal”.

Una moda especialmente peligrosa para niños y adolescentes como apunta al Huffpost la doctora Lucía Galán Bertrand, pediatra del Hospital Vithas Medimar Internacional y autora del blog Lucía, mi pediatra, para quien resulta incompresible esta tendencia: “Aun suponiendo que el consumidor la hierva el tiempo recomendado no se puede garantizar al cien por cien que desaparezca el riesgo de contaminación”.

Precisamente ese es el meollo de la cuestión, la temperatura de la leche. Lureña afirma que el 43 por ciento de los consumidores “no hierve la leche (23 por ciento la consume cruda y el 20 por ciento restante sólo la calienta) a pesar de que es necesario para acabar con los patógenos”.

“Existe una evidente contradicción entre el consumo de leche cruda, para aprovechar un presunto efecto beneficioso sobre nuestra microbiota (flora intestinal) y la imperiosa necesidad de destruir a las posibles bacterias patógenas que puede contener la leche”, explica Francisco Botella Romero, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endicrología y Nutrición (SEEN) y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición de Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Y es que consumir leche de vaca cruda no tiene ningún sentido ya que tanto la leche pasteurizada como la esterilizada aportan los mismos nutrientes por los que la leche”.

Además, según cuenta a Diario Sanitario: para eliminar los microorganismos patógenos (pasteurización), se necesita que toda la leche alcance al menos 72ºC un mínimo de 15 segundos. De esta manera no se eliminan todos los posibles microorganismos alterantes de la leche y su vida útil por lo tanto, es más corta. Para eliminar todos los microorgnismos, tanto los patógenos como los alterantes de la leche (esterilización), toda la leche debe alcanzar 150ºC un par de segundos; de esta forma, se prolonga la vida útil de la leche.

“Realizar esto en casa es complicado ya que habría que controlar la temperatura en el centro del recipiente que se esté empleando y, una vez alcanzada la temperatura deseada, enfriar rápidamente para evitar la pérdida de nutrientes”, concluye el experto.

¿Tomas leche cruda? ¿Conocías el riesgo que conlleva para la salud beber leche sin procesar?¿Tiene sentido volver a una alimentación ‘natural’ si sabemos que no es segura?

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