Caen los precios de producción en China y la inflación al consumo se ralentiza por la menor demanda

Personas con mascarillas hacen cola frente a una farmacia en Pekín

PEKÍN, 9 dic (Reuters) - Los precios de fábrica chinos registraron una caída anual por segundo mes consecutivo en noviembre, mientras que la inflación al consumo se ralentizó, lo que indica una actividad débil y una demanda floja en una economía que se ha visto frenada por los duros controles de la pandemia.

Los analistas prevén que el Gobierno mantenga bajos los tipos de interés y que tome medidas para impulsar la confianza.

El índice de precios a la producción (IPP) bajó un 1,3% respecto al año anterior, sin cambios respecto a la contracción anual registrada en octubre, según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) publicados el viernes. La caída fue menor que el 1,4% pronosticado en una encuesta de Reuters.

El índice de precios al consumo (IPC) de noviembre subió a su ritmo más lento en ocho meses, un 1,6% respecto al año anterior, menos que la subida anual del 2,1% registrada en octubre, pero en consonancia con un sondeo de Reuters.

"Estos datos sugieren que el impulso económico (sigue) debilitándose", declaró Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.

En una reunión de alto nivel celebrada el martes, en la que participó el Politburó del gobernante Partido Comunista, se hizo hincapié en que en 2023 el Gobierno se centraría en estabilizar el crecimiento, promover la demanda interna y abrirse al exterior.

Zhang dijo que, aunque el Gobierno había suavizado los controles de la pandemia durante la semana pasada, tomaría más medidas para impulsar la economía.

"La reunión del Politburó... identificó la debilidad de la confianza como un problema importante para la economía", dijo. "Espero que el Gobierno haga más para impulsar la confianza del mercado y de los hogares. El rápido ritmo de reapertura indica el sentido de urgencia del Gobierno".

El crecimiento de la segunda economía mundial se ha debilitado este año, afectado en gran medida por las inflexibles restricciones de COVID-19, mientras la demanda mundial también se tambaleaba.

La deflación de los precios de producción y la leve inflación de los precios de consumo de noviembre acompañaron a niveles de infecciones récord de COVID-19 y a restricciones que perturbaron la producción y frenaron la movilidad.

Aunque los mercados han aplaudido el cambio en la política pandémica, los economistas afirman que probablemente deprimirá el crecimiento en los próximos meses a medida que aumenten las infecciones, lo que traerá un repunte económico más tarde, en 2023.

(Reporte de Liangping Gao y Liz Lee; editado en español por Tomás Cobos)