Estas son las causas que dificultan que una mujer llegue al orgasmo

Hay mujeres que tienen dificultad para alcanzar el orgasmo y otras que, incluso, no lo han tenido jamás. Es importante que lo comenten al especialista, ya que esta disfunción sexual se puede abordar y tratar. Y se debe, puesto que la anorgasmia o falta de orgasmo en la mujer puede provocar tristeza, insatisfacción, culpa y frustración. Veamos qué es un orgasmo, los tipos de anorgasmia y cuáles son las causas que pueden provocar estas dificultades para que se puedan tratar adecuadamente.

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¿Qué es un orgasmo?

Si nos preguntan qué es un orgasmo, la mayoría de nosotras podríamos dar una respuesta correcta. Podríamos, de hecho, definirlo de muchas maneras. Aunque, como afirma la doctora Juana Lafaja, ginecóloga y miembro de Top Doctors, una de las más aceptadas sería 'le petit mort', ya que "explica bien lo que pasa a nivel emocional y físico cuando una persona tiene un orgasmo. Aun así, indica la experta, las palabras se quedan cortas para definir ese estallido de placer que "consiste en un pico sensorial, variable y transitorio, de intenso placer que crea un estado alterado de conciencia".

Un orgasmo, fisiológicamente, se inicia con salvas de contracciones involuntarias, rítmicas de la musculatura pélvica estriada circunvaginal, con la presencia concomitante de contracciones uterinas, anales y miotonía; dichas contracciones resuelven parcial o totalmente la vasocongestión regional, sexualmente inducida, para devenir todo ello en una sensación ulterior de bienestar y contento", detalla.

Eso es un orgasmo que, como bien indica la especialista en ginecología, lo que caracteriza este fenómeno es el intenso placer que produce. Pero, ¿por qué ocurre el orgasmo? La doctora nos cuenta que se trata de una experiencia muy real compartida entre los genitales y el cerebro, especialmente la región de la ínsula. Para que el orgasmo se produzca, el nervio pudendo y el nervio vago recogen los estímulos sensoriales que llegan de los genitales principalmente y envía la señal al cerebro.

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Orgasmo sin contacto ni penetración

Para alcanzar el orgasmo no siempre es necesaria la estimulación. De hecho, desde siempre se ha pensado que para que una mujer experimente un orgasmo se necesita la fricción, la caricia del clítoris o cualquier estimulación más o menos vigorosa sobre él. Sin embargo, "lo cierto es que unas poquitas conocedoras del sexo tántrico, en un ambiente de mucha calma y muy abiertas a la experiencia, logran ese mismo placer sin necesidad de contacto alguno".

Algunas personas también experimentan el orgasmo con la estimulación de otras zonas erógenas del cuerpo que no están en los genitales. La estimulación de los pezones, por ejemplo. El sentimiento de placer, de expansión y de alteración de la conciencia es el mismo.

Tampoco es necesaria la penetración para alcanzar el clímax. Y esta es la manera como consiguen el orgasmo la mayor parte de las mujeres. "Hasta un 70% de las mujeres según el Informe Hite de los años 70 que aún sigue en vigor, nunca han experimentado el orgasmo mientras dura el coito, pero lo consiguen en algún otro momento sin dificultad mediante masturbación. A las mujeres que igualmente tienen interés en tener un orgasmo al mismo tiempo que sus parejas durante el coito, las animamos a masajear su clítoris al mismo tiempo que transcurre la penetración", indica la doctora.

El orgasmo también tiene diferentes intensidades. Definitivamente, "el orgasmo no siempre es igual, aunque sigamos un patrón más o menos estable. En la menopausia algunas mujeres se quejan de la baja intensidad de sus orgasmos, y es que el componente hormonal también juega un importante papel en cómo sentimos el placer", afirma la Dra. Juana Lafaja.

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¿Por qué hay mujeres que no consiguen alcanzar el orgasmo?

