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Cáncer de ovarios: un abdomen cada vez más abultado no es natural ni propio de la edad

El cáncer de ovarios es difícil de diagnosticar precozmente, y esta es la principal causa de su elevada mortalidad. De hecho, las posibilidades de sobrevivir cuando aparece este tipo de tumor están muy relacionadas con que se haya extendido o no fuera del ovario. (Foto: Getty)
El cáncer de ovarios es difícil de diagnosticar precozmente, y esta es la principal causa de su elevada mortalidad. De hecho, las posibilidades de sobrevivir cuando aparece este tipo de tumor están muy relacionadas con que se haya extendido o no fuera del ovario. (Foto: Getty)

Normalizar ciertas conversaciones puede ayudar a salvar vidas. Es la conclusión que podemos extraer de una serie de mensajes lanzados en redes que llevaron a Janey Godley, una conocida humorista escocesa a revisar la salud de sus ovarios y salvar su vida.

La mujer de 61 años recurrió a las redes sociales para resaltar algunos de los signos comunes de la enfermedad después de librar su propia batalla contra el cáncer de ovarios, potencialmente el más letal.

"Solo un breve recordatorio de los síntomas comunes del cáncer de ovario: sensación de hinchazón constante, barriga hinchada, malestar en la barriga o en el área pélvica, sensación de saciedad rápidamente al comer, necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual. Revísate pronto, un tuit como este me salvó la vida", comentó en Twitter con la esperanza de salvar la vida de otras personas.

He querido recuperar y compartir con vosotros esta publicación con la que la artista pretende dar visibilidad al cáncer de ovarios, porque se trata de una enfermedad que suele aparecer alrededor de los 50-60 años de edad y que tiene la tasa de supervivencia más baja de todos los cánceres ginecológicos.

Una de las razones del cáncer de ovarios es que está caracterizado por un diagnóstico en etapa tardía. Un retraso que tiene que ver con que, a menudo, los síntomas son mal diagnosticados, ya que pueden confundirse con los de otras enfermedades menos graves, especialmente con molestias gastrointestinales.

Habitualmente las etapas iniciales del cáncer de ovario suelen cursar sin síntomas, o con síntomas muy leves que pasan desapercibidos y se confunden con procesos benignos.

En la cavidad abdominal el tumor puede crecer y diseminarse de manera silente, de manera que cuando causa síntomas ya suele estar diseminado. Incluso los primeros síntomas en las etapas avanzadas son habitualmente bastante vagos en forma de molestias abdominales inespecíficas, por lo que es frecuente que sean ignorados o confundidos con procesos benignos como dispepsia o "gases".

Así lo explica el doctor Josep Mª del Campo, miembro de la Sociedad Española de Oncología (SEOM), quien además señala que la elevada mortalidad del cáncer de ovario se explica por dos razones:

  • La ausencia de síntomas específicos al inicio, lo que motiva que la mayoría de pacientes se presenten con enfermedad diseminada al diagnóstico (que es más difícil de curar).

  • La ausencia de métodos de detección precoz que sean eficaces y estén validados.

Por eso, aunque nos parezcan normales, no se deben pasar por alto estos signos ya que la mayoría de las mujeres se diagnostican una vez que el cáncer ya se ha diseminado (ocurre en el 70 por ciento de los casos), lo que dificulta el tratamiento y marca la enfermedad.

Además, a pesar de que el cáncer de ovarios ocurre en mujeres posmenopáusicas, hay varios subtipos que se dan en mujeres más jóvenes. De ahí que los especialistas insten a las mujeres de cualquier edad que sufran dolor pélvico o abdominal persistente (así como hinchazón abdominal) a buscar atención médica. Máxime si va acompañado de cansancio excesivo.

Oncólogos de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN) añaden otros signos como sensación de gases, malas digestiones, estreñimiento o diarrea, y ganas de orinar frecuentes. También puede haber pérdida de apetito o de peso sin causa aparente.

A veces, aparecen molestias en la zona genital como alteraciones menstruales, sangrado postmenopáusico o dolor en la relación sexual. Por eso, es preciso revisar cualquier sangrado anormal después de la menopausia, incluso si es solo una mancha.

Ante la sospecha de cáncer de ovario, el especialista hará una evaluación general que consiste en realizar una historia clínica completa y una exploración física minuciosa tanto de la pelvis como ginecológica, más diversas pruebas de imagen.

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