Carne y sangre: notables actuaciones para una historia de intrigas familiares, egoismos e intereses cruzados

Carne y sangre: notables actuaciones para una historia de intrigas familiares, egoismos e intereses cruzados
Carne y sangre: notables actuaciones para una historia de intrigas familiares, egoismos e intereses cruzados

Carne y sangre (Flesh and Blood, Reino Unido, 2020). Creadora: Sarah Williams. Elenco: Imelda Staunton, Francesca Annis, Stephen Rea, Claudie Blakley, Russell Tovey, Lydia Leonard, David Bamber. Estreno: Miércoles 14 de abril a las 22:00 por Europa Europa (luego disponible en streaming en Flow, DirecTV Go, Movistar Play, Claro TV y Telecentro Play). Nuestra opinión: buena.

Nada mejor que las tranquilas costas del condado de Sussex para albergar un drama familiar que deriva en un repentino accidente. ¿O en realidad se trata de un asesinato? La sospecha permanente es la clave sobre la que se construye la miniserie británica Carne y sangre, sin apelar a grandes novedades pero sí a la solvencia de sus excelentes actores y a una trama plagada de intrigas e intereses cruzados.

El eje del escándalo es Vivian (espléndida Francesca Annis), una reciente viuda con tres hijos adultos que comienza un apasionado romance con Mark (Stephen Rea), un cirujano retirado con el que decide compartir viajes alrededor del mundo pese a los reparos de su familia y las suspicacias de su vecina Mary (Imelda Staunton). Desde la sorpresiva presentación pública de Mark y la escalada de la relación del romance ocasional a un vínculo más comprometido, los hijos de Vivian se toman un recreo de sus vidas convulsionadas para monitorear las decisiones de su madre. Deudas de juego, culpas laborales, amores ilícitos definen el presente de Helen (Claudie Blakey), Jake (Russell Tovey) y Nathalie (Lydia Leonard), quienes ven desmoronado ese recuerdo de familia perfecta que atesoran como bálsamo en su pasado.

La miniserie expone sin demasiada sutileza pero sí con atractiva astucia las dobleces de Mark que pueden levantar sospechas, la vida aburrida de Mary que se entretiene husmeando en los asuntos de su vecina enamorada, y las frustraciones de cada uno de los hijos de Vivian, cuyos egoísmos e inseguridades potencian sus incisivas intromisiones. Sin embargo, el disparador es un extraño accidente que sobrevuela el relato, ocurrido a orillas del mar embravecido, que permite dividir el tiempo y combinar presente y pasado en el camino hacia las respuestas que solo el tiempo de la revelación podrá darnos.

Carne y sangre
Carne y sangre


Carne y sangre

Lo que enriquece a Carne y sangre son las notables actuaciones de Imelda Staunton como la vecina confinada al jardín y la soledad que asoma como una pieza elusiva de ese entramado de secretos, el ya maduro Stephen Rea como el opaco Mark cuyas verdaderas intenciones resultan el hueco principal de la trama y, sobre todo, la exquisita Francesca Annis, que funciona como el centro magnético de la historia, dispuesta a una revancha en el amor después de años de un matrimonio no tan feliz como creen sus hijos. Su rostro, capaz de evocar la misma ambigüedad de aquella Lady Macbeth de la versión de Polanski que interpretara en los años 70, concentra ese clima de inquietud que nos mantiene cautivos de principio a fin.