Carla Barber: su cara antes y después de retocarse estéticamente

La doctora, influencer y novia de Diego Matamoros, Carla Barber, es la primera en hacerse retoques estéticos y su rostro muestra su especialidad, cambiar el físico de sus pacientes.

Carla Barber empezó a ser conocida cuando participó en ‘Supervivientes’ pero, desde aquel entonces hace ya muchos años, Carla jamás intentó ganarse hueco en la televisión o vivir de la fama mediática.

Por el contrario la joven cultivó sus estudios y se especializó en medicina estética que es a lo que se dedica. Actualmente Carla tiene varias clínicas por todo el país y es una doctora de renombre en su campo aunque ahora ha vuelto a la palestra mediática por su noviazgo con el hijo del colaborador televisivo Kiko Matamoros.

En las redes sociales de Carla su contenido habitual son selfies de su vida personal y también (mayoritariamente) fotografías de algunos pacientes antes y después de las mejoras estéticas que ella y su equipo les realizan en su lujoso palacete de Madrid, sede donde ella trabaja.

En esta ocasión Carla Barber ha querido compartir en su perfil de Instagram su propia transformación. En una de sus últimas publicaciones podemos ver la cara de Carla antes y después de todos sus retoques estéticos y, sinceramente, la diferencia es tan notable que parecen dos mujeres totalmente distintas.

Junto a la fotografía, Carla ha escrito “10 Years Challenge” ya que van diez años de una foto a la otra, además ha añadido el emoji de la inyección, sin ocultar obviamente sus intervenciones de cirugía estética.

Si vemos ambas fotografías podemos observar como, hace una década las facciones del rostro de la novia de Matamoros eran muchísimo más anchas y pronunciadas que actualmente. También han cambiado sus orejas, sus labios (actualmente son mucho más gruesos y carnosos) y, por supuesto, su nariz.

Antes Carla Barber tenía una nariz bastante más ancha y por ese motivo se sometió a una rinoplastia que se la ha dejado estrecha y menuda, como a ella le gustaba. En la mirada, la forma de sus ojos, también algo ha cambiado pero no sabemos si es efecto del maquillaje que lleva el filtro de la fotografía actual o si también ha cogido el bisturí para retocárselo.

En la imagen de hace diez años, la cara de Carla es mucho más ancha, tiene las ojeras hundidas, los labios más finos y pálidos. Además, su nariz era más ancha, ya que la joven decidió someterse a una rinoplastia.

Leyendo los comentarios de la foto la enorme mayoría de la gente opina que Carla Barber era más guapa al natural, es decir, antes de todos estos retoques estéticos. Algunos usuarios incluso la comparan con Laura Pausini por su posible parecido físico aunque yo, sinceramente, no la veo tan similar.

Carla luce espectacular en la actualidad y ya era una chica guapa antes de los retoques, al fin y al cabo la cirugía estética existe para que las personas mejoren lo que crean necesario de su físico y acaben con complejos que, posiblemente, les condicionan.

Encuentro muy valiente que Carla suba ambas fotografías aun sabiendo que en Internet la iban a freír a comentarios diciendo que mejor antes. La verdad es que también me parece una estrategia de marketing brutal usar su propio rostro para vender su trabajo profesional.

En otras palabras y muy sutilmente, la influencer está diciendo a su público: ‘¿quieres cambiar como yo y convertirte en un ‘pibonazo’? pues ven a mi clínica’ y para muestra, un botón.

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