Colores: ¿cuáles te sientan mejor y cuáles evitar?

Más allá de las modas, lo primero que debes saber a la hora de elegir un tono es si te sienta bien. No importa si el mundo entero se viste de amarillo si ese color te apaga y no te permite lucirte. Por eso, aquí te contamos cómo detectar cuáles te favorecen y a cuáles decirles que no.

Si sabes escoger bien las tonalidades, es posible lograr un look armonioso, incluso con 4 colores a la vez. (Photo by Tibrina Hobson/WireImage)
Si sabes escoger bien las tonalidades, es posible lograr un look armonioso, incluso con 4 colores a la vez. (Photo by Tibrina Hobson/WireImage)

Empecemos por el principio: existen dos tipos de tonalidades, las cálidas y las frías. Y también existen dos tipos de pieles. ¿Cómo puedes saber si estás dentro de las primeras o de las segundas? Un buen truco es probarte un complemento dorado y otro plateado y aquel que te resalte más –y no te apague- será el que indique si eres de piel cálida (dorado) o fría (plateado). Una vez que sepa esto, sabrás también dentro de qué grupo de colores ubicarte. Los cálidos son los que en la rueda cromática van desde amarillo al rojo; en cambio los fríos son los verdes, azules y morados.

De todos modos, antes de tirar la mitad de tu guardarropa, ¡detente! Porque puedes combinarlos, siempre que sepas cómo hacerlo a tu favor, algo que te explicaremos a continuación.

Primero determina si tu piel es cálida o fría para saber qué parte de la rueda cromática te sentará mejor. (Photo by Unique Nicole/FilmMagic)
Primero determina si tu piel es cálida o fría para saber qué parte de la rueda cromática te sentará mejor.
(Photo by Unique Nicole/FilmMagic)

La manera más fácil de no fallar es conseguirte una rueda cromática, de esas que muchas veces regalan en las pinturerías. Así podrás jugar con las combinaciones a tu antojo: si quieres mantenerte dentro de los colores complementarios, entonces sólo debes ver qué tonalidades se enfrentan (amarillo y violeta, por ejemplo); en cambio, si quieres jugar con los análogos, sólo debes escoger los que están uno al lado del otro (por ejemplo, distintas gamas del rojo).

Ahora bien, nunca pierdas de vista, además de hacer una buena combinación entre dos colores diferentes, cuál es tu tonalidad. Si estás entre las cálidas, en tu outfit deberán prevalecer los tonos cálidos, sin excepción porque, de lo contrario sólo lograrás deslucirte, por más acertada que haya sido el mix de tus prendas entre sí. Todo va en un contexto y aunque sobre la cama se vean divinas, lo importante es cómo se ven en ti. ¡No lo olvides! Por eso, tampoco te cases con los looks que ves en las revistas, en tus amigas o en los escaparates sin antes evaluar esto.

¿Análogo o complementario? La elección que haga comunicará algo diferente de ti. (Photo by Jeffrey Mayer/WireImage)
¿Análogo o complementario? La elección que haga comunicará algo diferente de ti. (Photo by Jeffrey Mayer/WireImage)

Por último, la elección de los colores también depende de aquello que quieras transmitir. Si te inclinas por dos o tres tonos complementarios, le dirás al mundo que eres una mujer arriesgada, atrevida y alegre. En cambio, si tu intención es lucir elegante y armoniosa, pero sin llamar demasiado la atención, escoge los análogos.

Ya conoces todos los trucos, ahora sólo debes ponerlos en práctica. ¡Anímate!