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Cáparra aplaude en pie a El Brujo y su reflexión sobre el misterio de la vida

Oliva de Plasencia (Cáceres), 15 ago (EFE).- El actor y dramaturgo cordobés Rafael Álvarez El Brujo recuperó la noche del domingo en las ruinas romanas de Cáparra el mito de Anfitrión para reflexionar sobre el "misterio de la vida", en un monólogo en clave de humor que recibió el premio del público en forma de un larguísimo aplauso puesto en pie.

Como es habitual, El Brujo se enfrentó en solitario al público con la obra "Los dioses y dios", cuarta y última propuesta de la extensión cacereña del 68º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Esta obra, que incluye música en directo de la mano de Javier Alejano, es una reflexión libre a partir de "Anfitrión" de Plauto, que El Brujo narra de una forma característica con continuos guiños y referencias a personajes actuales del mundo de la política y la televisión.

Para El Brujo, cuando un nuevo estilo de vida basado en la tecnología digital emergió de las profundidades, el sentido de la existencia de Dios y los dioses perdió el significado, porque ahora la sociedad tiene un nuevo dios que se llama "internet".

Asimismo, la pandemia ha tomado un papel cronológico en la obra al comparar a los seres mitológicos de antes de ella, con los seres "pospandémicos" como es el caso del médico epidemiólogo, Fernando Simón.

Álvarez ha explicado cómo a raíz de la pandemia ha desarrollado "Simonitis aguda", puesto que soñaba continuamente con Simón y sus "cuentos mitológicos".

No obstante, la propuesta teatral de El Brujo supone una oportunidad para poner en contacto la tragedia y la comedia conservando las claves "esotéricas" de la relación de los humanos con los dioses y cómo éstos anhelan ser humanos y viceversa.

Este procedimiento permite al actor reflexionar sobre el mito que maneja Plauto, pero adaptado al lenguaje, la psicología y las inquietudes del público actual, y abordar el "misterio de la vida".

En este trabajo de lujo hay amor, humor y una esencia: el teatro es vida y es, además, divertido.

En este juego que va de los dioses a lo divino es donde hemos podido disfrutar de la elegancia del maestro Rafael Álvarez El Brujo y su dominio de las tablas.

La extensión en Cáparra del Festival de Mérida ha vuelto a contar, por sexto año consecutivo, con el apoyo unánime de un público entregado a la magia que desprende la visión nocturna de un yacimiento romano todavía desconocido para muchos.

"Ha sido una experiencia enriquecedora, que espero se pueda repetir durante muchos años más. Si es así, no tengo ninguna duda de que volveré", ha señalado a Efe Mónica Fernández, entusiasta del teatro que ha asistido a las cuatro funciones programadas este año en Cáparra: "Hipatia de Alejandría", "Mercado de amores", "Las Suplicantes" y "Los dioses y dios".

Este ha sido el sentimiento general del público que se ha sentado durante cuatro noches en el graderío, colocado frente a un escenario que ha vuelto a integrar, de manera muy acertada, el gran arco tetrápilo de Cáparra como telón de fondo. Eduardo Palomo

(c) Agencia EFE