La anorgasmia se define como la ausencia o la dificultad de tener un orgasmo a pesar de que haya habido una estimulación y excitación previa. Se trata de una de las disfunciones sexuales más comunes. Hay diferentes tipos de anorsgamia, como nos cuentan los expertos de Intimina.

  • Anorgasmia primaria. Sucede cuando nunca se ha experimentado un orgasmo.

  • Anorgasmia secundaria. Actualmente, no se experimenta orgasmos, pero sí se han sentido anteriormente.

  • Anorgasmia circunstancial. Solo se puede alcanzar el orgasmo con determinadas prácticas sexuales o con personas determinadas.

  • Anorgasmia generalizada. No se puede experimentar un orgasmo de ninguna manera ni con ninguna persona.

Causas de la anorgasmia

La anorgasmia puede ser multifactorial, indican desde Intimina. Es decir, la anorgasmia puede tener causas físicas y psicológicas, que suelen estar relacionadas:

Causas físicas:

  • Trastornos ginecológicos. Cirugías ginecológicas y enfermedad inflamatoria pélvica.

  • Disfunciones del suelo pélvico. Hipertonía e hipotonía.

  • Medicación. Algunos medicamentos y tratamientos como los antidepresivos, antihistamínicos, antipsicóticos, sedantes y quimioterapia, entre otros, pueden producir anorgasmia.

  • Menopausia. La reducción de los niveles de estrógenos puede debilitar el suelo pélvico, reducir la excitación sexual y causar atrofia vaginal.

  • Enfermedades. Esclerosis múltiple, Parkinson y diabetes.

  • Alcohol y tabaco. El consumo excesivo de ambos afecta a la excitación, lubricación, percepción del placer y a la capacidad para llegar al clímax. Además, también pueden causar arteriosclerosis, aumentando la sequedad vaginal y atrofia genital que, a su vez, provocan relaciones sexuales dolorosas.

Causas psicológicas:

  • Experiencias traumáticas previas como relaciones sexuales y emocionales negativas.

  • Factores emocionales. Baja autoestima, complejos, vergüenza, sentimiento de culpa por disfrutar del sexo, un nivel alto de exigencia o miedos, entre otros.

  • Problemas en la relación con la pareja como falta de conexión, incomunicación, conflictos sin resolver, maltrato físico o psicológico, etc.

  • Problemas psicológicos como los trastornos de ansiedad, la depresión y el estrés.

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¿Cuándo consultar con el médico?

La Dra. Juana Lafaja recuerda que siempre que a una mujer le preocupe por esta situación, debe consultarlo con su médico de confianza. Como insiste, algunos fármacos como los antidepresivos, la lesión del nervio pudendo, algunas enfermedades crónicas como la diabetes pueden modificar la respuesta orgásmica. No obstante, no siempre hay causas físicas, como hemos visto. Y hay tratamiento, que dependerá del origen de esta disfunción sexual:

  • Fisioterapia pélvica. Indicada para entrenar y relajar los músculos de la pelvis, la reeducación postural y la electroterapia analgésica. También están los ejercicios de relajación del suelo pélvico, los ejercicios de Kegel inversos y los automasajes.

  • Medicación. Medicamentos específicos para la enfermedad que provoca las molestias.

  • Estrógeno vaginal. Para mujeres posmenopáusicas que sufren atrofia vaginal. Sin embargo, no son recomendables porque incrementan el riesgo de sufrir ciertos problemas de salud.

  • Terapia sexológica. Tratamiento de elección cuando el origen es el estrés, la depresión y la ansiedad; es una terapia psicosexual y psicocorporal altamente efectiva que combina el enfoque basado en mindfulness, terapia cognitivo-conductual. También en su modalidad de terapia de pareja cuando es necesario.

  • Ejercicios de Kegel. Pueden ayudarte para tonificar el suelo pélvico y, además, contribuyen a prevenir esta disfunción.

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