Cecilia Cenci, una actriz muy querida que vivió un romance secreto con Carlos Calvo y padeció la estafa de un gran amor

A 9 años de la muerte de la actriz Cecilia Cenci, hacemos un repaso por su carrera y su vida
A 9 años de la muerte de la actriz Cecilia Cenci, hacemos un repaso por su carrera y su vida - Créditos: @GENTILEZA DE CECILIA CENCI

Cecilia Cenci nació en La Plata, el 3 de agosto de 1942, con el nombre de Cecilia Corica Cosentino , pero en los primeros años de su carrera un productor le sugirió cambiarse el apellido por uno más corto y que fuera más fácil de recordar. A 9 años de su muerte, el 21 de septiembre de 2014, algunos de sus compañeros la recuerdan con mucho cariño y coinciden en decir que era “cálida y alegre”.

Ya de chica soñaba con ser actriz y pasaba los fines de semana viendo películas continuadas en el cine de su barrio. Se formó en la Escuela de Teatro de la ciudad de La Plata y dio sus primeros pasos en el viejo Canal 7, en el programa Guía para padres. Pero el primer personaje importante que hizo y que marcó su camino fue el de la película La guerra del cerdo en 1975, con dirección de Leopoldo Torre Nilson. Le siguieron El gordo de América, Piedra Libre, Contragolpe, Las muñecas hacen pum, Mientras dure la vida, La casa de las siete tumbas, Gracias por los servicios, y su gran papel fue en 1993 cuando interpretó a Evita, en la película Gatica, el Mono, de Leonardo Favio y se llevó todos los aplausos.

Tuvo su oportunidad en televisión en 1978 junto a Jorge Porcel en El tío Porcel y luego un protagónico con Germán Kraus en las novelas Rosas para su enamorada y Donde pueda quererte. Participó de El Rafa con Alberto de Mendoza, Alicia Bruzzo y Carlos Calvo. Y fue entonces, a principios de los 80, cuando tuvo un romance con Carlín, con quien ya había trabajado también en Un ángel en la ciudad. Fue una relación fugaz y que ellos mantuvieron en secreto, aunque alguien lo reveló muchos años después.

Una actriz muy querida

Claribel Medina recordó a Cenci:
Claribel Medina recordó a Cenci: "Fue una enorme compañera. Llegaba a grabar con una sonrisa y siempre estaba dispuesta a contestarte cualquier duda" - Créditos: @Santiago Filipuzzi

También hizo Barracas al sur, Aprender a vivir, El Oriental, Todos los días la misma historia, Tiempo cumplido, De carne somos, Así son los míos, Las comedias de Darío Vittori, Buenos Aires háblame de amor y novelas como María de nadie, Mujer comprada, Nano, Estrellita mía, Amor sagrado, Mía solo Mía y Sin código. En Chile protagonizó Andrea justicia de mujer en 1984. Y su último trabajo fue en 2008 en Por amor a vos, donde trabajó con Claribel Medina, que la recordó para LA NACION: “Fue una novela inolvidable, un placer compartirla con ella y un elenco enorme y hermoso. Recuerdo las charlas en los pasillos, la alegría de Cecilia siempre, lo accesible que era para lo que uno le quisiera preguntar. Muchas veces almorzábamos juntas, compartíamos horas de mates, risas y charlas. Fue una enorme compañera. Llegaba a grabar con una sonrisa y siempre estaba dispuesta a contestarte cualquier duda que tuvieras en relación a la Asociación de Actores, porque en ese momento ella estaba a cargo . La recuerdo con enorme cariño, a su alegría y a sus charlas”.

Nico Scarpino estaba dando sus primeros pasos en el medio cuando conoció a Cenci en Nano. “Tengo de ella un recuerdo tan lindo. Era una actriz muy comprometida, con un profesionalismo muy lindo y al mismo tiempo era alegre, divertida y tenía una risa muy particular. En la novela era pareja de Arturo Maly y sus personajes eran malísimos. Cuando se encendía la luz de la cámara eran unos actores hermosos, construyendo la maldad personificada, y después eran personas muy divertidas. Recuerdo su amorosidad conmigo cuando yo empezaba a iniciarme en algún hecho teatral importante y ella venía a verme y me daba su devolución. Otra cosa que tengo muy presente es su voz, que era muy particular. Recuerdos hermosos de una actriz muy hermosa”, le confió a LA NACION.

