La comedia con la que más me he reído este año
¿Cuándo fue la última vez que te reíste a carcajadas viendo una película? Yo no me acuerdo. Las líneas entre géneros están cada vez más difusas y la comedia puramente dicha ha dado paso al reinado de la dramedia. Y si bien disfruto mucho de ese tipo de historias que te hacen reír para luego darte un golpe en el estómago con giros hacia el drama y la tragedia, echo de menos las comedias absurdas cuyo único propósito es desconectar y hacer pasar un rato desenfadado, sin por ello sacrificar la calidad.
Afortunadamente, he encontrado la película perfecta para llenar ese hueco: Barb and Star Go to Vista Del Mar, alocada comedia escrita y protagonizada por el dúo responsable del éxito La boda de mi mejor amiga, Kristen Wiig y Annie Mumolo, una de esas películas que ya no se hacen. ¿Lo malo? Que tras su paso sin pena ni gloria por Estados Unidos, también ha llegado a España por la puerta de atrás y casi nadie se ha enterado, estrenándose en venta y alquiler digital sin publicidad. Por eso espero que este artículo sirva para descubrirla y reivindicarla no solo como comedia ideal para el verano, sino también como posible futuro clásico de culto.
Barb and Star iba a estrenarse en cines estadounidenses en 2020, pero entonces la pandemia ocurrió y como tantas otras películas, su estreno se aplazó y acabó lanzándose directamente en VOD el pasado mes de febrero. Antes de su estreno, la película había recibido relativa atención en redes gracias a un tráiler deliciosamente extraño y sobre todo por un clip viral de Jamie Dornan protagonizando un divertido número musical en la playa, en el que vemos al actor de Cincuenta sombras de Grey soltándose la melena. La crítica la recibió con entusiasmo, pero aun con todo, la película no logró despegar y ha sido ignorada por el gran público.
Ahora, Barb and Star prepara un estreno limitado en cines en Estados Unidos, con el objetivo de darle la oportunidad que se le negó en su día. Mientras, en España la recibimos en plataformas como Amazon Prime Video, Apple TV+ o Rakuten, donde podemos alquilarla o comprarla en digital. Por mi parte, cuando me la encontré de repente en el menú de Prime Video, y después de tanto tiempo esperándola, no dudé en ponérmela... y no me arrepiento nada de la decisión.
Pero, ¿de qué va Barb and Star? La película trata sobre dos amigas de toda la vida que deciden salir de sus caparazones y abandonan por primera vez su pequeño pueblo del Medio Oeste para viajar a Vista Del Mar, localidad veraniega de Florida done sueñan con tener las vacaciones perfectas. Sin embargo, el retorcido complot de una siniestra villana (también interpretada por Wiig en doble papel) contra los ciudadanos de Vista Del Mar amenaza con estropearles la estancia en este paraíso soleado. Así se verán involucradas sin ser conscientes de ello en una peligrosa trama mientras conocen al atractivo secuaz de la villana (Dornan), ponen a prueba su amistad y en última instancia emergen como heroínas.
Suena muy estúpido, ¿verdad? Pues lo es incluso más. La sinopsis no le hace justicia. La película es gloriosamente absurda y ridícula en el mejor de los sentidos, un viaje hilarantemente surrealista y de estética hortera y kitsch en el que no se ponen cortapisas al humor. Viéndola vienen a la mente títulos como Dos tontos muy tontos, Austin Powers, Zoolander o Romy y Michele (de la que esta se podía considerar incluso una secuela en espíritu), comedias que se zambullen de cabeza en el humor más extravagante y disparatado, sin ningún tipo de complejos. Pero ojo, que para hacer este tipo de bobadas y separarse de otras apuestas similares pero mucho peores, hace falta talento e inteligencia, y afortunadamente Barb and Star tiene lo que hay que tener.
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Además del tándem Wiig y Mumolo, la película cuenta con la producción de Will Ferrell y Adam McKay (sí, el director de El vicio del poder y productor de Succession), expertos precisamente en esa marca de comedia con films como Hermanos por pelotas, Los amos de la noticia o Booksmart en su haber. Su ADN, y ese estilo influenciado por el programa de sketches Saturday Night Live que Wiig y Ferrell llevan en la sangre después de su paso por él, se puede sentir en cada fotograma de Barb and Star, una película que no escatima en momentos memorables y que está llamada a convertirse con el tiempo en una obra de culto.
Esta es una de esas películas en las que hay que dejarse llevar. Si abrazas su propuesta, no cabe duda de que te espera un rato muy divertido, incluso puede que te deje con ganas de revisitarla una y otra vez hasta aprenderte de memoria sus diálogos. Sin embargo, si no conectas con ella, no te hará gracia y es incluso posible que llegues a odiarla. El suyo es un tipo de humor muy concreto, muy idiosincrásico, con el que no todo el mundo comulga. Pero Barb and Star no engaña a nadie, dejando claro su tono surrealista y bobalicón desde el prólogo hasta un clímax de acción que podría pertenecer a una película de Bob Esponja.
Por encima de todo, Barb and Star es un triunfo gracias a sus protagonistas. Wiig y Mumolo están al 150%, abrazando el espíritu ingenuo y enérgico de sus personajes hasta convertirlas en iconos del buen rollo y símbolos de la amistad incondicional. Ellas y su maravillosa química son el principal pilar de la película. Pero tampoco podemos pasar por alto a Jamie Dornan, que aparca el drama y se sale de su zona de confort para desatar con éxito su vis cómica en un genial número musical paródico, demostrando que debería hacer más comedia y tomarse menos en serio si quiere que la gente deje de verlo como Christian Grey.
Barb and Star nos sumerge en un mundo vibrante, lleno de color y contagioso entusiasmo, pero también contiene las dosis exactas de corazón y buenas intenciones para equilibrar la balanza de sus excentricidades. Porque aunque se vuelva loca, delirante e incluso alucinógena, la película nunca cruza el límite de lo desagradable o excesivamente vulgar, manteniéndose en todo momento como un sincero canto a la amistad envuelto en una capa de entrañable estupidez. Eso es lo que hace que la experiencia merezca la pena, que más allá de las risas, la película nos reconforta a su peculiar manera.
Con sus fantásticas protagonistas, su humor autoconsciente, sus extáticos momentos musicales, su descarado coqueteo con la ciencia ficción, un apartado técnico y visual muy competente y unos diálogos para la posteridad, Barb and Star es un auténtico soplo de aire fresco, un regreso a la comedia estadounidense que dominaban el panorama (y la taquilla) hace una o dos décadas; de esas películas que demuestran que el humor tontorrón también puede ser un arte si se hace bien y que la mejor comedia no tiene por qué ser muy sofisticada o cerebral. A partir de ahora, si alguien me pregunta cuál es la última película con la que más me reí, tendré clara mi respuesta: Barb and Star Go to Vista Del Mar.
Por alguna razón, de un tiempo a esta parte, el cine parece haber olvidado lo divertido que es volverse loco de vez en cuando. Precisamente ahora, un año y medio después del inicio de esta pandemia en la que seguimos metidos, es cuando más necesitamos ese espíritu de irreverencia y libertad creativa en el cine, una de nuestras principales válvulas de escape. Barb and Star nos propone precisamente eso, un viaje luminoso y festivo para dejar las preocupaciones a un lado, para recordarnos que aun tenemos motivos para reír, y que si dos mujeres como Barb y Star pueden ser felices en su burbuja, nosotros también.