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Los chef del palacio de Buckingham hacen radiografías a la comida de la soberana y de sus invitados

La reina Isabel II credit:Bang Showbiz
La reina Isabel II credit:Bang Showbiz

La vida en el palacio de Buckingham se rige siguiendo un estricto protocolo que contempla cualquier eventualidad, sobre todo en las ocasiones más solemnes. Todo el mundo sabe, por ejemplo, que la soberana debe ser la primera en sentarse a la mesa y que nadie puede seguir comiendo una vez termina su plato, o dirigirle la palabra antes de que lo haga ella, porque las normas dictan que primero habla con el comensal sentado a su derecha y a continuación con la persona que tiene a la izquierda.

Los miembros de la familia real británica no comen ni marisco ni carne poco hecha por miedo a las intoxicaciones, y el ajo o las comidas picantes están completamente prohibidas por el miedo a que dejen mal aliento. Los chef de palacio tienen muy presentes todos estos detalles, pero en el día a día cocinar para los royals no resulta demasiado diferente a hacerlo en un restaurante de lujo, según ha desvelado el antiguo chef real Graham Tinsley en declaraciones a la revista HELLO!

En realidad, la seguridad solo se refuerza cuando se celebra un banquete al que asistirán jefes de estado por invitación de Isabel II. En esas ocasiones, todo el personal debe darse cita en una comisaría, desde donde se les escolta hasta el lugar del evento y, antes de empezar a cocinar los ingredientes y utensilios de cocina se pasan por una máquina de rayos X.

Cada plato se prepara además en una cocina satélite creada para la ocasión y, cuando por fin está preparado, se lleva a pie hasta la sala donde se encuentran todos los invitados.