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Captar el paso del tiempo, la aventura de la directora colombiana Josephine Landertinger

Bogotá, 31 may (EFE).- Durante siete años la directora colombiana Josephine Landertinger Forero se aventuró a captar el paso del tiempo en "Soy Cris de Tierra Bomba", una película que cuenta la historia de un joven afrocolombiano que sueña con convertirse en un actor famoso.

"Desde un principio la apuesta artística era captar el paso del tiempo y la premisa inicial era: 'listo, se acompaña a esa persona hasta que se gradúa de la escuela de actuación y se le acompaña en los momentos en los que logra entrar a una telenovela, una serie'", dice la directora en una entrevista con EFE en Bogotá.

Sin embargo, revela, que "en algún momento, estudiando actuación, Cristian entiende que está actuando también en la vida real, que se está poniendo máscaras, que está jugando papeles distintos, por ejemplo al del hijo bueno que agrada a la madre que es lideresa comunitaria, al del chico que estudia actuación para agradar a la directora de cine".

"Ahí la película y su vida dan un giro. Él dice: 'no quiero actuar más, yo quiero ser yo mismo'. Y bueno, ese es el proceso que finalmente está captado en la película, en estos siete años de filmación y luego en los dos años de posproducción", añade.

LIBERTAD, DIVERSIDAD E IDENTIDAD

La película es un viaje en el que Landertinger retrata la transformación y las luchas que vive Cristian, a quien conoció visitando Tierra Bomba, una isla ubicada frente a Cartagena de Indias y que desde hace varios años vive dificultades por la erosión costera.

"Conocí a Cristian yendo a Tierra Bomba (...) Empecé a escribir un documental de este tema (la erosión), empecé a investigar este asunto ambiental. Y un día que llegué a Tierra Bomba, la madre de Cristian no pudo recibirme", expresa.

Le recibió Cristian en su lugar: "ese personaje tan alto, histriónico, con su afro, y hubo una empatía inmediata y algo que me cautivó también, como un aura (...) Yo tenía esa intuición de que detrás de eso había una historia", relata.

Le película -de Global Eyes Production, en coproducción con Black Frame Digital e Imán Music con el apoyo de Futuro Digital, Wide Angle Films, Goethe Institut y ProImágenes Colombia- se fue desarrollando bajo la premisa de "que su sueño era ser actor profesional", porque consideraba que eso le podía dar oportunidades.

"Le dije que me parecía interesante, yo soy directora de cine y qué tal si te sigo durante muchos años en esta búsqueda de lograr ser actor profesional. Él accedió", añade.

RELACIÓN CON CRISTIAN

Para narrar la historia de Cristian, la directora decidió involucrarse y publicó las conversaciones que tuvo con él, así como las publicaciones que hacía el joven en Instagram.

"La historia de Cristian también me afectó a mí como persona, se borran esas líneas entre cineasta, compañera, amiga y confidente. Para mí era la única forma de hacerlo de manera más transparente, quería mostrar cómo fue para mí ese proceso y que los espectadores pudieran sentirlo de esa manera. Eso me parecía lo más auténtico", cuenta.

En ese proceso vivió en carne propia las decisiones que fue tomando el protagonista, lo que abrió una gran discusión que calificó de "sociológica, casi filosófica" sobre la vida.

"Siempre defendí que no todo es culpa nuestra, porque a veces naces en unas condiciones que no decides. La vida te da unas herramientas y puedes salir adelante, pero también es muy fácil verlo, quizás, desde un privilegio", explica.

Agrega que cuando "él decidió que no quería estudiar", ella entró en "shock" y le dijo: "'Cristian, no puedes dejar la universidad, eso es lo que te va a sacar adelante, esa es la única opción que tienes en tu vida'".

Pero se dio cuenta de que al final él era producto de "una sociedad que castiga a quienes no están en la supuesta norma blanca, heterosexual" y que no le dejaba ser él mismo.

Por eso concluye que el proceso de producción de la película fue muy importante para ella porque entendió que ni es vocera de la diversidad ni su mirada está "totalmente deconstruida".

"Yo también tuve que hacer un ejercicio de dejar de juzgar bastante y de dejar al personaje ser lo que es", dice.

Jorge Gil Ángel

(c) Agencia EFE