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Carlos Alcaraz se convirtió en el jugador más joven en acceder a los octavos de final de Roland Garros

El festejo de Carlos Alcaraz ante Korda, a quien venció claramente
CHRISTOPHE ARCHAMBAULT

Carlos Alcaraz crece y avanza. Su aparición por las canchas de tenis siempre sorprende y da muestras del diamante en bruto que es como jugador. Ya es un gran tenista, por supuesto, pero su horizonte es infinito, porque juega sin temor a equivocarse, provoca el error del rival y sus toques de magia ya son una marca registrada. El murciano, quien apareció en el mundo de las raquetas para hacer historia, avanza con fuerza en el cuadro de Roland Garros.

Carlitos, de 19 años recién cumplidos (5 de mayo de 2003), venció en dos horas y por 6-4, 6-4 y 6-2 al estadounidense Sebastian Korda en la Philippe-Chatrier, la cancha principal. Con esta victoria, el español se convirtió en el jugador más joven en clasificarse a los octavos de final desde Novak Djokovic en 2006. Además mantiene un récord de 19-1 sobre canchas de polvo de ladrillo, esta temporada. Por los octavos de final, se medirá ante el ruso Karen Khachanov, quien superó a Cameron Norrie por 2-6, 7-5, 5-7 y 6-4.

Más temprano, Diego Schwartzman se impuso ante Grigor Dimitrov y se medirá con Djokovic por los octavos de final. En tanto, Nadal venció al holandés Botic van de Zandschulp e irá ante Felix Auger-Aliassime en la próxima ronda.

A Alcaraz no le tembló el pulso pese al rival que tenía delante. El murciano se enfrentaba al único tenista capaz de tumbarlo esta temporada en polvo de ladrillo (Masters 1000 de Monte Carlo), pero estuvo por encima de los precedentes. Un partido perfecto que le otorga el billete para octavos de final, donde se verá las caras con Khachanov.

“Es increíble, he disfrutado muchísimo del partido, me encanta jugar con este público”, dijo Alcaraz tras doblegar claramente a Korda, en una noche donde todo salió bien para el tenista español en su segundo partido como profesional en la pista Philippe Chatrier. “Me lo paso bien jugando al tenis, me lo paso bien en este tipo de canchas”, agregó sonriente y con descaro.

El español arrancó con decisión y en el tercer juego ya había quebrado el servicio de Korda. Toda una declaración de intenciones, sobre todo cuando la pasó mal en el quinto game. Su volea cerca de la red le dio alas para mantener la compostura y abrochar el primer set con un 6-4 sobresaliente. Korda intentó levantarse del traspié, pero volvió a encontrar una severa resistencia en el español, insaciable desde el fondo y capaz de ejecutar golpes mágicos.

Esa vitalidad -y otro quiebre al promediar el segundo set- pusieron en ventaja al jugador de El Palmar, más cómodo de lo que nadie hubiera imaginado en tal escenario. Ni su entrenador, Juan Carlos Ferrero, daba crédito desde la tribna a la soltura con la que su pupilo estaba despachando el principal escollo en este Roland Garros tras el apuro del miércoles ante Albert Ramos-Viñolas, quien lo forzó a un quinto set.

En el tercer set todo fue más fácil, con un Korda venido a menos y un Alcaraz crecido, Fue imposible de parar con su drive. El 6-2 final refleja la superioridad de este joven emergente que sigue derribando puertas en la historia del tenis. Su próximo objetivo será el ruso Khachanov, cabeza de serie número 21 en París, antesala de un hipotético duelo ante el alemán Alexander Zverev o el también español Bernabé Zapata, una de las sorpresas del torneo.

Alcaraz, llegó a este encuentro tras una batalla de 4 horas y 35 minutos donde venció a su compatriota y veterano Albert Ramos-Viñolas (34 años) por 6-1, 6-7 (7), 5-7, 7-6 (2) y 6-4. Se suponía que el encuentro no le iba a demandar una exigencia tan alta; haber vuelto de lo que parecía una derrota inminente agrandó su figura. En la primera ronda, se había medido ante el argentino Juan Ignacio Londero sin mayores inconvenientes por 6-4, 6-2 y 6-0.