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El café preferido por Starbucks es demasiado caro para Guatemala

(Bloomberg) -- El segundo mayor exportador de café de Centroamérica no puede permitirse aumentar la producción de los granos preferidos por las grandes cadenas de café. Los crecientes costes están frenando la inversión de los agricultores guatemaltecos.

Guatemala es el sexto mayor proveedor mundial de granos Arábica, la variedad preferida por Starbucks Corp. El gigante del café, con sede en Seattle, dice en su sitio web que los granos del país son “el referente de calidad”. Pero esto no es suficiente para las 125.000 familias cafetaleras de Guatemala que han de hacer frente a un aumento de los costes por el cambio climático y la pandemia, dijo Juan Luis Barrios, productor y nuevo presidente de la Asociación Nacional del Café de Guatemala.

“No hay incentivos para una expansión”, dijo Barrios en una entrevista telefónica. “El precio actual no es suficiente para un salario mínimo vital”.

Los futuros de referencia de los contratos Arábica en Nueva York se cotizan a la mitad de los precios de hace diez años y el contrato más activo cambió de manos el miércoles a US$1,19 la libra de peso (453 gramos). La abundante oferta de Brasil ha mantenido bajos los precios ya que el principal productor se ha beneficiado de una moneda más débil al ampliar la producción. Sin embargo, a las monedas colombianas y guatemaltecas les ha ido mejor frente al dólar, lo que Barrios dice que ha perjudicado a los productores.

“Muy pocas familias han salido del mercado, pero muy pocas han entrado también”, dijo Barrios. Un cultivo de tamaño pequeño a mediano no cubre el coste de producción.

Los productores de café pequeños en la actualidad representan el 97% del total de Guatemala y los grandes están desapareciendo, informó el Departamento de Agricultura de EE.UU. en mayo. Muchos agricultores pequeños producen a pérdidas, con costes de entre US$190 y US$230 el saco de 60 kilogramos frente a unos precios internacionales de entre US$170 y US$190 aproximadamente para la campaña de comercialización de 2019, dijo la agencia.

El clima también está perjudicando a los productores a medida que las temperaturas mundiales suben y alteran los patrones climáticos, lo que genera más eventos adversos. Un número récord de tormentas azotaron el Caribe, América Central y EE.UU. en 2020, uno de los tres años más cálidos de la historia. El aumento de la humedad por las tormentas aumenta las probabilidades de plagas como la roya de las hojas, una enfermedad fúngica que se desarrolla con temperaturas más altas y ha costado millones de dólares a los productores de todo el mundo en los diez últimos años.

Ello está obligando a los productores a gastar más en controlar y prevenir tales adversidades, lo que aumenta más los costes.

“Se aprende a controlar algunas enfermedades, pero la frecuencia de los ciclos ha aumentado”, dijo Barrios, y agregó que este año dos huracanes causaron daños en muchas áreas de Guatemala y cortaron el acceso a algunas regiones.

A pesar de ello, Barrios estima que el huracán Iota solo reducirá la producción un 1% para el año de cosecha 2020-21, y las exportaciones anuales generales no registrarán grandes cambios, en 3,2 millones de sacos de 60 kilogramos. No obstante, la cifra está aún muy por debajo de su máximo de hace dos decenios. En general, la superficie plantada de Guatemala se ha mantenido en 305.000 hectáreas.

A estos problemas se suman los protocolos debido al covid-19 este año, que también han elevado los costes, dijo Barrios. La difícil situación de los cafetaleros de Guatemala refleja la de muchos otros en la región, entre ellos los de Honduras, el principal exportador, donde los cultivos sufrieron un duro golpe de los huracanes y las autoridades siguen estimando los daños del impacto.

Nota Original:Guatemala Farmers Can’t Afford to Grow Starbucks’s Loved Bean

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