Según los científicos, usar un chaleco con peso podría ayudar a las personas a perder peso

Una investigación de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) descubre un nuevo sistema para perder peso sin hacer dieta. Este chaleco es todo lo que necesitaríamos. Al usarlo se activa el ‘gravitostat’ o sistema de regulación interno que todos poseemos, disminuyendo el peso corporal y, por consiguiente, la masa grasa del organismo

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El actor Matthew McConaughey entrenando con un chaleco con pesas junto a a su entrenadora personal en Malibú, Los Ángeles, California. (Foto: Alamy Stock Photos)

Una 'escala interna' podría regular la pérdida de peso en humanos. Es la conclusión de un grupo de investigadores de la Universidad de Gotemburgo (en Suecia) que ha hallado un nuevo método para la reducción del peso corporal y la masa grasa en personas obesas con ayuda de chalecos de lastre.

El estudio, publicado en la revista ‘EClinicalMedicine’ por The Lancet, sugiere la existencia de una especie de ‘báscula de baño interna’ que ayuda a mantener constante el peso corporal y, por consiguiente, afecta a la masa grasa del organismo.

Añadir peso para bajar de peso

Los investigadores partieron de la hipótesis de que cargar chalecos de lastre (con pesas) daría como resultado una reducción compensatoria del peso corporal.

En el estudio clínico participaron un total de 69 personas, con un índice de masa corporal (IMC) de entre 30 y 35, es decir, el grado más bajo de obesidad. Se les instruyó para que usaran el chaleco con pesas ocho horas diarias a lo largo de tres semanas y, por lo demás, llevar una vida normal.

Aunque se les pidió que evitaran las grandes ingestas de alcohol y que pasaran más tiempo del habitual de pie. Si bien todos los participantes del estudio portaron chalecos de lastre, fueron incluidos aleatoriamente en uno de los dos grupos establecidos.

Al grupo control se le asignó un chaleco más ligero de un kilogramo de peso, mientras que el grupo objeto de tratamiento tuvo que acarrear un chaleco más pesado, de alrededor de once kilos. Pasadas tres semanas, los sujetos de ensayo con los chalecos más pesados habían perdido 1,6 kilos, mientras que los portadores de chalecos ligeros adelgazaron 0,3.

“Consideramos de enorme interés que el tratamiento con chalecos de mayor peso redujera la masa grasa, dejando intacta la muscular”, señalan los autores.

¿La clave? Un sistema de compensación

Los investigadores ya habían realizado una prueba similar con roedores, y obtuvieron el mismo resultado, demostrando que aumentar el peso que llevamos encima reduce no solo nuestro peso, si no también la grasa corporal.

En estos estudios anteriores, los científicos reconocieron la existencia de una “balanza interna” a la que llamaron ‘gravitostato’. Un sistema propio con el que conseguimos mantener un mismo peso, es decir, cuente con un sistema de regulación interno.

En 2017 ya probaron que en ratones, dicha regulación se lleva a cabo, entre otros, mediante una afectación del apetito debido a la hormona leptina. Para su correcto funcionamiento, el sistema precisa de una "báscula de baño" interna. El nuevo estudio clínico de los investigadores demuestra la existencia también en humanos de una balanza similar.

Dispara tu ‘gravitostat’ para perder peso

Cuando las personas pasan mucho tiempo sentadas, el impacto sobre la "báscula de baño" interna de su organismo es a todas luces insuficiente, lo que puede explicar la evidente vinculación de la vida sedentaria con la obesidad y los problemas de salud. Los chalecos de lastre pueden contribuir a una mayor repercusión sobre la báscula interna, lo que disminuiría el peso corporal.

El efecto sobre la masa grasa en este ensayo fue superior a lo que suele apreciarse tras diversas formas de ejercicio físico. El estudio demuestra que existe una regulación homeostática dependiente de la carga de peso del peso corporal, el llamado gravitostato, no solo en roedores, sino también en humanos”, explica John-Olov Jansson, catedrático de la Universidad de Gotemburgo,

Ahora bien, “aún tenemos que determinar si el efecto sobre la masa grasa afectó a la grasa subcutánea o a la nociva grasa abdominal, es decir, la acumulada en la cavidad abdominal y más claramente vinculada a las patologías cardiovasculares y la diabetes", matiza el experto.

Y es que descubrir y, eventualmente, recalibrar un gravitostato en humanos requiere mucho más trabajo aún. Los científicos también quieren saber si al usar el chaleco más de tres semanas, la pérdida de peso es más pronunciada o si el efecto del tratamiento se atenúa con el paso del tiempo.

Asimismo, quieren dilucidar si el efecto adelgazante funciona con sujetos más jóvenes (la media de edad de los participantes de este estudio era de 50 años) y si los participantes pueden experimentar cambios en el gasto energético y apetito.

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