En teatro debutó con la obra Convivencia en 1979. Y luego hizo Arsénico y encaje antiguo, Los árboles mueren de pie, Qué noche de casamiento, La fuerza de la naturaleza, Amor al aire libre, Des-plazados, Domador de tormentas, Tute cabrero, Las González y Cariñosamente Evita, donde volvió a encarnar a Evita, en 1996. En tanto, en 2013 realizó su último trabajo en teatro: De sobornar el olvido.

En alguna entrevista de esos años, Cenci solía contar que desde que personificó a Evita muchos en la calle la saludaban haciendo la V con sus manos: “Me identifican con Evita. Parece increíble, pero hay personajes que te quedan pegados a la piel y la gente no hace otra cosa que identificarte con ellos. No reniego de haber encarnado a Eva Perón, pero creo que nunca más voy a despegarme del personaje, no porque yo no quiera sino porque la gente me identifica con ella”. Durante algunos años se retiró del mundo artístico para dedicarse de lleno a su trabajo gremial, ejerciendo la presidencia de la Asociación Argentina de Actores entre 2008 y 2011. Además fue presidenta de la Obra Social de Actores desde diciembre de 2006 hasta marzo de 2014.

Un amor con muchas sombras

Cecilia Cenci, una prolífica actriz
Cecilia Cenci, una prolífica actriz

Estuvo casada durante doce años con Alfredo Cabrera Brizuela y si bien la separación pareció ser en paz, al poco tiempo ella lo denunció en la justicia y públicamente en un programa de Chiche Gelblung. “Fue una estafa moral y económica . Mi pareja se fue a Europa y me dejó sola y prácticamente en la miseria cuando él está ganando muchísimo dinero porque es el representante de Javier Saviola, exjugador de River que ahora es del Barcelona y está a préstamo en el Sevilla. Me di cuenta de que durante más de doce años estuve durmiendo con el enemigo . No soy de hablar de mis cosas personales en los reportajes, pero lo que me pasó fue muy fuerte y me hizo muchísimo daño por eso lo cuento”.

Y sumó: “Lo conocí como Alfredo Cabrera y era actor. Estando conmigo y gracias a mi ayuda terminó su carrera de abogado. En un momento dado le presentaron al padre de Javier Saviola y de la noche a la mañana se transformó en Alfredo Cabrera Brizuela, representante de jugadores de fútbol. Usaba mi tarjeta de crédito, vendí mi casa y mi auto para que él viajara, lo ayudé a criar a su hijo desde que tenía cinco años. Éramos socios. Lamentablemente no hay nada firmado, pero éramos socios de hecho en sus actividades. Primero nos separamos en buenos términos, justo en el momento en que mi madre se enfermó y falleció. Él me dijo que no me hiciera problema, que me iba a dar la parte de la empresa que me correspondía, pero de un día para otro y sin llevarse nada de lo que tenía en mi casa, se fue a España con su hijo. Hoy en día Javier Saviola está ganando nueve millones de euros por año, así que imaginate lo que cobra él de comisión. Sin embargo, yo tuve que renacer de mis propias cenizas”.

También contó que había pasado por una depresión y que se enfermó, perdió el cabello y veinte kilos y hasta estuvo internada con neumonía. “Prácticamente me quedé en la calle. Tuve que vender lo poco que me quedaba para subsistir y tuve que recurrir a un montón de amigos y a mi familia para salir adelante. Ahora está todo en manos de un abogado y la querella está en marcha. El me abandonó y se escapó como una rata, como un miserable. Yo sé que los amores se terminan. Por supuesto que hay algunos que duran toda la vida pero, por lo general, el amor se agota y todo cambia. Pero la manera en que él me estafó fue catastrófica. En medio del corralito me dejó en la más absoluta miseria”.

Otro gran dolor que sufrió Cecilia Cenci fue la desaparición de su hermana, Luisa María Corica. Actriz y estudiante en la Facultad de Humanidades, trabajaba en la Contaduría de la Cámara de Diputados provincial y era empleada en el Hipódromo y militaba desde hacía años en la Juventud Peronista cuando la secuestraron en abril de 1976. Había debutado en cine con Torre Nilson, en Boquitas pintadas, tal y como lo hizo Cecilia, dos años después, estuvo en el film La guerra del cerdo.

Cenci murió en la Fundación Favaloro, en la madrugada del domingo 21 de septiembre de 2014, a los 72 años. Tenía un cáncer cerebral con el que venía batallando, pero al que finalmente no pudo vencer.