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Cómo cuidar mi pelo en invierno

Con la llegada del frío, el pelo tiende a debilitarse, encresparse y caerse con mayor frecuencia. Por eso, es importante que cambiemos nuestra rutina de cuidados capilares y reforcemos la nutrición e hidratación de la melena con productos específicos y cuidados más intensos. Para empezar, elige un champú y un acondicionador que sean apropiados para tu tipo de cabello.

Busca uno que se adapte a las necesidades de tu melena, que nutra e hidrate tu pelo en profundidad. Utiliza una mascarilla intensiva al menos una vez a la semana. Humedece tu cabello y pon en tu palma de la mano un poco de mascarilla (no eches demasiado, con un poquito es suficiente) y repártelo bien de medios a puntas. Insiste en las puntas suavizándolas con mimo, no las frotes con las manos. Para potenciar sus efectos, puedes enrollar tu pelo en una toalla calentita y dejarlo al menos 20 minutos. ¡Verás qué diferencia!

Utiliza siempre un protector contra el calor antes de secarte el pelo con secador o utilizar herramientas como la plancha o las tenacillas. Intenta peinar tu pelo con peines de madera, ya que los de plástico transmiten electricidad estática provocando que tu pelo se encrespe.

Recurre a los aceites para reparar las puntas. Busca un sérum reparador y aplícalo en las puntas al salir de casa. También puedes aplicarte aceite de coco o aceite de argán. Evita salir con el cabello mojado a la calle y asegúrate de secar bien las raíces antes de enfrentarte al frío. Si no vas a salir de casa, deja el secador para otra ocasión y deja que tu pelo se seque al aire.

Cuando te des una ducha, evita aclararte el cabello con agua muy caliente ya que debilita el cuero cabelludo. Mejor templada. Intenta llevar el cabello recogido cuando te pongas una bufanda, ya que este tipo de complementos sólo daña la melena, enredándola y dejándola más débil. Además, también puedes cambiar de look y hacerte un corte por los hombros, así renovarás y sanearás tu melena. ¡Presume de pelmazo!